Cabe decir que sorprende la baja afluencia de público, especialmente si consideramos que un año atrás el doble de cartel de UDO y Primal Fear había casi llenado la sala Razzmatazz 2 con 800 personas. ¿Donde estaba toda esa gente el otro día por la noche?

En términos de metal, UDO es lo más parecido a un depósito bancario a plazo fijo. Sin sorpresas, con un interés seguro, y que cada año te ofrece algo de rentabilidad para tus ahorros de tipo conservador y enemigo del riesgo. UDO no se desvía del guión ni un milímetro, sigue haciendo en 2015 el Heavy Metal que hacía en 1988 y, por favor, que nadie lo cambie.

En su nueva visita a Barcelona, un año después de la última, el diminuto y robusto alemán afincado en Mallorca -cómo no- venía presentado un nuevo disco titulado «Decadent». Pero vaya, que podría haber venido presentando cualquiera de los últimos cinco discos. No habría importado. Doscientos fieles se acercaron a verle en la sala Salamandra (cada vez menos frecuente en la programación de conciertos de estrellas internacionales, parece ser) de Hospitalet de Llobregat, la mayoría nostálgicos de una era que ya fue y que gusta mucho recordar. Ver al propio Udo Dirkschneider salir a escena con su camisa militar y con todo el escenario lleno de plantas de camuflaje es emotivo. Es como ir a comer a casa de tus padres: la situación perfecta es aquella en la que nada ha cambiado. Los cuadros están en el mismo sitio y tu madre cocina igual. Jodidos estamos el día en que mamá se compre una Thermomix o que el señor Dirkschneider experimente con el rock progresivo. El propio público, heavies de pura cepa todos, parece sacado de un túnel del tiempo. Parches, greñas mezcladas con alopecia y muchas histórias de hace veinte años que contar. UDO mueve a un sector de gente a la cual no le interesa lo nuevo, no le interesa el cambio. Le interesa que todo siga en el mismo lugar que estaba. Dirkschneider es conocedor de su público y les da exactamente lo que buscan: heavy metal sin cosas raras. En la cara, con dobles bombos, guitarras sangrantes, voces rasgadas y coros de guerrero malherido. Todo lo que esperas sumado a una ristra de himnos atemporales de Accept que sirven de colofón final.

En esta ocasión el setlist de UDO tenía tres partes muy diferenciadas, como pudimos ver en el show de Barcelona. Una primera tanda de canciones más centrada en los últimos trabajos, con canciones como “Speeder”, “Decadent” y “Under Your Skin” del CD más reciente, y otras a modo de recuerdo a “Steelhammer”, “Mean MAchine” o “Solid”, caso de las canciones “Black Widow”, “Independence Day”, “King of Mean” y demás. Lo inesperado viene con el segundo set, acústico y novedoso. Ahí UDO desempolva “Faceless World”, “Metal Eater” y algunas también recientes como “Let Me Out” o “Secrets in Paradise”. Una nueva manera de escuchar a un artista al que es difícil ubicar fuera de las sonoridades puramente metálicas. Finalmente, la traca final viene con el esperado atracón de clásicos de su antigua banda: cuatro canciones que son sempiternas y que nunca faltan en sus conciertos. Obviamente se trata de “Princess of the Dawn”, “I’m a Rebel”, “Fast as a Shark” y la que cerró el show, “Balls to the Wall”. Los cuatro temas más coreables, memorables y clásicos de Accept. Imagino que Udo los sigue tocando a regañadientes porque los fans quieren escucharlos, porque lo cierto es que el pequeño gran hombre reniega bastante de su trayectoria en la banda, especialmente en un momento como el actual en el que estos están girando y grabando nuevos discos.

El sonido del concierto fue muy bueno, como suele ser el caso en Salamandra. Bien ecualizado y con brillo allí donde toca. La banda, obviamente, sabe lo que hace. El tándem de guitarristas formado por Andrey Smirnov y Kasperi Heikkinen es tremendo, aunque la principal nota simpática la pone Sven Dirkschneider, hijo del vocalista y actual baterista de la banda. El chico golpea como es debido y no parece estar ahí precisamente por ser el “hijo de”. A lo largo del concierto demostró su valia sobradamente.

Cabe decir que sorprende la baja afluencia de público, especialmente si consideramos que un año atrás el doble de cartel de UDO y Primal Fear había casi llenado la sala Razzmatazz 2 con 800 personas. ¿Donde estaba toda esa gente el otro día por la noche?

Promotor:Eclipse Group / RRS Promo

Día:2015-04-16

Hora:21:00

Sala:Salamandra

Ciudad:Hospitalet de Llobregat

Teloneros:Sister Sin

Puntuación:8