Havok: “lo fundamental es tener un buen riff”
Havok presenta ‘V’, quinto álbum de larga duración que viene a reafirmar el camino trazado durante más de una década de trayectoria. El cuarteto de thrash metal estadounidense presenta un álbum que funde lo mejor de la esencia clásica del género con la producción y el atrevimiento de la creación contemporánea, al mismo tiempo que abre nuevas vías líricas y conceptuales.
‘V’ es su producción más compleja hasta la fecha. Según el vocalista y guitarrista de Havok, David Sanchez, el grupo ha pasado “más tiempo que nunca” cuidando los pequeños detalles. “El tipo de micrófonos empleados, su colocación, los parches y afinaciones de batería, los amplificadores…”. En el apartado de amplificadores de guitarra, probaron “hasta 16 combinaciones diferentes, con el fin de conseguir un sonido realmente explosivo”.
El frontman de la banda estadounidense asegura que en los anteriores discos también cuidaron estos aspectos, “pero no tanto como ahora”. El esfuerzo ha sido grande para la formación de Colorado y subrayan que a ello se debe la singularidad del resultado: “Es un disco con una personalidad propia, hemos tratado de alejarnos de la norma sonora de las producciones de metal y hacer algo más orgánico”.
“Es un disco con una personalidad propia, hemos tratado de alejarnos de la norma sonora de las producciones de metal”
‘V’ ha sido grabado, mezclado y masterizado por Mark Lewis (Cannibal Corpse, The Black Dahlia Murder) y según Sanchez, han acertado a la hora de centralizar todo el proceso en la misma persona. “Lewis se ha involucrado por completo y esto ha facilitado el camino. Si cuentas con muchas personas diferentes, el proceso puede volverse más complicado. Debes explicar a cada una de ellas tu concepto sobre el sonido y el disco, deben entender tus objetivos”. Añade que Lewis ha sido el testigo “más cercano” de todo el proceso y, por ello, “conocía las decisiones que debía tomar para llegar a la meta deseada”.
El enfoque compositivo de Havok ha cambiado con el paso de los años, pero hay algo que, según Sanchez, sigue intacto: “Lo fundamental es tener un buen riff. Debes partir de ahí o la canción no funcionará”. El frontman explica que la composición parte mayormente “de las guitarras” y después añaden “el resto de capas” a la música. En lo referente a los cambios, sostiene que el concepto creativo del cuarteto “se ha transformado” y ahora intentan que “cada instrumento tenga su propio lugar”. Como ejemplo señala el trabajo a las seis cuerdas, donde han evitado “hacer exactamente lo mismo para ambas guitarras” y han tratado de “construir diversas capas armónicas, con el fin de otorgar una mayor grandeza a las canciones”. Sin embargo, Sanchez indica que también ha habido “fases complicadas”. Detalla que “en ciertos momentos nos hemos centrado tanto en una parte concreta que hemos perdido la perspectiva general”.
“Brandon Bruce no solo ha compuesto sus líneas de bajo, sino que ha hecho una gran aportación a las canciones en general”
El quinto álbum de estudio de la banda también trae novedades al seno de su formación. Brandon Bruce es el nuevo encargado a las cuatro cuerdas. Bruce ha tenido que hacer frente a un reto doble, por una parte, la tendencia cambiante del puesto que asume (se trata del cuarto bajista del grupo en los últimos cuatro discos) y, por otra, la brillantez de su antecesor, Nick Schendzielos, quien destacó en especial con sus tan personales líneas de bajo en el anterior disco de Havok, ‘Conformicide’. Sanchez remarca que trabajar con Bruce “ha sido muy enriquecedor” y resalta su contribución: “No solo ha compuesto sus líneas de bajo, sino que ha hecho una gran aportación a las canciones en general”. El peso de Bruce no se ha limitado a los arreglos, “ha sido fundamental a la hora de determinar las estructuras de las canciones, jugar con diferentes intensidades y pasajes para hacer el resultado final más interesante”.
‘V’ es también un álbum de contrastes, ya que en él cohabitan las canciones más cortas y más progresivas que la banda ha realizado hasta la fecha. Sanchez afirma que el contraste ha sido algo deliberado, algo con lo que querían “reflejar las diversas vertientes que Havok es capaz de abrigar en un mismo álbum”. El frontman acepta que esta vez lo han hecho “de una forma fragmentada”, es decir, “hay algunas canciones muy cortas y rápidas, y otras de corte más elaborado, con tintes progresivos y pasajes lentos, densos”. Y remarca que uno de los retos futuros es “combinar ambos extremos en la misma canción, conseguir que todo se funda en la misma pieza”.
Precisamente “Don’t Do It”, el último tema del disco, combina ambos aspectos y explora nuevos territorios estilísticos. Para Sanchez, es “un corte muy especial”, ya que “varios de sus riffs fueron compuestos hace aproximadamente diez años, en los inicios creativos de la banda”. El frontman relata que son fragmentos que “siempre” quisieron utilizar, pero quedaban “apartados” y ahora han encontrado el modo de encajarlos “de forma adecuada”. La letra de esta canción aborda un tema delicado y todavía tabú en amplias capas de la sociedad: el suicidio. En los últimos años la tasa de suicidios entre la población joven de Estados Unidos ha subido de forma exponencial y esto se convirtió para Sanchez en “algo realmente preocupante”. El vocalista detalla: “conozco la depresión, yo mismo he atravesado periodos oscuros y complicados, fases en las que el peso de esta sociedad me ahogaba y esos pensamientos negativos rondaban mi cabeza, pero debes salir del agujero”. Sanchez siente el título de la canción (en inglés: “No Lo Hagas”) como “una señal de alerta” y añade: “he querido animar a los jóvenes a que se agarren a las cosas buenas que los rodean”.
“Conozco la depresión, yo mismo he atravesado periodos oscuros y complicados, pero debes salir del agujero”
En general, las letras de ‘V’ son más introspectivas, pero los temas políticos y sociales vuelven a atravesar todo el álbum. Según Sanchez, “el arte no siempre debe ser algo político”, aunque afirma que “puede servir para cambiar y mejorar las cosas, para transmitir mensajes constructivos”, el líder de la formación de thrash metal indica que “ese es el verdadero valor político de la música”. Añade que dotar al arte de un cariz político será positivo si hace que la ciudadanía “deje de ver y escuchar publicidad, programas de televisión o representantes políticos que comunican en la misma dirección y nos quieren a su merced”. Y en el caso concreto de la música opina que “posee un valor especial, ya que esos mensajes se transmiten a través de las letras, unas letras que van acompañadas por ritmos y melodías que gritas, coreas, te hacen vibran en un concierto de directo y, a fin de cuentas, van calando hasta el interior”.
En pleno 2020, el renacer del thrash metal vivido a comienzos de siglo parece haberse diluido, hecho que Sanchez achaca a una transformación más amplia: “el panorama musical ha cambiado por completo, no solo para el thrash metal sino para todos los géneros. Me gustaría que existiera otro Metallica, pero no creo que vaya a suceder”. De todos modos, la cara visible del cuarteto de Colorado sostiene que son “muchas” las bandas que hacen “metal rápido, agresivo y furioso”, sea en el thrash o en los estilos colindantes. “Ese espíritu es el que nos une a todos por encima de subgéneros y categorizaciones estilísticas”. De cara al futuro, augura: “el punto de inflexión llegará pronto, cuando las bandas grandes cuelguen los instrumentos y dejen de girar para siempre. Slayer ya lo ha hecho y el resto no está tan lejos… es cuestión de tiempo. Entonces veremos en qué rumbo se mueve el nuevo escenario”.
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