Uriah Heep: por encima del bien y del mal

Uriah Heep son, tras más de cincuenta años de carrera, uno de los grupos clásicos más longevos de lo que se ha venido a llamar ‘classic rock’. Precursores, en parte, de lo que conoceríamos como heavy metal y parte integral del desarrollo del mismo hasta ser considerados parte del movimiento a finales de los 70, Uriah Heep están por encima de consideraciones estilísticas, en la medida en que canciones como “July Morning” o “Easy Livin’” trascienden géneros y corrientes.

Con un nuevo disco y gira a la vuelta de la esquina (“Living the Dream” se edita en Septiembre), el grupo está funcionando a máximo rendimiento, con una formación capitaneada por el eterno Mick Box y el vocalista Bernie Shaw, con quien Sergi Ramos tiene el placer de hablar largo y tendido en esta entrevista a Uriah Heep. La próxima ocasión para verles en nuestro país será en Enero del año próximo, cuando el grupo británico actúe en Barcelona (25 de enero), Madrid (26 de enero) y Bilbao (27 de enero). Conciertos para los cuales podéis conseguir vuestras entradas a través del siguiente enlace.

Acabáis de tocar en Rock Fest Barcelona. ¿Habías estado antes en Barcelona como turista o visitante fuera de las giras?

He estado en el pasado, de vacaciones. Mi esposa y yo amamos Barcelona hasta el punto en que estuvimos sopesando la idea de irnos a vivir allí y estuvimos mirando propiedades. Vimos que había una escuela internacional muy buena para nuestra hija pequeña y es algo que tuvimos en mente.

Uriah Heep (Foto: Rock Fest Barcelona)

Ahora está un poquito más cara. Aunque sigue siendo más barato que la mayor parte de UK. Los rusos y británicos se han hinchado de comprar propiedades en Barcelona en los últimos años.

Tal y como llegan los rusos, suben todos los precios (risas). Oh, Dios…

Habéis venido a Rock Fest Barcelona y funcionasteis muy bien. No obstante, la gira por clubs que estuvo prevista unos meses atrás en España se tuvo que cancelar por la pobre venta de entradas. ¿Se están cargando los grandes festivales la tradición de ver a las bandas en salas?

Si ves a la banda en un festival, la situación es distinta. Es un evento grande, la banda toca en un gran escenario, con mejores luces y sonido y teóricamente puedes llegar a mucha más gente que en una sala pequeña. A Uriah Heep le gustan ambas situaciones: nos adaptamos al recinto en el que estamos tocando, además nos adaptando muy rápido. Mi ideal es tocar para 1 500 o 2 000 personas pero me acostumbro a lo que sea. La última vez que tocamos en España fue con Iron Maiden ante 45 000 o 50 000 personas en un festival y la adrenalina era increíble. En un festival sientes la energía mucho más porque la gente está muy emocionada, muy excitada de estar ahí. Como artista, te contagias de eso cuando estás en el escenario.

Cierto, la anterior vez fue en el festival Sonisphere de Madrid justo después de Iron Maiden a una hora intempestiva como medianoche o la una de la madrugada. Se quedó mucha gente a veros.

Era tarde, muy tarde. Después de medianoche. La cuestión es que los españoles se despiertan a esa hora, así que… (risas)

España entera va tarde.

Porque tenéis la siesta. Eso os recarga las pilas para la tarde y la noche.

Iron Maiden normalmente acaban sus conciertos sobre las once de la noche. En un festival español, generalmente, los cabezas de cartel comienzan a tocar a las once de la noche.

Recuerdo que cuando tocamos con Iron Maiden pasó eso. Ellos tienen en su contrato que no salen a tocar después de las 21:30. Siempre que son cabezas de cartel en un festival salen a tocar a esa hora así que siempre tienen a más bandas tocando después de ellos. Ellos sienten que, tocando a la una de la madrugada, no pueden dar el show al que están acostumbrados, porque sus niveles de energía son distintos y están más cansados. A las nueve de la noche pueden ser cabezas de cartel y tener al público y a sí mismos en un nivel de energía óptimo.

Nuevo disco, nuevo sonido

Vamos a hablar del próximo disco, el sucesor de “Outsider”. Se supone que todo está grabado ¿no? ¿Tocáis algunas canciones nuevas en los festivales de verano?

No, no tocamos nada. Guardamos todas las nuevas canciones hasta que se edite el nuevo disco. Si vas tocando nuevas canciones, el impacto del nuevo trabajo es menor. Hay un single de adelanto que sirve como entrante pero por lo demás vamos a mantener las nuevas canciones bien guardadas hasta que se edite el disco para conseguir el mayor impacto posible. La discográfica, Frontiers, tiene su estrategia de marketing y creo que merecerá la pena. Creo que el nuevo disco despertará a mucha gente, viejos y jóvenes, que no habían prestado atención a la banda últimamente. Creo que este disco es mucho más rockero y más actual y eso llegará a nueva gente. Russell tiene un nuevo kit de batería de su compañía y el sonido de batería del disco es uno de los mejores que Uriah Heep jamás ha tenido. Mick Box está usando amplificadores Engl, la marca alemana, y es el mismo sistema de amplificación que tiene Steve Morse de Deep Purple o gente como Black Star Riders. Mucha gente usa esos amplis ahora y Mick ha conseguido un sonido espectacular. Nuestro productor, Jay Ruston, ha sacado lo mejor de la banda. Es un disco que tenemos muchas ganas de editar. El sonido es muy actual.

¿Es necesario alejarse del sonido puramente setentero para ganar nuevos fans a la larga? Es decir, hacer canciones que tengan un sonido adaptado a lo que su oido tolera hoy en día. A fin de cuentas, los fans clásicos salen cada vez a menos conciertos y hay que mantener el interés especialmente en tramos de edad más jóvenes para que todo esto siga adelante.

