Anti
White Void se convierten en uno de esos ejemplos en los que el adjetivo “debutante” se queda, cuanto menos, corto. La dilatada carrera de sus componentes hacer presagiar que el contenido no podrá defraudar, por mucho que las procedencias e historias individuales de los mismos puedan llevar a provocar una mueca de duda, hasta que la vista se fija en quien es la cabeza pensante, el motor principal de este nuevo proyecto y entonces es cuando la duda desaparece