Okkult Session 2018: Una noche cargada de oscuridad
Okkult Session es un nuevo mini festival surgido para explorar y poder acercar a aquellas bandas de estilos más siniestros y oscuros al público.
Los amantes de la música más tenebrosa, estrambótica y tétrica tenían una cita en la sala Mon de Madrid con la finalidad de poder disfrutar de cinco grandes bandas de lúgubres estilos, todas complicadas de ver por nuestras tierras, y más si se trata de verlas todas en conjunto. El cartel concentraba a cinco bandas extranjeras, encabezadas por Godflesh y Amenra, que acompañados de Dool, Sinistro y Louise Lemón se encargarían de llenar la sala Mon hasta los topes en la velada del sábado. La temprana hora para la que estaba prevista la apertura de puertas hizo que poca gente se presentara para la hora de la cita, prevista para las cuatro de la tarde. Por ese motivo hubo retrasos de media hora, que posteriormente no afectaron a las actuaciones.
Louise Lemón: Destellos de luz en la penumbra
La cantante sueca pisaba tierras españolas junto a su banda por primera vez en su carrera con Louise Lemon. Con puntualidad a la inglesa daba comienzo la actuación de la agrupación escandinava. Una figura encapuchada, enfundada en una larga capa y un inciensario en la mano ambientaba el hasta aún desierto escenario. Era “Shipwreck”, de su EP “Purge” la que inauguraba su actuación y el festival. Su música es autodenominada como “death góspel”, y emana influencias de los años 60 y 70, de bandas tales como Fleetwood Mac o PJ Harvey. Si todo ello lo mezclas con melodías oscuras de bajo tempo y la suave y dulce voz de la señorita Lemon da como resultado la peculiar música que esta banda defiende. Los pasajes oníricos a los que nos trasladan sus melodías serían muy diferentes del que definirían la música de las bandas que actuarían a continuación, pero la personalidad de la agrupación escandinava encandiló a las decenas de almas que apostaron por saltarse la siesta y ver el festival desde primera de la tarde.
Uno de los despuntes en su actuación fue “Cross”, single de su nuevo álbum “A Broken Heart Is an Open Heart”, el cual verá la luz durante la primavera del próximo año.
Sinistro: Teatralidad en clave de doom
Tras el prolongado tiempo de cambio de backline acontecía la actuación de los portugueses Sinistro. Los lisboetas cuentan ya con previa experiencia en actuar por nuestras tierras, haciéndolo en ocasiones pasadas en importantes salas como la Razzmatazz 2 de Barcelona o en el Resurrection Fest. A la capital en esta ocasión acudían para presentar su nuevo trabajo “Sangue Cássica”. Su show pondría la nota de doom a la velada, un estilo musical que consiguen llevarse muy a su terreno añadiendo a sus composiciones elementos de los fados tradicionales de su país.
Su setlist encuadraría temas del su citado nuevo disco entrelazados con temas más antiguos y clásicos de la agrupación de Lisboa como “Cidade” o “Partida”. Las miradas durante la interpretación de todas ellas se centraban en la figura de la excéntrica vocalista Patrícia Adrade, quien a ritmo de los acordes de sus compañeros de banda teatralizaba el show convulsionándose cual muñeca diabólica. Transmitiendo así la particular manera que tiene de sentir la música que compone.
La representación de los lisboetas pasó algo desapercibida debido a los problemas de sonido con los que contaron, sobre todo en el micrófono, lo cual hizo que los gritos y susurros que Patrícia emitía en su lengua natal se perdieran entre el barullo que provenía del resto de instrumentos.
Dool: Ni los problemas técnicos pudieron parar la tralla de esta banda
Otros que se estrenarían en nuestras tierras serían los holandeses Dool. El quinteto proveniente de Rotterdam se encargarían de darle forma a show más alternativo y a la vez más cañero de la noche.
Aun teniendo un inmenso margen de tiempo para aclimatar el escenario a su gusto, parte del cual usaron para realizar su prueba de sonido; la banda proveniente de Holanda siguió contando con problemas de sonido, sumado a la rotura de una de las cuerdas de la guitarra, seguido del mal funcionamiento de su amplificador, lo que desembocó en un parón en su actuación. Pero eso no hizo que Dool se vinieran abajo, sino al contrario, pues la banda comandada por Ryanne van Dorst sacó más furia para darle al público lo mejor de ellos.
