Cellar Darling: The Spell
Cellar Darling presentan su segundo álbum, "The Spell", después de un primer "This is the sound" que, aunque prometedor, no acabó de encajar del todo bien. Su nueva propuesta es más madura y compleja, y hace un excelente uso de los puntos fuertes de cada miembro del trío de ex-Eluveitie. Siguiendo la historia de un cuento de hadas oscuro y moderno, "The Spell" es más que un disco: se trata de un proyecto integral que junta música, narrativa e imágenes.
Cellar Darling se formó después de que Ivo henzi (guitarra), Merlin Sutter (batería) y Anna Murphy (voz y hurdy-gurdy) dejaran la banda de folk death Eluveitie, en medio de bastante caos y no precisamente palabras amables. Poco después, emprendían la difícil tarea de acallar comentarios apocalípticos con su álbum debut: “This Is The sound”. Aunque de nombre ambicioso, el disco se quedaba en una bonita pero simple compilación de temas de pop-rock progresivo ligero, con un toque folk-étnico y cierta atmósfera tenebrosa. Su única e individual propuesta sonora mostraba potencial, pero no impresionó.
Ahora sí que es el sonido
Viendo que, seguramente, ése no era exactamente el sonido que buscaban, el trío se ha atrevido a ir más allá en este nuevo “The Spell”. El punto de partida es similar, y han mantenido (y, de hecho, intensificado) la presencia de elementos folk-étnicos, que se pasean por los temas en forma de flautas tradicionales y el mítico hurdy-gurdy de Anna. Su voz también ha ganado presencia y seguridad, sugiriendo, en ocasiones, ecos al estilo de una Anneke van Giersbergen con la que ya han compartido cartel.
La gran diferencia entre “The Spell” y el viejo “This Is The sound”, sin embargo, es que en esta nueva propuesta los europeos han virado hacia un estilo que, aunque sigue disfrutando de cierta indefinición, es ahora mucho más pesado y complejo. Haciendo honor de una progresividad y seriedad con la que “This Is The sound” no contaba, “The Spell” es un viaje denso, hipnótico, que exuda tanta energía como la requiere al oyente. Y aquí quizá recaiga el único “pero” de éste álbum: requiere paciencia, requiere tiempo, requiere atención. O te gusta, o no.
Más que un álbum
Si de algo presume Cellar Darling, es, indudablemente, de ambición. En esta ocasión, más que títulos magnánimos han optado por una producción peri-musical completamente ida de la olla. Está claro que no conciben su álbum como un conjunto de canciones y ya está, sino que se trata de una auténtica obra integral que aún, además de las canciones, un universo visual firmado por el ilustrador Costin Chioreanu (que incluye una amplia colección de imágenes y vídeos) y un audiobook paralelo que narra la historia sobre la que se basa el disco.
Según nos contaba Merlin, “The Spell” narra la historia de una joven, nacida en un mundo de dolor, en busca del significado de la vida. Durante ese viaje se encuentra con la Muerte, de la que se enamora, dando paso a una historia de amor no correspondido bastante trágica y épica. Símil del motivo renacentista de “La Doncella y la Muerte”, se trata de un cuento de hadas oscuro y moderno, hilvanado al son de rock progresivo de tintes folk.
“The Spell”, tema a tema
El segundo disco de Cellar Darling se abre con “Pain”, con el hurdy-gurdy en primer plano fielmente respaldado por la guitarra y la batería. Metódicos y armónicos, los tres instrumentos se entremezclan a la perfección con la voz melódica y correctamente afectada de Anna y el increíble trabajo de coros que la acompaña. Cierra con unas desalmadas notas vocales, tras un virtuoso y bien recibido solo de hurdy-gurdy que envuelve la pieza en un misticismo arcaico y tribal.
