Andy Black: The Ghost Of Ohio

Andy Black vuelve en solitario con su segundo álbum, 'The Ghost of Ohio', para deleite de su legión de seguidores y desgracia de sus detractores. Enhorabuena a los primeros y nuestras condolencias para los segundos.

Andy Black es el proyecto en solitario de Andrew Biersack, más conocido por ser el vocalista de Black Veil Brides, y como ya hiciera en su debut ‘The Shadow Side’  vuelve a alejarse de los parámetros más metálicos y agresivos de su banda. Una nueva muestra de sus influencias e inquietudes musicales más personales y comerciales plasmadas en un conjunto de canciones relacionadas entre sí.

Un disco este ‘The Ghost Of Ohio’ en el que desnuda su alma y la pone al servicio de unas letras que cumplen una doble función. Por un lado le sirven a él  mismo para redescubrir y escarbar entre sus raíces más profundas, y a nosotros para sumergirnos en la historia de un espíritu que lleva siglos vagando por esa enorme carretera de la vida (y la muerte) en busca de una conexión con el mundo del que un día formó parte.

Mucho más que un disco

No es de extrañar pues que el lanzamiento del álbum venga acompañado de una novela gráfica con la que comparte mucho más que el nombre, como perfecto complemento a este alter ego de si mismo al que ha bautizado con el nombre de ‘The Ghost Of Ohio’. Sin duda alguna, un regalo perfecto para toda su fiel legión de seguidores y, probablemente, una excusa perfecta para todos aquellos detractores que encontraran aquí una nueva razón para atizarle.  Una cosa esta clara, y es que como ya hiciera en su magnífico ‘Wretched and Divine: The Story of the Wild Ones’ o recientemente en ‘Vale’, ambos trabajos de Black Veil Brides, a Andy le entusiasman los trabajos conceptuales.

Para darles vida a todas estas ideas y composiciones que rondaban por su cabeza que mejor que acompañarse de un productor de la talla de John Feldmann, un habitual tanto de su anterior trabajo como del de otros nombres tan dispares como 5 Seconds of Summer, Blink-182 o Panic! at the Disco. Obviamente, su labor se nota en el resultante de un sonido fresco, limpio y moderno, que muestra la buena sintonía existente entre ambos.

Aquí comienza nuestra historia

«Introduction: Resurrection» nos lleva de la mano de una senda aun por recorrer tras los pasos de un Andy Black que rubrica con fuerza y sentimiento un estribillo ahogado en la ansiedad y en los demonios que tratan de escapar de nuestro interior. Un pequeño pero intenso viaje en busca de la redención que está por llegar, sonoramente impecable.

Le sigue inmediatamente «The Promise», una explosión de pop rock bajo un omnipresente piano que se esconde tímidamente entre sus entrañas y con una serie de matices que terminar sorprendiéndonos con la irrupción del sonido de un inesperado saxofón en sus últimos compases. Toda una historia que refleja sabiamente los sueños imposibles y los inevitables errores que conllevan la juventud.

El que fuera el primer sencillo del disco, «Westwood Road», viene dispuesto a hacernos bailar y cantar gracias a un ritmo plagada de groove, con un bajo de lo más funk y un estribillo que se debate entre el dilema de malgastar nuestro tiempo cerrados en nuestra pequeña realidad o dar el paso en busca de la liberación que supongan las nuevas metas que queremos para nuestra vida. En su caso, el seguir o el salir de su Ohio natal hacia la aventura de la gran ciudad.

Canciones para las almas perdidas

No abandonamos la pista de baile al compás de una movida «Know One», con un estribillo del que resulta prácticamente imposible desprenderse. Synth pop al servicio de su personal e inconfundible registro vocal, repleto de detalles que adornan un conjunto a simple vista equivocadamente sencillo mérito de un gran trabajo tras su producción.

