Mastodon en un acuario: así hicieron historia
Desde que el Covid-19 comenzara a hacer estragos en el panorama internacional de giras y festivales, los músicos han encontrado curiosas y muy interesantes formas de esquivar las restricciones de los gobiernos en pos de seguir en contacto con sus fanáticos a través de la música en directo.
La mayoría de los eventos se han limitado a actuaciones en un plató que se pueden gozar en streaming, y aunque el concepto sea el mismo, Mastodon han tomado la iniciativa y le han dado su personal vuelta de tuerca.
Un concierto como ningún otro
No nos vamos a mentir, los conciertos en streaming no sustituyen de forma alguna a un espectáculo en directo. Si, nos gusta ver a nuestros músicos favoritos en carne y hueso, y poder ver como interpretan temas nuevos hasta cierto punto nos hace olvidar que la pandemia ha visto interrumpido el ciclo grabación/gira.
Ante esta realidad, las bandas se han encontrado ante una encrucijada: limitarse a hacer actuaciones en las que nos mantienen actualizados sobre los cambios que han experimentado o por el contrario hacer algo genuinamente especial. Blind Guardian aprovecharon su directo en el Wacken virtual de 2020 para interpretar “Violent Shadows”, su primer tema de metal nuevo en cinco años, mientras que Nightwish utilizó un directo en streming para presentar a Jukka Koskinen como a su nuevo bajista. En cambio, Mastodon ha hecho algo genuinamente especial.
Si nos ponemos quisquillosos, no es tan raro que las bandas hagan depende de qué excentricidades. Metallica prácticamente abrieron la veda, ya sea actuando en la Antártida o con la orquestra de San Francisco, pero no hay que olvidar que Pink Floyd actuaron en las ruinas de Pompeya, poco antes de que Sex Pistols actuara en la cárcel de Chelmsford o de que David Hasselhof recibiera el beneplácito de Reagan para actuar en el derruido muro de Berlín y clavar una estaca en el negro corazón del comunismo europeo.
Lo que tienen en común todas estas actuaciones, es que son un 50% extravagancia y un 50% un concierto en vivo, y si bien lo curioso es lo que trae la atención y la sensación de que se está viviendo algo único, un concierto al final debe sostenerse por lo musical. Hilvanar ambas cosas suele ser algo difícil, prácticamente imposible si como Metallica has de actuar bajo una bóveda minúscula, pero Mastodon no solo han logrado salir airosos, sino que han creado un recuerdo que vivirá por siempre en la memoria colectiva.
El concierto es al mismo tiempo un minidocumental y un show. En los primeros minutos la banda se limita a explicar como surgió la idea y la ejecución de esta, aunque cualquiera que conozca tres temas de los americanos, sabe que pugnan con Gojira para ver quién recibe más chascarrillos sobre comparaciones con animales marinos, por lo que tocar en un acuario parecía una opción lógica.
La respuesta que todo el mundo se estaba haciendo es respondida enseguida. ¿Por qué no interpretar ‘Leviathan’, el álbum temático de Moby Dick, en su integridad bajo la atenta mirada de cientos de criaturas marinas? La respuesta es coherente y determina la naturaleza del show. El trabajo es muy pesado, y los altos decibelios habrían asustado a las criaturas y habrían dado al traste con el mensaje que tiene detrás. Para no incomodar a los animales, Mastodon explican que alteraron su idea inicial en pos de un set acústico por primera vez en la historia de la banda.
Un set lleno de sorpresas
Una “Naked Burn” que en los últimos años no ha gozado de mucha presencia en los setlists de la banda supone una decisión muy adecuada para iniciar un concierto que inicialmente buscaba revisitar ‘Leviathan’. Pese a su interpretación acústica, la canción no pierde ni un ápice de su fuerza, y de hecho supone redescubrir algunos de sus matices. Esta decisión, que a priori puede parecer forzada por la naturaleza del directo, es la que termina de hacer de la actuación algo genuinamente especial.
Entre tema y tema, se nos presentan breves entrevistas a la banda, que explica la decisión que motiva la elección de la siguiente canción, en una fórmula que una vez más pone de manifiesto cómo Mastodon abrazan el stream como un medio en sí mismo, no como un placebo de conciertos reales. Cuando Manowar trató de hacer algo similar en la gira del 25 aniversario del ‘Kings of Metal’ el resultado fue desastroso, pero si planteas la actuación como una forma diferente de experimentar tu música, una versión sesgada en acústico que el oyente disfrutará sentado en su sofá, estas secciones no solo no minan la experiencia, sino que la elevan.
