White Void: Anti

White Void se convierten en uno de esos ejemplos en los que el adjetivo “debutante” se queda, cuanto menos, corto. La dilatada carrera de sus componentes hacer presagiar que el contenido no podrá defraudar, por mucho que las procedencias e historias individuales de los mismos puedan llevar a provocar una mueca de duda, hasta que la vista se fija en quien es la cabeza pensante, el motor principal de este nuevo proyecto y entonces es cuando la duda desaparece

Lazarus deja paso a Lars Are Nedland quien en un ejercicio de maravillosa prestidigitación da un giro a su carrera con White Void. Se rodea de conocidos de reputada solidez, pese a que a algunos no les acompañe la fama más generalizada y que en principio podrían parecer antagónicos como un bluesrocker (Eivind Marun) y un pirado de la electrónica (Vegard Kummen), asentando el tercer pilar en uno de sus colegas, Tobias Solbakk, quien se hizo cierto renombre con Ihsahn.

Pero ¿qué contiene ‘Anti’? ¿Blues-rock?, ¿Electrónica?, ¿Black Metal?… ¿Prooog? White Void son un juego que se mece entre el hard-rock ochentero veteado, como Lars apunta, de occult rock (más en espíritu y ambiente que formalmente) y sobre todo New Wave. Es en este momento cuando toca elegir entre no seguir adelante o arriesgarse a conocer a White Void.

Ampliando la definición de old school

Está claro que cuando se oye Old School la inmensa mayoría recibe un flash en el que los grandes nombres se presentan. Pero hay Otras Old School, esas que a veces son de difícil etiquetado, por lo que renegar de una como (British) New Wave será desdeñar de manera infundada, no hay que olvidar que es un cajón de sastre en el que caben estilos y artistas totalmente opuestos, pero con un punto de encuentro: la alegría de crear música por uno mismo, de forma que quepan en ella múltiples matices.

En caso de que las dudas aún permanecen, es conveniente empezar escuchando “The Fucking Violence Of Love”. Si su alegría, su ritmo, su fuerza, sus ganas de encantar no consiguen crear el deseo de seguir escuchando el disco es hora de dejarlo. Asumiendo que piezas tan ideales como “This Apocalypse Is For You” van a quedar sin ser disfrutadas y luego vendrán las quejas.

Cierto es que White Void no innovan, que ni tan siquiera reescriben o actualizan un estilo, pero ¿es de verdad necesario? Ofrecen un disco sólido, bien compuesto, perfectamente ejecutado y demostrando que el estilo que pregonan no es una impostura, sino que lo llevan dentro.

No se puede componer “Where You Go, You’ll Bring Nothing” sin haber mamado de la loba de esos años tardo setenteros y ochenteros que tan grandes grupos dejó y que ahora, tal vez, sea el momento de recuperar a bandas como PIL, Killing Joke, Die Form o Cabaret Voltaire, sin que esto suponga, necesariamente, un glosario de influencias.

Más allá de las etiquetas

Ese espíritu DIY de la New Wave aquí queda a un lado, ya que la habilidad compositiva y técnica de los miembros de White Void, además de sus más o menos dilatadas experiencias, hacen que ‘Anti’ tenga una capa de calidad tal vez inesperada para un proyecto con esta orientación.

“Do.Not.Sleep” o “The Air Was Thick With Smoke” deberían conseguir atraer al público más desinhibido y abierto a disfrutar con un disco que no pretende colarse entre “Los Mejores de 2021”, pero que tiene dosis elevadas de música para pasar un buen rato, dejando el poso de poder ser revisado sin sonar a sobado.

Tal vez sean aquellos fans que por edad o amplitud de gustos musicales los que primero sepan paladear pildorazos como “All Chains Rust, All Men Die” y “There Is Not Freedom But The End” en los que poder bucear en mares conocidos sin asomo de aburrimiento o desinterés. Por otro lado, si las etiquetas son algo fundamental para otros oyentes, es el momento de decir que todo lo mencionado al respecto debe ser olvidado. Es, entonces, el momento de centrarse en otros detalles como la intensidad, la fuerza, la calidad, la garra y la potencia que destila ‘Anti’.

Y si, pese a todo, no surgen las ganas de pararse a escuchar este disco, no pasa nada, va a seguir estando ahí mucho tiempo, esperando ese momento en el que venga a la memoria esta reseña para darle la oportunidad de disfrutar un disco hecho con el corazón. Puede que no tenga continuidad este proyecto, que no haya un segundo disco de White Void, el tiempo lo dirá, pero, al menos, ‘Anti’ es un disco para escuchar y pasárselo bien.