Anathema: The Optimist
Siguen arriesgando, no quieren que los enmarquemos en un estilo dentro del progresivo en concreto, y con los últimos cortes vienen las (peores) sorpresas de este trabajo.
Siempre sorprenden, para bien o para mal, pero nunca dejan indiferente a nadie. Cada vez que los británicos ANATHEMA estrenan disco, hay que poner todos los sentidos en sus nuevas canciones. Y es que en sus últimos trabajos han alcanzado cotas de creatividad a la altura de muy pocos. Nos referimos a “Were Here Because Were Here” y “Weather Systems”, porque a “Distant Satellites”, sin ser un mal álbum, le faltaba la hilaridad sónica de sus dos predecesores. Es que lo que tiene ponerse el listón tan alto. Cuando un deportista logra un récord mundial, todo lo que no sea superarlo, es pura anécdota. Así que este nuevo “The Optimist” servía para comprobar si iban a seguir arriesgando como ya dejaron entrever con “Distant Satellites”, o le darían otra vuelta de tuerca a la fórmula mágica que tanto éxito les estaba reportando en un pasado no muy remoto.
Los elementos electrónicos de “Leaving it Behind” tras la intro de rigor, nos despeja todas las dudas. ¿Es un tema con calidad compositiva? Sí. ¿Suena a ANATHEMA? No. Y aquí es donde se abre el abanico de críticas y elogios a partes iguales. Todo ello sin hablar de etapas y subetapas en la carrera musical de los de Liverpool, porque podríamos formar un galimatías de mucho cuidado. Aunque sorprendan con este primer tema, en los sucesivos vuelven a caminar por senderos conocidos. La dulce voz de la cantante Lee Douglas canaliza la balada “Endless Ways”, que sin alcanzar el sentimiento de “Dreaming Light”, por decir un ejemplo, es más que efectiva. “The Optimist” y la instrumental “San Francisco” es un capítulo conocido de sus series de claros y oscuros con hirientes guitarras, pero a las que le falta transmitir las sensaciones a flor de piel a las que nos tenían acostumbrados con sus mejores temas. Recuperan un poco el aire con su primer single “Springfield”, con una progresión en intensidad muy conseguida. La que le falta precisamente a “Ghosts”, cuya lentitud corre el riesgo de sumergirnos en la más cruenta zozobra.
Pero ANATHEMA siguen arriesgando, no quieren que los enmarquemos en un estilo dentro del progresivo en concreto, y con los últimos cortes vienen las (peores) sorpresas de este trabajo. Repetimos: son buenas canciones si no tuviéramos en cuenta que los firmantes son los hermanos Cavanagh. “Can’t Let Go” tienen guitarras duras, pero es poder sin control, y el tedio regresa con “Close Your Eyes”, de buena sonoridad, pero sin un final que cierre de forma aparente. Vuelven a jugar con la electrónica (sin grandes resultados) en “Wildfires”, y como punto y final, se marcan un rollo de rock sureño (¿era necesario?) que no les pega ni con cola en “Back to the Start”. No se les puede tildar de inmovilistas. Ok. Ni mucho menos de malos compositores. Pero son muchas las piezas que hay que encajar, haciendo que un cubo de Rubik sea pan comido.
Si con “Distant Satellites” daban la sensación de que estaban desafiándose a sí mismos y reedificando su estilo, con este trabajo viajan a través de un terreno desértico. Con tan pocos oasis en el horizonte, es una suerte sobrevivir a esta travesía.
Grupo:Anathema
Discográfica:Kscope
Puntuación:6
Canciones:
- 32.63N 117.14W (01:18)
- Leaving It Behind (04:27)
- Endless Ways (05:49)
- The Optimist (05:37)
- San Francisco (04:59)
- Springfield (05:49)
- Ghosts (04:17)
- Can`t Let Go (05:00)
- Close Your Eyes (03:39)
- Wildfires (05:40)
- Back To The Start (11:41)
Año:2017-06-09
Votación de los lectores:5
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