Su música se ve influenciada por diversas corrientes, como puede ser los oscuros de A Perfect Circle o The Cult, el rock alternativo o el gótico de los años 80, por lo que su música puede ser calificada como la más “viva” del festival. Cortes como “The Alpha” o “She Goat”, provenientes de su debut “Here Now, Then There”, caldeaban el ambiente al máximo ante una audiencia entregada que casi llenaba la sala a esas horas de la noche. El despunte fue el homenaje a Killing Joke versionando de una manera muy particular su “Love Like Blood”.
Amenra: Hola, ¿hay alguien ahí?
Llegaba la hora de “disfrutar” de uno de los platos fuertes del cartel. Hablamos de los belgas Amenra quienes aprovechan la salida de su sexto “Mass” para venir de gira por España. Esta banda es una de las pocas que no busca ni el agrado ni el deleite de sus asistentes, sino por el contrario sumergen a la gente en un mar de dolor y sufrimiento a través de su metal post-hardcore/depressive black.
La congregación de personas máxima se alcanzó durante la actuación de los de Kortrijk, personas que trataban de compartir en silencio sentimientos con el vocalista Colin H. van Eeckhout. Es indudable que la agrupación de Bélgica se encuentra en el punto álgido de su carrera (véase la cantidad de gente que vino al festival solo para verles a ellos), y es que hoy en día se ha puesto de moda eso de defender propuestas cuanto más extrañas, mejor, encima de un escenario.
El show de la pasada se dio un escenario donde reinaba una total oscuridad, donde el cantante Collin se mostraba todo el tiempo de espaldas al respetable, arrodillado en un felpudo con el logo de la banda, mientras se desgarraba (literalmente) la piel al tiempo que emitía los gritos que componen los versos de sus canciones.
Lo que los seguidores de la banda parecían comprender e interiorizar durante la larga hora y cuarto de actuación de Amenra, a otros se nos hizo un suplicio bastante cargante que aguantar. Ver a una persona arañarse y herirse a sí misma no es plato de buen gusto para la mayoría de gente, y eso que en esta ocasión al vocalista no le dio por poner ganchos por todo su torso. Aunque aquí para gustos, colores.
Godflesh: Más activos que nunca
Tras despejar el escenario por completo y colocar tan solo una pareja de amplificadores, el dúo formado por Justin K. Broadrick (voz, guitarra y programación de ritmos) y G. C. Green (bajo) salía a escena con “Anything Is Mine” de su disco “Selfless” editado en 1994. El cartel los colocaba en la cabeza de este festival, siendo así el plato principal de la velada. Esta denominación ha sido ganada con creces por una banda que lleva en activo desde el ya lejano 1988.
Aunque su trayectoria no haya sido regular, registrando en ella un parón de 8 años, Godflesh es considerada como una de las bandas de culto del metal industrial, siendo influencia de grandes bandas como Metallica, Danzig o Ministry. Hacía tres años que no se pasaban por la capital, por lo que el fervor era palpable entre el público, que había disminuido en cierta medida cuando comenzó a tocar la banda de Birmingham.
El protagonista de la noche fue “Post Self”, último trabajo de estudio de la agrupación inglesa y el cual abarcó cuatro temas del setlist: “Parasite”, “No Body” y “Be Good”, las cuales acontecerían tras la que da título al álbum. Este cuarteto abarcó la parte media de su actuación, dejando para el final “Heart Dirt” y “Like Rats”, dos de los hits de los ingleses. La escasa hora y cuarto que la pareja interpretó once temas se hizo hasta corto, echando en falta los fans más acérrimos algún que otro tema de su época dorada.
Lo que en cuanto a música se refiere este festival se llevó a cabo y con nota, dejando satisfecho a los fieles del estilo. Una propuesta diferente que pretendía dar cobijo a la rama del metal más melancólica y oscura, algo que es de agradecer al escasear en cierta medida los conciertos de este estilo. La primera edición supuso un éxito, aunque siempre quedan cosas por pulir, como por ejemplo el largo tiempo que supusieron los 35 minutos de cambio de backline de cada banda, que en conjunto suman alrededor de dos horas y media de tiempo muerto sin mucho que hacer.
Texto y fotos: Tamara Ruiz
Promotor:Madness Live
Día:2018-09-29
Hora:16:00
Sala:Mon Live
Ciudad:Madrid
Teloneros:Godflesh Dool Amenra Sinistro Louise Lemon
Puntuación:7
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