“Asleep in the Deep” parece una visita casi obligatoria en el contexto de un concierto en un acuario, y muy probablemente sea una canción con la que la mayoría de los espectadores submarinos pueden empatizar, y en lo personal considero que es la que mejor se adecua al formato con el que la banda experimenta en este directo. Le sigue la épica y comedida “The Czar”, que parecía haberse compuesto expresamente para este concierto, logrando hacerse una con el espectacular telón de fondo que es el acuario de Georgia.
En otro de los breves incisos en los que se entrevista a la banda, ésta explica cómo les afectó la pérdida de Nick Jones, el que fuera su manager, figura paterna y miembro de facto de la banda, sirviendo además como presentación de la gran sorpresa de la velada: la interpretación en directo de “Skeleton of Splendor”, un tema inédito dedicado a la memoria de su querido manager. Analizando estrictamente la música, el tema es resultón y encaja a la perfección con el formato de este setlist tan particular.
“Sleeping Giant”, tema que fuera célebre por el jugueteo entre unas secciones acústicas y un background de pesadas distorsiones que suenan al unísono, es otro de los grandes ganadores de la velada, aunque con el permiso de un “The Sparrow” que es muy difícil de ver en los setlists más habituales de la banda y que este concierto demuestra que tal vez merece algo más de presencia.
Siguiendo en el querido ‘The Hunter’, una queridísima “Thickening” sirven para que Brann Dailor pueda hacer gala de sus increíbles habilidades como percusionista incluso tras un set distinto al que es el suyo, marcando un curioso contraste rítmico respecto a la acústica paz del resto de sus compañeros.
Finalmente, para pavimentar el tramo final del concierto la banda decidió interpretar dos temas inéditos en sus actuaciones en vivo. Primero con un “Elephant Man” de su debut que ha tenido que esperar la friolera de 19 años para hacerse un hueco en un directo, pero que hasta
cierto punto valida la espera. No había forma de que unos jóvenes Mastodon supieran que en algún momento interpretarían un set acústico en un acuario, pero la canción parece haber sido hecha para este momento.
La última gran sorpresa viene de la mano de “Pendulus Skin”, que por su naturaleza psicodélica y comedida parecía condenada a no encajar jamás en los potentes directos de la banda, pero que en el contexto de este show tan especial, sirve como una sencilla e íntima despedida.
En mi humilde opinión, Mastodon no solo han construido un gran concierto: han sabido gestar una experiencia que se come con patatas a todos los conciertos en streaming que hemos podido ver desde el inicio de la pandemia. Podrían haberse limitado a usar el acuario como un montaje publicitario y hacer otro concierto más: sin riesgos y sin aspiraciones. En vez de eso, han tomado una herramienta como el streaming, en el que muchas bandas se han acogido a regañadientes, como un último recurso ante la incapacidad de dar conciertos, y lo han abrazado hasta las últimas consecuencias.
No, no es el típico concierto de Mastodon, ¿pero de verdad querías eso? En unos meses, cuándo inventen una vacuna que funcione y cuándo el covid sea un recuerdo, podrás ver a Mastodon en tu sala de confianza reventándote los oídos con “Blood and Thunder” y “March of the Fire Ants” y el mundo volverá a parecer un lugar maravilloso. Pero ahora mismo no lo es.
El grupo ha sabido brindar una experiencia única para tiempos únicos, atreviéndose a abandonar su zona de confort en pos de algo memorable. Casi puedo imaginármelos tratando de explicar la idea a sus fans: “No, no puedes ir a un concierto, así que en vez de pretender que estás en uno, ¿qué te parece si te pones cómodo, te enciendes ese verde y te dejas llevar?”. Ha supuesto un riesgo enorme, si, pero creo que la apuesta ha resultado serles ganadora.
‘Mastodon Live Experience Performance At Georgia Aquarium’ es eso: una experiencia. Podría haber sido un concierto normal con peces aleteando de fondo, pero estos cuatro valientes artistas han decidido darnos algo más. En una era en la que la música, y especialmente el metal, teme correr riesgos y tratar a sus fans con algo de respeto, osadías como las de Mastodon son un más que bienvenido soplo de aire fresco.
Texto: Marc Fernández
Sala:Georgia Aquarium
Ciudad:Atlanta
Puntuación:9
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