El Coronavirus no pudo con Anathema en Bilbao
Se presentaban Anathema en Bilbao la noche del 10 de marzo ante una nutrida audiencia con la excusa de celebrar los 10 años de la edición de aquel excelente ‘We´re Here Because We´re Here’, quizás su penúltimo gran disco antes de comenzar sus devaneos con el pop y la electrónica.
A pesar de que el actual estatus del grupo se sitúa a años luz del metal, fueron no pocos los fans del género los que se acercaron a comprobar el largo viaje emprendido por una banda otrora adalid del doom metal más melancólico y ahora cómoda con su vanguardista propuesta. Es curioso el hecho de que Paradise Lost, el otro gran combo que comandaba el género en el viejo continente cortara de raíz su intento de adaptación a un público mayoritario, mientras que Anathema no quisieron mirar atrás. Prueba de ello es que en sus actuales set lists no queda ni rastro de aquella época, vertebrándose todo el concierto sobre los nuevos sonidos.
Los actuales Anathema intentan ofrecer una fórmula trasversal, tanto en el fondo como en la forma, desvinculándose del todo de los rigores y estrecheces del gothic doom, y, en este intento de reverdecer laureles, salen victoriosos por dos razones: la calidad que atesoran estos temas está a prueba de bombas, y la defensa que de ellos hacen en directo los hermanos Cavanagh es para quitarse el sombrero. Van sobrados de carisma, tanto ellos como la banda que les acompaña, y, muy en especial Lee Helen Douglas, corista en ocasiones, vocalista principal en otras, dotada de una hipnótica voz que provoca un silencio helador en la audiencia cada vez que, con los ojos cerrados, se dirige al micro.
El concierto de Bilbao resiste al Coronavirus
Bilbao fue la quinta parada del actual tour y primera de la dupla en la piel de toro tras la cancelación de Madrid por motivos sanitarios. Tras el concurso de Masvidal y Rendezvous Point, que no llegaron a empatizar con el respetable, y ya ante una sala a más de media capacidad, dio comienzo “Thin Air”, primer tema del disco objeto de homenaje. Con un atrezzo basado en una gran pantalla posterior con secuencias alusivas a las canciones y un sonido, en su comienzo, enmarañado y mal ecualizado por la hegemonía de graves, se fueron sucediendo uno a uno, y en orden los diferentes cortes del álbum.
“Summer Night Horizon” adoleció de la pegada impresa en los surcos del vinilo, “Everything” sonó épica gracias al empaste de la voz de Vincent y Lee. Fue mejorando el sonido pero las guitarras no acababan de alcanzar la presencia deseada quedando sepultadas por un bombo y un bajo excesivamente beneficiados en la mezcla, cuestión que, en ocasiones, empañaba la experiencia. Fueron deslavazando la obra hasta “Hindsight”, quizá en exceso distantes y hieráticos (sobre todo el nuevo bajista, Charlie Cawood, auténtico convidado de piedra en todo el espectáculo), situación que cambió radicalmente tras dar por periclitada esta primera parte. Sabiéndose victoriosos del primer embate, comenzaron las sonrisas, los saludos, las interacciones y hasta las chanzas (en referencia al tema en boca de todos, Dani comentó: “You are the cleanest progressive metal fans in the world”).
Los Anathema menos metálicos
El segundo acto dio comienzo con “Can´t Let Go”, de su último ‘The Optimist’, que quedó plano al no conseguir aun un sonido compacto, sensación agridulce eliminada de inmediato con “The Lost Song Part 3” con un ritmo de batería endiablado cortesía de Daniel Cardoso, uno de los momentos de la noche. “Springfield” fue también espectacular ya que volvieron a jugar con las intensidades, la actual mejor baza del conjunto. Consiguen con una sucesión limitada de acordes a modo de mantra conectar a un nivel al alcance de muy pocos, esta es una tónica que se repite en muchas de sus últimas composiciones. Lo mismo ocurrió con “Closer” con ese comienzo que recordó a los Kraftwerk, pero en esta ocasión sin la visceralidad final con la que Vincent grabó el tema original.
Tras “Distant Satellites” y “A Natural Disaster” llegó “Untouchable”, esa monumental obra de arte de doble segmento que marcó el punto álgido del encuentro, increíbles tanto Lee como Vincent en un instante en el que belleza y emocionalidad fueron de la mano. Tras ello, y como último tema de la noche, presentaron “Day One”, tema inédito y que será parte de su nueva edición, ni más ni menos que una versión de Hans Zimmer de la película “Interstellar”. En parámetros intencionalmente alejados del metal y más cercanos a bandas como Radiohead, Anathema ofrecieron un concierto que fue de menos a más, que fue ganando vigor narrativo y que, a la postre, convenció a propios y extraños.
Texto: José Vilabrille | Fotos: Unai Endemaño
Promotor:Madness Live Productions
Día:2020-03-10
Hora:20:30
Sala:Santana 27
Ciudad:Bilbao
Teloneros:Masvidal, Rendezvous Point
Puntuación:8
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