El que fuese guitarrista de Judas Priest - y a día e hoy sigue siendo miembro de su junta directiva empresarial- se ha cansado de emitir señales para que su vieja banda le devuelva su sitio a la derecha del escenario.

Desde que en 2011 se anunciase la retirada de KK Downing, el guitarrista ha pasado una temporada difícil, en la que ha tenido una buena racha de problemas con algunos de sus negocios inmobiliarios y ha tenido que acabar poniendo a la venta una parte de su participación en los derechos de sus composiciones en Judas Priest.

Downing soltó la traca final con la edición de un libro autobiográfico en 2018 titulado “Heavy Duty: Days and Nights with Judas Priest” que le llevó a conceder infinidad de entrevistas donde cada titular era más rimbombante que el anterior. Sus intenciones de volver a formar parte de Judas Priest se diluían por momentos.

Ahora, más calmado, Downing ha puesto en marcha una nueva banda llamada KK’s Priest con la que busca recuperar el tiempo perdido o – como deja entrever- aprovechar el que le quede sobre la tierra. Downing, que cumple 70 años en éste 2021, sabe que no tiene tiempo para tonterías. Y con cierta inquina ha puesto en circulación “sus” propios Priest, en los que cuenta con la colaboración del ex-vocalista de Judas Priest Tim “Ripper” Owens y, aunque sólo participará en algunos conciertos de la gira, el ex-baterista Les Binks.

KK's Priest

Un disco con ecos de su vieja banda titulado “Sermons of the Sinner” le ha servido para reubicarse en la escena y recordarnos a todos que, por algo era la mitad de uno de los tándems de guitarristas más explosivos del heavy metal clásico.

Mientras el mundo se paralizaba, tú le has dado forma a una nueva banda y a un nuevo disco.El primero que haces en más de una década. 

Participé un par de conciertos en 2019 y en esas navidades, al no ser un gran fan de las navidades, decidí aplicarme y ser creativo para reunir el suficiente material como para hacer un disco. No quería montar una nueva banda sin tener la música. Pasé las navidades a mi rollo preparando canciones mientras el mundo estaba ocupado con otras cosas y tras unas pocas semanas tenía todo el disco compuesto. Pensé “esto es genial”. Con eso bajo el brazo le pregunté a los demás si debíamos intentar poner en marcha una banda. 

Todo sucedió muy rápido. Conseguimos traer a Ripper para cantar y grabar las partes de batería antes de que lo del Covid se pusiera muy feo. El disco sonaba bastante completo alrededor de marzo de 2020 pero, al empezar la pandemia, los estudios cerraron, los hoteles cerraron y se volvió imposible seguir progresando. Levanté el pie del acelerador y pensé ‘bueno, tengo algo de tiempo, ahora puedo analizar qué aspectos se pueden mejorar’. Y eso fue lo que pasó.

¿Tenías una plantilla en mente cuando grabaste el disco? ¿Buscabas replicar un momento de tu carrera con Judas Priest en el sonido? Veo elementos de la era de “Painkiller”, pero también de “Defenders of the Faith”. 

No te sabría decir. Todos los discos de Judas Priest son distintos, aunque suenan a la banda. Creo que, a veces, eso enfadó un poco a los fans. Cuando hicimos giros inesperados como el de “Painkiller” o, más notablemente, en “Nostradamus”, los fans inicialmente quedaron un poco desubicados. 

El criterio era hacer aquello que me sale naturalmente. Cuando tienes un sonido clásico no quieres cambiarlo en exceso. No quería meter guitarras de afinación baja o excesivamente distorsionadas. Tenía que ser fiel a mi sonido y ser orgánico. Eso fue todo. Cuando entro en modo piloto automático, esto es lo que sale. 

Saliendo del gran mecanismo

Las grandes maquinas como Judas Priest, Iron Maiden o Metallica hacen que, una vez que no formas parte de la maquina y estás fuera del mecanismo, éste te escupe bien lejos y no se sabe nada más de ti. En el caso de Ripper ¿cómo reaccionó cuando tú le ofreciste trabajar juntos de nuevo después de haber salido de la banda en 2003?