“Death” suena tal como te imaginas que sonaría un tema con este título. Muy doom, muy oscura, agresiva, grave,… pero también sugerente y atractiva gracias a la voz de Anna, que alterna entre el susurro y el poderoso belt. El larguísimo solo de flauta, sobre un riff que roza el black atmosférico, cierra un tema profundo que, ciertamente, te deja con una sensación intranquila.
Con la contraparte de “Death”, “Love”, Cellar Darling busca un sonido que cae en medio del rock alternativo de los 90 y el metal progresivo. Gracias a sus arreglos cinemáticos y la riqueza de su producción, el tema brilla con esperanza a medida que las armonías van evolucionando y ascendiendo como mariposas en el cielo. Ambos motivos, “Love” y “Death”, se recuperan en sus segundas partes al final del disco.
No se puede negar que, tras más de una década en Eluveitie, el trío mantiene cierta influencia de ése sonido que, de hecho, ellos mismos ayudaron a construir. El tema que da título al disco, lento y pesado, recoge parte de esos cánticos paganos y rituales como lo que podíamos encontrar en el primer Evocation. El tema fluctúa entre solos de hurdy-gurdy (siempre respaldado por unos terriblemente fieles Merlin e Ivo) y fragmentos a capella donde Anna muestra sus nuevas habilidades vocales.
Lenta y pesada, “Burn” acaba desarrollando elementos de metal progresivo muy moderno, que casi se acercan a un cierto doom industrial. Aunque, otra vez, la voz y el hurdy-gurdy de Anna brillan, es importante no olvidar que es el groove de Ivo y Merlin que mantiene la banda unida y funcionando como un perfecto reloj de precisión suiza hasta en los momentos menos “metal” y más “post-rock”.
A pesar de que sus habilidades técnicas quedan más que puestas de manifiesto en “The Spell”, Cellar Darling destaca por su capacidad de crear atmósferas. De hecho, cuando más excelente suena es cuando consigue crear esa sensación de que todo está bien, todo es calmado,… pero, en el fondo, en las profundidades del sonido notas que algo no acaba de ir bien. Como cuando te asomas a un mar en calma y captas, por el rabillo de ojo, el movimiento de un tentáculo gigante bajo la superficie. Así suena, por ejemplo, “Hang”.
“Sleep”, por su parte, suena más sosegada, empezando con unas calmadas notas al piano y la voz aterciopelada de Anna. Supone un cambio en la dinámica general, donde los sintetizadores dan una nueva capa de atmósfera onírica mientras el tema se desarrolla en el más completo caos intrínseco en los sueños.
Conocimos pronto “Insomnia”, ya que se trató del primer single que lanzaron. De los cortes más heavies y pesados del disco, alterna unos riffs salvajes con un estribillo más comercial y típico, fácilmente cantable y coreable. Puntualizada a ratos con unos momentos de batería muy duros, y alternando entre solos de hurdy-gurdy y de flauta, el tema funciona perfectamente como una muestra de la nueva dirección de Cellar Darling.
“Freeze” se caracteriza por un hook vocal que se va repitiendo, casi en loop, mientras la batería truena y la guitarra va aumentando más el tono de manera dramática, hasta llegar “Fall”, un intermezzo de apenas un minuto de duración con un cierto eco a las operas siderales de Devin Townsend.
Acunado por el sonido de las olas, “Drown” es un corte de estilo progresivo y heavy de más de 7 minutos de duración (por tres segundos que no es el más largo; ése honor se lo merece “Death”). Con constantes (y quizá demasiados) cambios de ritmo y riffs que harían enloquecer a cualquiera, la canción te arrastra hacia las profundidades sensoriales del universo que Cellar Darling ha creado, dando un excelente (previo epílogos) punto final a la obra.
Laura Cano
Grupo:Cellar Darling
Discográfica:Nuclear Blast
Puntuación:7
Canciones:
- Pain
- Death
- Love
- The Spell
- Burn
- Hang
- Sleep
- Insomnia
- Freeze
- Fall
- Drown
- Love, Pt. II
- Death, Pt. II
Año:2019-03-22
Votación de los lectores:5
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