«Soul Like Me» se convertirá fácilmente en uno de los himnos de este álbum gracias a un poderoso sing-along estribillo que busca, y sin duda encuentra, la complicidad de todas esas almas perdidas a las que desde su letra se les lanza un grito de libertad. Posee todos los ingredientes que uno espera encontrar en una composición del estadounidense y no defrauda en absoluto.

Las guitarras toman su merecido protagonismo en uno de los cortes más rockeros a la par que divertidos de toda esta nueva obra con «The Wind & Spark». Uno de esos que se quedan contigo desde la primera escucha y que se niegan a abandonarte una vez ya has caído en las redes de su pegadizo estribillo y melodía. Y no, su simple pero efectivo solo de guitarra tampoco ayuda a hacérnosla olvidar.

El Fantasma de Ohio

El tema que da título a este compacto, «Ghost of Ohio» se mueve con soltura y sin complejos entre las texturas sonoras más comerciales y radio friendly, con multitud de efectos de sonido, vocales e instrumentales, que le aportan un tinte melancólico perfecto para ponerle banda sonora a las confesiones autobiográficas de un Andy decidido a despojarse de todas las corazas que le han acompañado a lo largo de su adolescencia.

He de confesar que «Heroes We Were» se ha convertido tras varias escuchas a todo el trabajo en una de mis canciones favoritas de todo él. Unos acordes llenos de esperanza y posibilidad, una mirada al pasado para ayudarnos a afrontar el incierto futuro, todo ello rubricado en un estribillo que me recuerda, y me lo vais a permitir, al último trabajo de una de mis bandas favoritas, Sunrise Avenue. Quizás, eso sí, sea solamente cosa mía, pero veo varias conexiones entre este tema y alguno de los de ese maravilloso «Heartbreak Century» que me ha llevado, una vez más, de un lado al otro de Europa.

«Feast or Famine» es otra de esas piezas musicales que entrelazan las supuestas fronteras entre lo eléctrico y lo electrónico, siendo difícil vislumbrar las líneas que separan lo uno de lo otro. Probablemente una de las composiciones que, por su estructura y sonoridad, más recuerden a su anterior ‘The Shadow Side’. No es de lo mejor del disco pero entra con la misma facilidad que el resto.

Más allá de Black Veil Brides

Si alguno de vosotros echaba de menos una balada como la que marcan los cánones de este tipo de lanzamientos recibiréis con los brazos abiertos «Heaven». Aquí la voz de Andy se funde cálidamente entre los dulces pasajes por los que nos hace transitar pausadamente las teclas de un piano que encuentra una inesperada interrupción en los melódicos arpegios de una solitario guitarra. Una de esas canciones dedicada por y para los corazones rotos. Todo un clásico.

La perfecta sintonía entre el sonido de Black Veil Brides y la propuesta en solitario de su vocalista la define exquisitamente un tema como «The Martyr». Una composición de texturas electrónicas y espíritu de rock and roll que coquetea constantemente entre riffs de guitarra y beats en continua pero complice competición entre unos y otros, hasta alzarse con todo el protagonismo de un estribillo, una vez más, marca de la casa.

La hora de la despedida

Y sin apenas un segundo para tomar aliento llegamos al último capítulo de nuestra historia con «Fire in My Mind». El compás acústico inicial pronto abandonará lugar para dejar paso a una percusión increscendo que anuncia el estallido electrónica que aguardaba en el corazón latente de su composición. Un agridulce canto que tanto anhela una libertad que solo una voz como la del vocalista que nos ocupa es capaz de concederle a ese joven de Ohio que un día fue. Una tan emotiva como necesaria despedida.

No nos engañemos, Andy Black y sus Black Veil Brides no son precisamente los más populares entre la parroquia del heavy metal, y este ‘The Ghost of Ohio’, lejos de redimirse con ella, se distancia completamente de sus fronteras. Un gran disco para todos aquellos que disfruten de su peculiar voz o estén dispuestos a dejarse sorprender por diversas inquietudes musicales que componen esta pequeña gran historia.