Fauna de acampada: el bestiario de los festivales veraniegos
Nos metemos en tiendas de campaña (al menos) una vez al año para los festivales de verano... rodeados de fauna cuyo comportamiento escapa a nuestra comprensión. A base de meticulosos estudios de observación hemos intentado describir algunos de los ejemplares mas interesantes. ¿Con cuántos de estos os habéis encontrado?
Todo lo que empieza llega a su fin. Si bien hace un tiempo os decíamos con un artículo «se acerca el verano y con él los festivales», hoy ya han pasado la mayoría de ellos y queda poco más de un mes (acompañado por la sequía de conciertos) para que entremos en otoño, la temporada alta de los conciertos en salas. Así pues, es momento de mirar atrás durante unos segundos, y recordar lo vivido en esos particulares eventos que nos hacen meternos en tiendas de campaña (al menos) una vez al año… rodeados de fauna cuyo comportamiento escapa a nuestra comprensión. A base de meticulosos estudios de observación hemos intentado describir algunos de los ejemplares mas interesantes. ¿Con cuántos de estos os habéis encontrado?
El minero ucraniano
Para muchos, el camping es meramente una zona de restauración. Y por restauración nos referimos al sano ejercicio de beber hasta bañarse en su propio vómito. No me he podido resistir a utilizar en su denominación la gloriosa comparación de Sinopsis de Cine que aparecía en su versión de «Rocky», puesto que «beber como un minero ucraniano» debería ser una expresión ya estandarizada, coronada en su grandeza. Lo llaméis como lo llaméis, es ese tío que siempre tendrá en la mano una botella, una lata o cualquier recipiente capaz de contener líquido (alcohólico) y posibilitar su ingestión. Por lo general se trata de un ente neutral, ni malo ni bueno por condición, simplemente imprevisible. Sólo hay algo seguro acerca de él: si le ofreces un trago, siempre lo aceptará. Vodka, Jägermeister, tequila o desodorante caducado, cualquier cosa sirve.
El inamovible
Te levantas, vas a darte una ducha, te acercas al supermercado, visitas los puestos de merchandising, ves conciertos… en un festival hay muchas cosas que hacer, ¿verdad? Al fin y al cabo, para eso hemos venido hasta este secarral/barrizal (ya dependerá del clima y zona geográfica del festival en cuestión). Sin embargo, parece que hay gente para la que todo esto es secundario. Para ellos lo importante es estar en el camping. No encontramos otra explicación a que haya personas que, siempre que te acercas a buscar algo a la tienda, estén allí. Hasta en hora punta de conciertos. Y no casualmente, no recogiendo algo que se hubiesen olvidado. Sentados, charlando. Pensarás que quizá son gente de por allí, que no tiene entrada para el festival y simplemente ha venido a pasar un buen rato. Entonces ves su pulsera. Te desconcierta. Pero en ese instante recuerdas que tú habías ido a la tienda a buscar aquellas latas de birra que creías que podías colar dentro los calzoncillos para el concierto de Municipal Waste, y ya te olvidas del tema.
El del refugio nuclear
Se les ve venir desde lejos. Si has hecho el trayecto en un viaje organizado y has compartido autobús con ellos, habrás visto que un tercio de la bodega les pertenece. Y es que más allá del clásico toldo, ellos van de festival cual tribu nómada. No contentos con esto, al llegar al recinto harán la religiosa visita al súper para comprar unas provisiones como mínimo cinco veces superiores a lo que serían capaces de consumir en ese lapso de tiempo. Seamos sinceros, cuando los vemos dormir en sus gigantescas tiendas de tres habitaciones, cuatro baños y caseta para el perro, nos entra la envidia. Ya si eso cuando cargan con todo ello a la vuelta, se nos pasa.
El MacGyver
De algún modo, lo contrario a lo anterior. El McGyver no lleva más de lo que requiere, más bien crea lo que necesita. Y son grandes en número: algunos mejor dotados que otros, pero compartiendo el rasgo de que valoran el ingenio por encima de todo. En varios años he visto desde sistemas anti-robo artesanales hasta… alguien intentar freír dos tiras de bacon en el techo de la tienda. Ya os dije que no todos eran igual de avispados.
El de la constructora
Llegas a la zona de acampada y encuentras un sitio perfecto para ti y todo tu grupo. Os disponéis a colocar las tiendas, pero de repente alguien os indica que os detengáis. Asegura que está reservando el lugar para sus amigos, que llegarán más tarde. En un 80% de los casos, el de la constructora es guiri, y en el 70% de estos no entenderás ni una palabra de lo que dice. No fuiste a clase de inglés el día en que hablaban sobre cómo disputarse el territorio de acampada, cara a cara con el enemigo. Suponiendo que lo que articula sea inglés. Al final accedes, puesto que defenderá ese lugar como si tuviera hasta permisos de construcción y no tienes ganas de tonterías. Te marchas unos cuantos metros más allá. El festival transcurre y el hueco sigue más vacío que el aeropuerto de Castellón. Y no sabemos por qué, pero siempre nos marchamos sin preguntarle qué les pasó a sus amigos.
El increíble hombre altavoz
Esta especie se divide en dos subcategorías, puesto que se trata de individuos distintos que tan sólo comparten como rasgo la emisión de altos decibelios. En primer lugar, el increíble hombre altavoz (interno) es aquel que está acampado 10 metros más allá, comentando lo malo que le pareció el concierto de Saxon del día anterior a un volumen gracias al cual le podrían ir los propios Saxon, quienes ya se encuentran en el país vecino listos para su siguiente actuación. Por otro lado, el increíble hombre altavoz (externo) es aquel que lleva consigo un aparato de reproducción a pilas. Ya sabéis a cuáles me refiero, esos que harían sonar cualquier disco de presupuesto millonario como si hubiese sido grabado con el equipo de Varg Vikernes en la cárcel. Y a un volumen criminal, por supuesto. Pensándolo mejor, ambos tienen otra cosa en común: puede que te hagan gracia a las dos del mediodía, pero con ese mismo panorama a las cuatro de la mañana quizá descubras tu insólita faceta homicida. Pero está bien. Al fin y al cabo, ¿no viajamos para conocernos mejor a nosotros mismos?
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