Judas Priest y Saxon: el último aliento del heavy metal clásico llena en Barcelona
Lleno en Barcelona con Judas Priest y Saxon para celebrar los últimos grandes momentos de un género que se apaga por momentos dada la falta de relevo.
La noche del 13 de junio de 2024, el Sant Jordi Club (Barcelona) se convirtió en el epicentro del heavy metal, acogiendo el inicio de la gira española «Invincible Shield» de Judas Priest. Acompañados por Saxon y Uriah Heep, el evento prometía una noche de heavy metal y rock duro de la vieja escuela que no defraudó. Las entradas agotadas desde hacía meses auguraban un ambiente electrizante propio de las grandes ocasiones, como efectivamente sucedió.
No cabe duda de que el altísimo precio de las entradas no fue impedimento para que el público de Barcelona se lanzase en grandes números (unas 4.600 personas) a disfrutar de tres bandas que no por mil veces vistas en nuestras tierras dejan de generar expectación. Saxon suelen llenar por si solos Razzmatazz 2. Judas Priest llevaban más de una década sin actuar en Barcelona fuera de un festival. El público, sin duda, estaba ahí. E incluso a más de ochenta euros por cabeza, el público respondió.
De algún modo, se ha generado un extraño hype con el nuevo disco y gira de Judas Priest y los promotores españoles, Madness Live, han sabido capitalizarlo llevando a cabo la que ha sido la gira con más movimiento de Judas Priest en una buena temporada. No cabe duda de que aquellos que siguen en pie a medida que caen las viejas glorias cada vez pueden pedir más dinero o mover a mayores cantidades de gente en sus giras. La competencia es cada vez menor en un género condenado a la desaparición en su expresión más popular y clásica. Vendrán otras cosas que, ni mejores ni peores, serán distintas.
El heavy de parche y cadena es una especie en extinción en los grandes recintos una vez falten los sospechosos habituales. Vivimos el ocaso y por eso cuando uno de los grandes acude a nuestras tierras, todo viejo rockero sale de casa e intenta no perdérselo. Son tiempos oscuros, aunque una última vuelta de celebración al circuito no nos la quita nadie. Ya sea viendo a AC/DC en Sevilla o a Judas Priest en Barcelona.
Uriah Heep: Iniciando la Velada
A las 19:00 horas, Uriah Heep abrió la noche mientras los asistentes continuaban entrando al recinto. Aunque la afluencia de público aún no estaba en su apogeo, la banda logró capturar la atención con una mezcla de clásicos y nuevos temas de su álbum «Chaos and Colour» de 2023. «Save Me Tonight», «Hail the Sunrise» y «Hurricane» se destacaron entre sus interpretaciones. A pesar de la dispersión inicial del público, Russell Gilbrook en la batería y Mick Box en la guitarra ofrecieron una actuación sólida, preparando el terreno para lo que vendría después.
No son santo de la devoción del público español pese a su impecable carrera. Les cuesta convocar gente y aunque todo el mundo adora “Easy Livin’” y “July Morning”, son demasiado setenteros para los ochenteros y demasiado ochenteros para los noventeros. Uriah Heep siempre se han movido en tierra de nadie en nuestro país, quedando relegados a una difícil posición en un cartel donde quizá no salían demasiado beneficiados en términos de imagen.
Saxon: La Fuerza Inquebrantable del Heavy Metal
A las 20:15 horas, Saxon tomó el escenario, y el Sant Jordi Club ya estaba prácticamente lleno. La ausencia de su guitarrista habitual Paul Quinn fue notable, pero Brian Tatler de Diamond Head cubrió su lugar con gran destreza. Parece mentira que, hace escasamente un año, la banda pasó por el mismo recinto con Quinn en lo que sería uno de sus últimos conciertos con la clásica banda británica. Pero, pese a la ausencia en lo musical, que no en la energía escénica, Saxon se lo llevó de calle ante el público con clásicos como «Heavy Metal Thunder», «Wheels of Steel» y la final «Princess of the Night».
Sin embargo, en otros temas menos conocidos como las nuevas “Hell Fire and Damnation” o “Madame Guillotine”, ambas de su más reciente trabajo, el ambiente no estuvo tan encendido, aunque la banda mantuvo una actuación sólida. Biff Byford, con su inconfundible presencia escénica, demostró por qué Saxon sigue siendo una banda referente en el heavy metal. El público, con ellos hasta el final en un set de algo más de cincuenta minutos que difícilmente podía dar cabida a toda la grandeza del catálogo de la banda.