El disco tiene un sonido muy contemporáneo pero no hemos perdido las marcas habituales de esta banda. El wah-wah de Mick sigue ahí, el órgano Hammond sigue ahí, casi en cada canción, las armonías vocales siguen ahí…pero las hemos tratado con un sonido mucho más limpio. Es Uriah Heep 2018. La asociación entre Jay y nosotros es nueva pero va a mantenerse para los próximos trabajos, creo. Además, grabamos el disco en un tiempo récord. Los fans van a estar contentos, muy contentos, con este disco.

Las canciones de rock melódico son canciones de rock melódico. Si un chaval quiere escuchar a Metallica probablemente no es el oyente ideal de Uriah Heep, porque lo que busca en el heavy metal no es lo que ofrece propiamente Uriah Heep. Creo que nuestras canciones tienen una durabilidad mayor que el típico tema de heavy metal. Nuestro tipo de música trasciende varios géneros y uno de ellos es el heavy metal. Tenemos una historia de componer canciones con mucha melodía y creo que eso siempre va a encajar. Llevamos cincuenta años haciendo música. Si no encajamos es que no somos para ti.

¿Somos ‘eavies o qué somos?

Durante años, Uriah Heep fueron metidos en el saco del heavy metal por parte de la prensa británica, especialmente a finales de los 70 y principios de los 80.

La prensa musical necesita clasificar las cosas de distintas maneras. En lugar de hablar de una banda buena de rock se habla de una banda de rock, rock melódico, heavy rock, classic rock, heavy metal, death metal, thrash metal…es música rock al final del día. Si el negocio de la música y los periodistas han hecho un montón de subcategorías eso no tiene por qué afectarnos a nosotros. Somos una banda de rock. Tocamos el ámbito del heavy metal pero una canción como ‘Lady in Black’ es casi una canción folk. Cuando la tocamos en directo ves a 20.000 personas cantándola. ¿Como llamamos a eso?

Hoy en día se ha vuelto casi raro encontrar a una banda de rock que se comprometa con buenas melodías y no opte por llevar al extremo el estilo.

No suelo escuchar cosas extremas. Suelo optar por cosas melódicas. Soy un cantante de rock y la diferencia entre eso y un vocalista es el sentido de la melodía. Muchas de las bandas escandinavas de metal hacen que no seas capaz ni de entender lo que canta el vocalista. Es necesaria una técnica completamente distinta para no reventarte la voz y hay profesores especialistas en death metal y metalcore. No es mi escena, pero si es popular, adelante. No se cual será la longevidad de esos géneros, no obstante.

Antes hablábamos de Iron Maiden. Poca gente sabe que tu tuviste una banda con Clive Burr, su baterista de los tres primeros discos, llamada Escape. Y fue precisamente en un concierto de Escape donde Mick Box te vio en directo por primera vez y decidió ofrecerte el puesto en Uriah Heep. ¿Como recuerdas esa experiencia?

Me sorprendió el interés. Yo era fan de Uriah Heep cuando vivía en Canadá y era un adolescente así que el simple hecho de que viniese Mick a ver el show fue una gran sorpresa. No tenía idea de que estaba buscaba un cantante y no tenía idea de que tenía la voz que el buscaba. Me honró mucho que me pidiese unirme a la banda. El hecho de que mi voz tuviese un rango similar a David Byron le hizo decidirse por mi. David Byron y Pete Goalby son los dos vocalistas más parecidos a mi estilo que ha habido en Uriah Heep y evidentemente eso es lo que hizo decidirse a Mick. Pero vaya, que Mick fuese al Marquee Club a verme fue una sorpresa. Estoy muy contento de que lo hiciese. Treinta años después aún tengo un trabajo y una experiencia vital que son irrepetibles.

En aquel momento, Uriah Heep tenían a otro vocalista, Steff Fontaine, que duró apenas un año en el puesto. ¿Te preocupaba ser un miembro pasajero pese a dejar otra banda?

No, para nada. Que Uriah Heep no fuesen demasiado populares en Inglaterra no me importó demasiado. Después del show, me senté con Mick y me explicó en cuantos países tocaban y cuantos conciertos hacían al año. Pasar de una banda que hacía cinco conciertos al año a una que giraba por todo el mundo me parecía bastante bien. Uriah Heep quizá hacían 100 conciertos al año.

Cuando conocí al resto de chicos de la banda y compartí tiempo con ellos vi que conectábamos y que ese era mi sitio, esa era mi familia. Siempre había querido ser parte de un gran grupo internacional de rock de éxito que gira por todo el mundo.

La conexión Maiden con Clive Burr

¿Como recuerdas a Clive Burr? ¿Como se sentía después de haber salido de Iron Maiden?

Clive no hablaba mucho de ello, pienso que porque la manera en que todo había acabado con Iron Maiden fue políticamente muy correcto y el no tenía queja en ese sentido. No hubo peleas a través de los medios ni insultos. No es que le echasen por hacer algo malo. La verdad es que no hablaba mucho de ello. Escape era su nuevo proyecto y estaba muy contento. Lo que pasa es que cuando eres el batería de una banda conocida y te montas una banda en solitario no necesariamente arrastras a todos los fans contigo. Lo pasamos realmente mal para sacar la cabeza y la banda se acabó en un año. No llegó a un año.

Clive era un tio muy positivo y muy rock star. Tenía un coche rápido, una casa grande y tenía el pasado de haber sido el batería de Iron Maiden. No obstante, el futuro no parecía muy prometedor para nosotros como banda.