Almanac: Tsar
Una vez digerido el debut de Almanac, “Tsar”, es obvio que lo que ha hecho Smolski sigue la estela obvia: suena a Rage por los cuatro costados porque Smolski era el principal conductor musical de Rage desde hace casi dos décadas.
Ya hace unos años, reunidos ante una cerveza en un bar de algún pueblecito alemán que no recuerdo pero probablemente cercano a la ciudad de Colonia, donde acabábamos de degustar una cena en el Hard Rock Café local,Victor Smolski se sinceró. “Yo lo hago todo” me decía ante una grabadora, con sus ahora ex-compañeros de Rage en otra mesa riendo y hablando con amigos y gente de la discográfica. “Lo hago de buen gusto pero la presión de darle forma a todo es agotadora”. Smolski daba a entender que, más allá de componer algo de música y escribir las letras, el líder histórico de Rage Peavy Wagner le encasquetaba todo el trabajo a él. Los arreglos orquestales, la composición integra de la música, la supervisión de la producción junto a Charlie Bauerfiend, etc.
La revelación me sorprendió porque habitualmente, en época de promoción, los grupos no están por la labor de sembrar desacuerdos en su seno. Pero Smolski parecía serio y harto. Aún tardó unos años, pero el guitarrista ruso terminó saliendo de Rage a principios de 2015 y montando su propia banda, Almanac -no sin antes intentar llevarse por delante la Lingua Mortis Orchestra, que al final ha quedado en manos de Peavy Wagner.
Una vez digerido el debut de Almanac, “Tsar”, es obvio que lo que ha hecho Smolski sigue la estela obvia: suena a Rage por los cuatro costados porque Smolski era el principal conductor musical de Rage desde hace casi dos décadas. No está la voz de Wagner, obviamente, pero la música podría ser parte de “Speak of the Dead”, “Carved in Stone” o cualquiera de los discos de los últimos diez o doce años. Suena que atruena porque, ante todo, Smoslki es un músico y compositor excelente, de incalculable valor, capaz de barnizar de magnificencia hasta el tema metalero más mediocre de la historia (y de estos, Rage tenían unos cuantos!). Los vocalistas de los que se ha rodeado (Andy B Franck de Brainstorm y David Readman de Pink Cream 69 principalmente) son dos fuera de serie con un rango vocal mucho más amplio que el del amigo Peavy en los últimos años, lo que da lugar a una especie de versión “mejorada” de Rage aunque sin la obvia personalidad de su fundador histórico.
Entre los temas de “Tsar”, destacan las grandes orquestaciones del tema título, que abre el trabajo, los detalles cinemáticos de “Hands are Tied” que se combinan muy buen con un solo jazz-blues de Smolski, los grandes coros de “Children of the Future” y la variedad contenida dentro de “No More Shadows”, otro de los temas largos del disco, con más de ocho minutos. La orquesta nunca sobrepasa a la banda y se mantiene en un segundo plano muy correcto en la mayoría de canciones, adornando pero sin abarcar demasiado protagonismo. Lo mismo sucede con la guitarra de Victor. Si, es un shredder pero lo suele demostrar en contados momentos (un barrido aquí, un tapping aceleradísimo allá) y nunca en detrimento de la canción. El solo de “Self-Blinded Eyes” es una masterclass de shred en si mismo, pero el pasaje “Darkness”, de apenas un minuto de duración dice más de sus cualidades como guitarrista y compositor que cualquier solo shred.
En líneas generales, el debut de Almanac es muy bueno. No cabe duda de que Smolski sabía lo que estaba haciendo y no ha dado un paso en falso. Para hacer toda la faena en Rage y compartir ingresos y protagonismo, lo hace en su propia banda, que le luce incluso más.
Uno de los discos metal sinfónico del año. Al tiempo.
Grupo:Almanac
Discográfica:Nuclear Blast
Puntuación:8
Canciones:
- 01. Tsar
- 02. Self Blinded Eyes
- 03. Darkness
- 04. Hands Are Tied
- 05. Children Of The Future
- 06. No More Shadows
- 07. Nevermore
- 08. Reign Of Madness
- 09. Flames Of Fate
Año:2016-03-18
Votación de los lectores:5
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