Mientras la competencia iba lanzando pedacitos poco a poco, los franceses se han dedicado a observar en las sombras y a trabajar más rápido y más eficientemente que nunca. Llegado el día, lanzan la bomba: un 80% de las bandas anunciadas, con unos increíbles ocho meses de antelación. Y la gente enloquece.

De todas las vertientes de la burbuja inmobiliaria y la crisis del ladrillo en España, probablemente la más impactante en el mundo de la música fue la situación festivalera que vivimos a mediados de la década pasada. Decenas de festivales, de todos los gustos y colores, poblaban la península, contribuyendo a una saturación que acabó por detonar hacia 2009 y 2010, años en los que la oferta quedó reducidísima. Una vez pasado el susto, parece que los brotes de nuevos eventos empiezan a aflorar (algunos absolutamente innovadores como Be Prog My Friend, otros readaptando propuestas pasadas como en el caso de Rock Fest y su desaparecido hermano Metalway), pero sigue estando claro que por mucha oferta que tengamos en nuestro país, para los que tienen posibilidades de salir al extranjero está claro que gran parte de los auténticos caramelos están ahí fuera. Evidentemente, en España actualmente tenemos grandes festivales con carteles envidiables, pero ya sabéis: aunque tengamos una gran liga, a todos nos gustaría jugar en la Champions League.

A la hora de preparar un viaje al extranjero de estas características, está claro que queremos poder tomar una decisión tan pronto como sea posible para cuadrar fechas y transporte, y esto pasa por la celeridad de los festivales a la hora de anunciar sus primeras bandas. Algunos deciden sacar unas pocas de sus cartas recién acabada la edición anterior, otros deciden esperar a septiembre para destapar una cuarta parte de lo que será el plantel final… son muchas las maneras, pero lo que está claro es que la estrategia de cada uno es decisiva para que los indecisos (porque ya sabemos que además de estos, cada festival tiene su fanbase inamovible que repite año tras año) tomen una dirección u otra.

hellfest2014Si bien hace unos meses ya alabábamos el increíble trabajo que está haciendo Hellfest estos últimos años, desde que se acabó la edición de 2014 sabíamos que la próxima iba a ser decisiva. El décimo aniversario, justo después de un año tan impresionante en el que habían conseguido cosas tan inimaginables como darnos la posibilidad de ver a leyendas como Emperor y Black Sabbath reunidas en un mismo día, iba a ser absolutamente especial, y por ello se decidieron a cambiar su estrategia. En lugar de su tradicional primer anuncio en septiembre con una cuarta parte del cartel definitivo, esta vez han decidido esperar. Mientras la competencia iba lanzando pedacitos poco a poco, los franceses se han dedicado a observar en las sombras y a trabajar más rápido y más eficientemente que nunca. Llegado el día, lanzan la bomba: un 80% de las bandas anunciadas, con unos increíbles ocho meses de antelación. Y la gente enloquece.

Podrá gustar más o menos su filosofía como festival, podrán gustar más o menos sus acomodaciones, pero lo innegable es que Hellfest este año ha hecho una jugada maestra con el timing de su anuncio, porque ningún otro festival europeo es capaz de desvelar prácticamente su cartel completo con tantísima antelación. Y no sólo se trata del tiempo, sino también de la calidad del mencionado: si bien ha habido años con mayores picos, es más que probable que esta edición sea la más equilibrada que hayan hecho nunca en cuanto a estilos y escenarios. En primer lugar, se han sabido desmarcar en una medida relativa del «sota, caballo, rey» que impera en cuanto a cabezas de cartel: apostar por concederle ese estatus a unos flamantes Faith No More (una de las bandas más innovadoras y sorprendentes que hayan existido en la historia del metal) que lanzan su primer álbum de estudio en ni más ni menos que dieciocho años, por encima de leyendas más vistas que el tebeo como Judas Priest, es una jugada tan valiente como inteligente.

Pero la gracia de todo esto es que, aunque hayan decidido que no sean Halford y compañía cabezas de cartel, la alineación de metal clásico sigue quitando el hipo. Porque no sólo tenemos a Scorpions, sino también a muchas otras bandas míticas que pese a estar muy vistas, confieren autoridad en una posición más discreta: Motörhead, ZZ TopAlice Cooper no podían faltar. La mayor baza del festival francés es la variedad y el saber contentar a prácticamente todos y cada uno de los sectores de los seguidores del metal y el rock, con un conocimiento de mercado que ya quisieran muchos otros titanes europeos. Caramelitos como Coffins, EnvyWeedeater, Ne Obliviscaris, Skinless, Ahab, Terra TenebrosaMütilation o Defeater son lo que confiere ese inevitable gusto a eclecticismo que desprende el cartel, diseñado al milímetro para llamar la atención tanto de aquellos curtidos que necesitan bandas difíciles de ver como la de aquellos que nunca han visto a grupos típicos de festival como At the Gates, Meshuggah, Anthrax, MayhemKorn, Madball o Slash.

hellfest 2015Si esto no fuera suficiente, qué decir de ese ansia por satisfacer a los más abiertos de mente, trayendo algunas joyas contadas que se saldrían de los estilos típicos de un festival así: Wovenhand, Beastmilk, Russian Circles o Killing Joke dan buena cuenta de esto. A nivel de bandas, ningún festival del tamaño de Hellfest es capaz de crear una selección tan cuidada y equilibrada, y probablemente la mayor crítica en su contra sea que, pese a esto, las instalaciones dejan mucho que desear y se echa en falta el aspecto festivo de eventos como Wacken. Sobre lo primero, está claro que vista la asistencia en 2014 va a ser una prioridad para el festival el mejorar la comodidad para evitar en la medida de lo posible las aglomeraciones…  y respecto a lo último, el año pasado ya fuimos testigos de que se está trabajando en ello, y tened por seguro que acabará estando a un gran nivel. Por mucho espíritu que haya en un lugar como Wacken, no se puede vivir eternamente del nombre y la gloria pasada. Hay que trabajar día a día, como con un anuncio así han demostrado que hacen en Clisson.