Ripper era la elección obvia. Es un gran vocalista y todo el mundo lo sabe. Hemos trabajado juntos, hemos viajado juntos y hemos hecho una enorme cantidad de shows juntos. Era la elección más que obvia. Pienso que los discos que hicimos con Ripper están infravalorados y que muchos fans quieren escuchar canciones de aquellos discos como “Bullet Train”, “Cathedral Spires” y cosas así. Podemos tocar esas canciones ahora.

De hecho, podemos tocar cualquier canción de la que yo haya sido parte como compositor en los 40 años que pasé en la banda. También podemos tocar el nuevo material. Esa combinación es la que quiero interpretar el tiempo que me quede como músico. Voy a cumplir 70 años este año y pienso que debo hacer lo que me apetezca. 

La puerta se cerró para que yo retomase mi posición en Judas Priest y lo más lógico era hacer algo por mi cuenta. No ha sido difícil. Lo he disfrutado. Estoy muy orgulloso del disco y espero que a los fans les guste. Es para ellos. Los “Sermons of the Sinner” son mis canciones. Yo soy el pecador, imagino, se podría decir así. 

Espero que los fans no pensasen que me olvidaba de mi pasado. No me he olvidado de mi pasado. Tuve un breakdown personal y no podía hacer lo que me pedían que hiciese en Judas Priest y las cosas llegaron a un punto de ebullición. La gente no sabe la verdad real de lo que pasó. Y probablemente no debería entrar en ese tema en detalle.

Pero… Mira, la gira que al final no hice era la gira de despedida definitiva de Judas Priest. No podía hacerla, inicialmente. Y en Abril de 2011 comencé a hablar con Ian, el bajista, y le dije que había cambiado de opinión, que quería hacer la gira. Un buen amigo me animó a ello. Me dijo que tenía que hacerlo, que tenía que despedirme de los fans. Hablé con Ian durante una semana y sé que le pasó mi mensaje al resto de la banda pero nunca supe nada de ellos.

Incluso me envió el setlist de la gira, algo que le pedí para ir preparándome. Pero al día siguiente salió un comunicado de prensa diciendo que yo me había retirado y ese no era el caso. Cambié de opinión, decidí hacer la gira y le dijeron al mundo que me había retirado. 

Cuando les envié la primera carta intenté ser conciliador, explicando que lo que había pasado no era exactamente culpa de los miembros de la banda en sí. Cuando me hicieron eso, envié una segunda carta y mi enfado quedó muy patente y eso no les gustó. Sentía que, aunque les hubiese dicho de buen principio que quería hacer la gira, no me habrían querido en ella. De todos modos, es una historia muy larga…

Hablamos hace un par de años sobre esto y, de hecho, hablamos por whatsapp acerca de tu libro y una posible edición española. Me dio la sensación de que tener fresco todo lo explicado en el libro te hizo estar muy sensible. ¿Crees que tus pensamientos ahora están algo más reposados?

Fue un tormento para mí. En 2010, Rob Halford hizo dos discos en solitario y una gira con la que participó en el Ozzfest. Eso fue en 2010, como digo. Yo les dije que ya había tenido suficiente en Diciembre de 2010. Querían que hiciese un EP y yo no quería hacerlo. No estaba contento con los shows en directo que estábamos haciendo. 

Ahora estoy mucho más centrado. Me cansé de estar callado. Me cansé de prostituirme. Ahora soy como un animal salvaje al que han dejado salir de la jaula. Nunca imaginé que la vida podía ser así, pero lo es. Estoy bien, motivado y quiero hacer un gran show para los fans cuando se pueda girar de nuevo. Tenemos a varios promotores españoles interesados, entre ellos el Leyendas del Rock. Haremos algunos shows en España y sería un buen momento para retomar el asunto de la edición del libro en España. 

Sin nada que callar

Hay momentos a lo largo de una carrera profesional en los que uno no puede decir lo que piensa. Especialmente cuando tienes 30 o 40 años y aún tienes mucho recorrido. Sin embargo, veo que bordeando los 70 años te comienza a dar igual todo. ¿Te arrepientes ahora de haber repetido narrativas determinadas a lo largo de tu carrera en Judas Priest para seguir la versión oficial, por ejemplo? 