Judas Priest: Los Dioses del Metal por derecho propio
A las 21:30 horas, con el recinto a rebosar, la anticipación llegó a su punto máximo. Con la intro grabada de «War Pigs» de Black Sabbath resonando en el recinto, Judas Priest hizo su entrada triunfal. Iniciaron rápidamente pasaron a «Panic Attack», seguida de «You’ve Got Another Thing Comin'», que provocó una ovación estruendosa. Recolocar el infalible clásico del “Screaming for Vengeance” en un momento inicial del show funciona a las mil maravillas, atendiendo a que es uno de los singles más populares de Priest.
Siempre me desconcentrará que Halford no siga el fraseo original a la hora de cantarlo en directo pero son minucias: ahí estaba el Metal God en toda su gloria de cuero y tachas llenando un escenario que, con estética limpia y cuidada, estaba a la altura de las clásicas producciones ochenteras de la banda, aunque sin el exceso de atrezoo y brazos mecánicos gigantescos de tours como “Fuel for Life” o “Painkiller”.
Rob Halford, en un estado vocal envidiable para sus 72 años, lideró a la banda a través de un repertorio que abarcó toda su carrera pero con guiños muy bien recibidos a gemas perdidas de su catálogo discográfico, siendo “Rapid Fire» y el himno «Breaking the Law» dos temas que mantuvieron al público encendido. El tramo central del concierto, con “Love Bites”, “Devil’s Child” y “Riding on the Wind” fue un aquelarre de metal ochentero de tintes pop que fue particularmente bien recibida.
Con «Turbo Lover» la motivación del público llegó a su pico. Es curioso que aquello mismo por lo que fueron denostados por el sector más hiperventilado de los fans en la época sea aquello que con más cariño y júbilo se recibe en los directos en la madurez de su carrera. ¿Que habría pasado si la banda hubiese llegado a dar a luz aquellos temas con el team de productores de Stock / Aitken / Waterman a finales de los 80? Uno tan solo puede especular.
Después de «Victim of Changes», Halford interactuó con la audiencia, haciendo que corearan sus «ie ie ie», creando un momento de conexión con el público clásico. La interpretación de «Painkiller”, cerrando el show principal, fue apoteósica, con Scott Travis presentando el tema antes de su emblemática introducción de batería, desatando una ola de entusiasmo antes de los bises.
El bis, como no podía ser de otro modo, comenzó con «The Hellion» y «Electric Eye», ya teniendo a todo el público en la palma de la mano. La entrada de Halford en su icónica motocicleta para «Hell Bent for Leather» fue un momento emocionante, una imagen grabada a fuego en nuestra memoria colectiva que se materializaba nuevamente ante nuestros ojos. El final llegaría con «Living After Midnight», que cerró la velada uniendo todas las voces presentes en un canto colectivo, despidiendo a Judas Priest con una ovación estruendosa.
Había sido uno de sus mejores conciertos de tiempos recientes en la ciudad Condal, lejos de aquellos primeros años de la reunión donde todo era ensayo y error y la voz de Halford dejaba mucho que desear. Lejos quedan los tiempos en que llenaban el Palau Olímpic de Badalona con ocho o diez mil personas, sí, pero es un milagro que sigamos teniendo a Judas Priest haciendo un show a la altura de su leyenda y llenando el Sant Jordi Club en un punto en que muchas bandas se arrastran por los escenarios. Pero ellos ahí siguen: sin Tipton, sin Downing. Sin el dúo esencial de la guitarra del heavy metal británico. Pero nada parece importar.
Con paradas próximas en Pamplona, Madrid y el Rock Imperium Festival en Cartagena, la gira «Invincible Shield» será una perfecta combinación de nostalgia, energía y maestría musical que demuestra que el heavy metal sigue vivo y respirando. ¿Más fuerte que nunca? Probablemente no. ¿Con grandes perspectivas de futuro? Seguramente tampoco. Pero aunque la abuela esté mayor y tenga achaques, siempre te llena el corazón ir a verla un rato y rememorar los viejos buenos tiempos.
Texto y fotos: Sergi Ramos
Promotor:Madness Live!
Día:2024-06-13
Hora:19:00
Sala:Sant Jordi Club
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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