El disco debut de Evanescence fue una explosión a todos los niveles. Canciones como Bring Me To Life", "Going Under" o "My Immortal" son y será clásicos de la banda estadounidense que irrumpieron en la escena el 4 de marzo de 2003.

No todas las bandas pueden presumir de que su álbum debut sea un éxito, pero Evanescence pueden decirlo con la cabeza alta. Sin embargo, no siempre lo tuvieron fácil. Pese al éxito de la banda en 2003 con la publicación de su debut ‘Fallen’, también fue un año complicado con la salida de Ben Moody en plena gira o la de David Hodges nada más terminar la grabación del álbum y las controversias que siguieron a ambos. Pese a todo, eso no ha sido un impedimento para lograr 7 discos de platino solo en Estados Unidos, ganar dos premios Grammy y vender más de 17 millones de discos en todo el mundo.

Esa era la doble realidad de la banda, con unos problemas internos que la pusieron en peligro pese a su éxito comercial. A pesar de que no han podido mantenerse en la cima a ese nivel posteriormente, han logrado convertirse en una de las bandas noveles más relevantes de esa época en la escena gracias en gran parte a una artista como cabeza compositiva que se convirtió en un icono: Amy Lee.

El característico estilo de la banda abarca diversas raíces que van desde el nu metal hasta el metal gótico, pero el elemento que se lleva el protagonismo es la melódica voz de Lee, que aporta una gran personalidad al sonido de la banda. Actualmente, es habitual y aceptado encontrar bandas de metal lideradas por una voz femenina, pero hace dos décadas todavía existían ciertas reticencias.

Por otro lado, en ‘Fallen’ destacan otros elementos a parte de su voz, con himnos que ya forman parte de la historia de su género. «Bring Me To Life», «Going Under» o «My Immortal» son, pese a quien le pese, canciones que marcaron su época. Su estilo sencillo pero con una belleza muy personal, las convierten en piezas casi adictivas. Por el mismo motivo, incluso sin ser tan conocidas, destacan «Everybody’s Fool», «Imaginary» y la balada «Hello». Entre todas esas canciones convierten a ‘Fallen’ en un viaje mágico y ya nostálgico.

 

A estas alturas podemos mirar con perspectiva las décadas de los 90 y los 2000 y ver que ese género llamado nu metal, tan criticado y amado al mismo tiempo, dejó una huella notable. Puede que relacionemos más a Evanescence con bandas como Lacuna Coil o Within Temptation que con otras como Korn o Linkin Park por su estilo sinfónico, pero lograron dejar su marca en el género con ‘Fallen’ como símbolo más representativo.

Olga Vidal