No merece la pena analizarlo. Estoy muy orgulloso de quién soy, muy orgulloso de la banda y muy orgulloso de mis compañeros de banda aunque tuviésemos nuestros problemas por el camino y ahora no nos llevemos bien. El respeto está ahí. Hemos hecho historia. De lo que me he dado cuenta es de que me debo centrar en mí y en lo que yo puedo hacer.

Judas Priest (Foto: Sergi Ramos)

Tengo que confesar que cuando estaba componiendo el disco era la primera vez en la que trabajaba en un disco pensando que quizá era el último de mi vida. Quería hacerlo tan bueno como pudiese y tan especial como pudiese. Quería asegurarme de que el mensaje estaba ahí. Éste género musical solo dura 3 o 4 décadas pero ha cambiado las reglas de todo y espero que eso sirva para que algún joven músico diga “eso está genial, quiero componer algo así”.

Quizá así revivimos el interés en el metal clásico y el true metal. En los años ’90 los géneros cambiaron pero siempre tuve la sensación de que podía haber otros Priest, otros Maiden u otros Black Sabbath. Ahí tienes el ejemplo de Greta Van Fleet: suenan como Led Zeppelin y han triunfado. Se puede hacer. Se puede conseguir.

¿Qué guitarras y equipo has usado en el disco?

Todo mi material es antiguo y clásico. Ahora estoy en mi oficina y tengo una Strat colgada en la pared y un Marshall de 100W aquí delante. Tengo una Fender un poco más allá. Tengo un combo de 100W en la otra habitación y en el comedor tengo un montón de material de estudio. Mi casa está plagada de guitarras y amplis.

¿Usaste las Flying V clásicas para grabar “Sermons of the Sinner”?

Sí, usé las Flying V obviamente, aunque usé una Strat para un par de cosas. ESP me hizo una guitarra que usé mucho a partir de 1996, en los años de Ripper. 

¿Cuánto del sonido old school que tienes en “Sermons of the Sinner” se basa en plugins y cuánto se basa en tus amplis y guitarras?

En éste disco he estado usando material de principios de los 90. No estoy seguro de si hay algún ampli ya se usó en la grabación de “Painkiller”, como es el caso del Power Amp de Marshall. He usado muchos Power Amp de Marshall, los JMP y los pre-amp. Mucha gente los usa. Incluso Def Leppard siguen usándolos. Es algo que funciona genial.

Tengo un par de cabezales de 50W a los que les doy un pequeño boost con un plug-in. He intentado algunas cosas nuevas, especialmente ahora que tienes la posibilidad de re-amplificar tu sonido en el estudio sin problemas. Puedes grabar un sonido seco y probar todas las combinaciones posibles. El problema es que todo me sonaba bien y no podía decidirme por una en concreto.

Judas Priest (Foto: Sergi Ramos)

Pero sí, principalmente he usado el Power Amp, el JMP y eso lo he re-amplificado después para conseguir el sonido que quería. Como no podíamos acceder al estudio por la pandemia, grabé las guitarras en seco y luego fui probando diferentes combinaciones de sonidos hasta que encontré algo que me convencía. 

¿Hubo alguna canción que supusiese un reto en particular tras tantos años sin tocar con regularidad en estudio y en directo?

La verdad es que no. Incluso las canciones más largas, que tienen más contenido, no han sido realmente difíciles de ejecutar. Creo que he mejorado como guitarrista en los últimos años. Puedo hacer más de lo que hacía cuando estaba en Judas Priest y creo que en éste disco lo demuestro. 

Me gusta hacer canciones con feedback controlado. Es algo que hacía en los viejos tiempos y que quiero recuperar ahora. Me apetece grabar en un teatro grande, con feedback real y una unidad de grabación móvil. Es difícil de explicar pero un rollo a lo Jimi Hendrix, para que te hagas una idea.

Una de las cosas que llamaban la atención de tu nueva banda era la incorporación a la batería de Les Binks, quien tocó con Judas Priest en algunos de sus discos clásicos de los 70. Finalmente no participa en el disco por problemas de muñeca pero creo que si estará en la gira. ¿Correcto?

