Podemos entrar en el juego de si estuvieron mejor o peor que la otra vez, pero en definitiva uno ya sabe lo que va a ver con esta formación de Barón Rojo. Evidentemente lejos están de la formación original, pero tampoco defraudan, y revives todas esas sensaciones de unos cortes atemporales que, por momentos, te ponen la piel de gallina.

Lleva el Barón varias giras por la Península y lanzándose al extranjero en diferentes festivales musicales. No les va nada mal, la verdad. Pero claro, si uno compara estos conciertos con los que pudimos ver de la formación original, las sensaciones no son las mismas. Tampoco tienen culpa alguna Gorka Alegre ni Rafa Díaz, al contrario, su papel es perfecto. Pero en general da la sensación de que la cosa no termina de despegar y en momentos del directo hay vuelos rasantes. Evidentemente continua siendo un auténtico placer el disfrutar de la que es la mejor banda de rock hispana y es todo un detalle que buceen en su discografía y revivan clásicos que habían quedado en el olvido.

Muy buen papel de la banda telonera Zermeño, procedentes del Prat de Llobregat y armados con tres guitarras. Consiguieron conectar con la gente a pesar de que el estilo se alejaba un poco de los Barones, de los cuales son fervientes seguidores. “Loco por el rock and Roll” o las combativas y criticas “Aiguesh del Prat”, “Trabajart” o “Balada del PP” sonaron aportando buen rollo a los presentes. Buen nivel atesorado, momentos muy logrados con el juego de las guitarras y un buen final con “Hay poco Rock and Roll” de Platero y Tú.

El sonido de Barón costó ecualizar pero pronto pudimos oír los juegos de voces entre los hermanos de Castro de forma nítida. Entre sonrisas la banda mantiene el tipo y juega puntualmente con coreografías moviendo guitarras o marcando pasos. Dan mucho color y dinamismo al directo. Esperaba la genial “Cueste lo que cueste” pero en su lugar cayó “Alí Baba y los 40”, con esa referencia a los 40 Principales. También me sorprendió gratamente “Travesía urbana” y sobretodo “Fugitivo”. Buena entrada y mucha presencia de niños acompañando a sus padres, tan entregados o más que sus progenitores. El primer clásico como tal fue “Incomunicación” y ambos hermanos se turnaban a las voces. En algún momento Armando no llegó a alguna nota pero el directo fue constante a pesar de que algunos temas de su nueva etapa recibían una tibia acogida, caso de “Fronteras” o “Bajo tierra”.

Los temas más conocidos empezaron a hacerse su hueco y pronto la gente, muy entregada, aclamó al Barón como bien merecía. “Al final volverán” y “Se escapa el tiempo” precedieron pues a “Campo de concentración”. Es genial poder corear himnos de tamaño calibre. Debo ser de los pocos que degustaron las canciones de The Who versionadas en castellano: “La reina ácida” y “El Rey del Pinball”. Sigo aplaudiendo el atreverse a meterse en tan arriesgada aventura. “Satánico plan”, “Volumen brutal” o “Las flores del mal” van cayendo para disfrute de los presentes. A esas alturas la maquinaria estaba bien engrasada y la cosa mejoraba incluso superando conciertos anteriores en la Ciudad Condal. Mucho mejor la segunda mitad que la primera… “Hermano del Rock and Roll” siempre me trae recuerdos personales pues posiblemente fue mi primer contacto con el heavy metal. En su día opiné “menuda mierda” y volví con mis amados Beach Boys, pero ya con el acné en la cara, volví a atrapar al Barón en pleno vuelo… Cada uno de nosotros tiene un tema de Barón Rojo que le toca la fibra, y eso es muy grande para un grupo.

“Con botas sucias” e “Hijos de Caín” son enormes. Imposible quedarse quieto y lanzarte a dejarte los pulmones. Era la traca final y no hubo tregua alguna. “Cuerdas de acero” es de las que más lucen con esta formación y poco o nada cabe añadir ante pedazos de historia sonora como son “Los rockeros van al infierno” o “Concierto para ellos”. Fueron más que generosos con la audiencia y terminaron con dos temas emblemáticos como “Resistiré”, con esa letra más vigente que nunca, y con la balada de las baladas: “Siempre estáis allí”. La canción ideal para despedir a la audiencia pues versa precisamente sobre cuando la gente vuelve a casa después del concierto.

Podemos entrar en el juego de si estuvieron mejor o peor que la otra vez, pero en definitiva uno ya sabe lo que va a ver con esta formación de Barón Rojo. Evidentemente lejos están de la formación original, pero tampoco defraudan, y revives todas esas sensaciones de unos cortes atemporales que, por momentos, te ponen la piel de gallina. Gorka y Rafa excepcionales y la sola presencia de los hermanos ya impresiona. Pero está claro que el material nuevo no termina de calar y que hay momentos en los que hay bajones de intensidad. Supongo que no tendría excesivo sentido invitar a un cantante, pero quizá el proyecto necesite algo nuevo y sorprendente. El disco versionando a The Who lo fue, pero parece que no terminó de gustar a todo el mundo. De todas formas lo que sí queda claro es que el Barón siempre es bienvenido a Barcelona. Esperemos que siempre estén allí…

Promotor:Truhman Producciones

Día:2015-04-10

Hora:20:00

Sala:Sala Bóveda

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Zermeño

Puntuación:7