U.D.O.: Touchdown

En uno de sus mejores álbumes de los último años, los U.D.O. de 'Touchdown' suenan más a Accept que el propio grupo germano.

No deja de ser curioso que en la actualidad la banda que Udo Dirkschneider puso en marcha a finales de los 80′ tras su salida de Accept, tenga más vínculos con el combo germano que los propios Accept, ya que, hoy en día, el guitarrista Wolf Hoffmann es el único miembro de la formación clásica, mientras que por U.D.O. ha fluido desde sus inicios y sigue fluyendo por sus venas la sangre de Accept.

Obviamente, por el hecho principal de que su líder y fundador fuese un elemento importante en el seno de Accept, pero también debido a que a lo largo de los años se han ido vinculando otros músicos procedentes de esa banda, como el caso del batería Stefan Schwarzmann, que fue integrante entre los 80′ y los 90′, o el del guitarrista Stefan Kaufmann quien formó parte de la banda a partir de 1996 hasta 2012, año en que decidió dedicarse solo a labores de producción y, finalmente, Peter Baltes, quien dejó Accept en 2018 para, en 2022, ayudar a UDO en los directos e incorporarse definitivamente este mismo año 2023.

Un álbum con influencias innegables

Con todos estos antecedentes, U.D.O. se nos presenta con ‘Touchdown’ un álbum donde las influencias de Accept son innegables. A la excelente producción de Martin Pfeiffer, se añade la masterización de Stefan Kaufmann que, con la presencia de Peter Baltes, redondean las mencionadas influencias con respecto a Accept. En todo caso, nos encontramos con uno de los mejores trabajos de UDO de los últimos años, cuya prolífica trayectoria cuenta con un elevado número de grabaciones, unas más conseguidas que otras, pero siempre con su marca distintiva.

El veterano Udo, respaldado por la savia nueva que aportan, su propio hijo Sven, aposentado ya del todo en el puesto de batería, además de los guitarristas Andrey Smirnov y Dee Dammers, han conseguido un efectivo equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Sin salirse de una pautas ampliamente reconocidas, ‘Touchdown’ cuenta con los suficientes detalles como para añadir ciertas novedades al sonido de U.D.O.

Está claro que en las estructuras de las composiciones no faltan los habituales riffs con “denominación de origen”, los estribillos pegadizos con algunos casos en clave épica, las sugestivas armonías de guitarra, los incisivos solos y el reconocible registro vocal de Udo, como queda evidente en el tema inicial “Insolation Man”, muy orientado hacia el sonido Accept y donde Peter Baltes ya exhibe el poderío del bajo cuyas resonancias van a estar presentes en todo momento, además de la expeditiva pegada de Sven.

La línea marcada desde el inicio se mantiene presente en piezas como “The Double Dealer’s Club”, “Heroes Of Freedom”, “The Battle Understood” y “Better Star To Run”. Como se ha dicho, todo muy explorado por décadas de trabajo y constantes entregas discográficas, pero construido con lucidez en el apartado compositivo.

Detalles con intención de innovar

Con el guión bien estudiado, aunque mínimas, se permiten algunas variaciones, como la oscura atmósfera y el groove que posee “The Flood”, o los temas en los que Udo cambia ligeramente el tratamiento de su voz, como en “Fight For The Right”, canción que vuelve a recordar a Accept en el sentido de que, entre otras cosas, incluyen una parte de guitarra de música clásica fácilmente reconocible y que cuenta, además, con un estribillo que, poniéndole imaginación, puede recordar a “Crusaders” de Saxon. Otras canciones que tienen fases con un tono de voz distinto son “Forever Free” y “Punchline”, aunque sin notables cambios en lo que respecta a la instrumentación, la última de ellas con unas cautivadoras armonías.

Más distinta suena “Sad Man’s Show”, en clave hardrockera, con un enfoque desenfadado y donde Sven muestra sus cualidades, las mismas que salen a relucir en mayor medida en la impetuosa “The Betrayer” con un trabajo muy versátil en la pegada, mientras el “mayor de los Dirkschneider” realiza también su mejor aporte en cuanto a cambios vocales, sin olvidar la excelente labor de Andrey y Dee a las seis cuerdas, muy creativos durante todo el álbum. Ya en el tramo final, “Living Hell” mantiene las coordenadas instrumentales de referencia mientras Udo vuelve a variar de registro en alguna de sus partes vocales.

En cuanto al tema que da título al álbum, es un cierre vibrante con una poderosa batería así como un extenso y elegante desarrollo de las guitarras que en un momento dado se fusionan con sugestivas partes de violín a cargo de Stefan Pintev, solicitado en su momento por bandas como, Helloween, Blind Guardian, Lucifer’s Friend o Beyond The Black. En conclusión, el “viejo zorro” Udo Dirkschneider se ha marcado un “Touchdown” en toda regla.