él estará participando en los conciertos con nosotros. Es duro salir de gira. El es un poco más mayor que yo, aunque no mucho. Pero éste es un trabajo físicamente exigente. Yo tengo problemas de codo y muñeca, debido a llevar tantos años realizando movimientos repetitivos. En la última gira en la que participé, Scott Travis tenía problemas de muñeca también. Éste es un trabajo duro. 

Judas Priest (Foto: Sergi Ramos)

A Les le gusta tocar con su propia banda y algunos conciertos en directo, pero es difícil que pueda hacer una gira larga con largos conciertos de heavy metal. Yo tengo que tener cuidado. Les nos echará una mano en algunas canciones en los conciertos, eso seguro. 

Una última vez

Siempre he opinado que, con la intro de “Exciter”, Les inventó el estilo de batería del heavy metal tal y como lo conocemos hoy en día. Cuando afrontabas un disco como “Painkiller”, repleto de doble bombo, ¿mirabas atrás pensando ‘esto lo inventamos nosotros junto a Les?

Tienes toda la razón. Ahí es donde estábamos desde “Sin After Sin” hasta “British Steel”. “Stained Class” y “Killing Machine” tenían la marca muy definida de Les, con el doble bombo. Si bien Simon Philipps grabó buena parte de “Sin After Sin”, ya había también partes que apuntaban en esa dirección. Creo que luego nos alejamos demasiado de ese estilo.

No me entiendas mal: Dave Holland era un gran baterista. No me arrepiento de su paso por la banda. Pero cuando pienso en ello pienso que sí, que inventamos el estilo de batería del heavy metal en aquel momento. Todas las bandas de heavy metal comenzaron a usar el doble bombo a partir de aquel momento ¿no?

Exacto. 

Se que Les tiene bastantes cosas que hacer pero, al menos, en Europa queremos que esté con nosotros. Si no es algo muy, muy intenso que afecte a sus problemas habituales, podrá estar con nosotros.

Hay una realidad de la que no podemos escapar. Cuando llegas a una cierta edad, las cosas se ponen más difíciles. Los guitarristas lo tenemos un poco más fácil. Si no nos podemos mover, podemos mover los dedos y hacer que suene. ¿En qué parte de España estabas Sergi?

En Barcelona, cerca de la playa.

Cuántas ganas tengo de volver a todos estos sitios que antes visitaba con frecuencia. ¿Ya han acabado aquella catedral de Gaudí? Estuve una de las últimas veces.

No, no lo han hecho. Sigue en marcha la obra. Espero verla acabada antes de morir.

Oh Dios… hace un tiempo estaba en San Pedro y mi amigo, que es piloto, vino a visitarme. Nos aburrimos un poco y dijimos “vamos a volar a Barcelona para ver a Yngwie en un club”. 

Judas Priest (Foto: Sergi Ramos)

Recuerdo ese día. Yo estaba en ese concierto y nadie entendía qué hacía KK Downing en aquella sala viendo a Yngwie Malmsteen (risas). 

Pues volamos allí, salimos del avión y nos fuimos directos a la Sagrada Familia. Íbamos con nuestras maletas y subimos hasta arriba de todo de la Sagrada Familia con ellas. Eran las maletas más pesadas que he llevado en mi vida (risas). Pero sí, fuimos hasta arriba y hacía un calor horrible. Fuimos dando una vuelta alrededor de la catedral y me asombró. La nueva parte que estaban haciendo era impresionante. Madre mía. Maravillosa.

Será un gran problema en unos años, cuando tengan que expropiar algunos de los edificios de los alrededores para finalizar la planificación original de Gaudí. Pero aún quedan unos años para eso. Además, las cosas se ralentizaron un poco por la falta de turismo, ya que se financia casi enteramente con las entradas.

¿Cuándo fue la última vez que fui? 

En 2009 viniste por última vez, si no recuerdo mal, estando de gira con Judas Priest. 

Doce años. Qué ganas tengo de volver. Te lo aseguro. Es lo que más echo de menos de las giras. Piensas que siempre vas a volver a los sitios. Pero hay un momento en el cual te das cuenta de que tendrás suerte si visitas esos lugares una vez más. Tengo ganas de poder hacerlo.