30 Seconds to Mars en Barcelona ¡A la tercera va la vencida!
Solo faltaba el confeti y el humo como broche final a prácticamente dos horas de música, al que le eché de menos alguna canción más, algo menos de discurso, y un toque más eléctrico, incluso acústico, como nos tenían acostumbrados en sus anteriores visitas. No pudo ser, pero dudo que nada de esto impidiera que la gente disfrutara de lo lindo, a juzgar por sus comentarios, gestos y sonrisas, al despedirnos del show del dúo Leto. Amigos y amigas, esto es Thirty Seconds to Mars.
Tercera visita de Thirty Seconds to Mars a Barcelona, y tercera oportunidad para un servidor de comprobar si Jared Leto y compañía serían capaces de ofrecernos un show superior al que nos brindaron hace prácticamente cinco años, el cual nos dejó cierto gusto agridulce en los labios. A juzgar por lo sucedido la noche anterior en Madrid, y a pesar de presentar un disco irregular, cada vez más alejado del estilo que les dio a conocer, la cosa prometía. Y cumplió… en casi todo.
Pasado, presente y futuro
Hace ocho años (¡cómo pasa el tiempo!) del primer concierto de 30 Seconds To Mars en Barcelona, y en este mismo recinto, y lo primero que más me llamó la atención fue el cambio de perfil de público. Obviamente, buena parte de sus seguidores más antiguos les siguen y les van a seguir independientemente de la calidad de su último lanzamiento, del cambio o continuidad respecto a su estilo musical, o del tiempo que haya pasado desde su último concierto, pero es igualmente obvio que se han convertido en un grupo mainstream y que Jared y su música han atraído a un buen puñado de público nuevo, alejado del Rock, y de todas las edades. Y eso se nota.
La verdad es que no lo tenían fácil, y es que Tomo Milicevic no está presente en las últimas fechas del tour por razones personales, con lo que el escenario queda prácticamente huérfano con la sola presencia de los hermanos Leto. Además, en esta ocasión han decidido prescindir de banda telonera que caliente al público y rompa un poco el hielo, contando únicamente con un DJ situado en la zona de sonido para amenizar la espera hasta su llegada al escenario. Durante ese tiempo se mezclaron algunos de los hits que hoy en día llenan las pistas de baile y suenan en los principales canales de radio. Incluidos ellos mismos. Cuanto menos, y acostumbrado a otras experiencias, curioso.
Bienvenidos a la nueva “America”
Con una puntualidad británica el dúo californiano saltó a la acción, tras una larga introducción a la que le siguió la pequeña pieza instrumental “Monolith” de su reciente “America”. Comenzaron fuerte con “Up in the Air”, con un Jared que no paraba de saltar de un lado al otro del escenario, animando a los suyos e invitándoles a no ser testigos del show, sino ser parte de él. “This is War” es uno de sus mejores discos, para muchos quizás el mejor, o por lo menos el que supuso un punto de inflexión en su carrera, y parece ser que ellos mismos comparten esta opinión, ya que vendrían, de forma consecutiva, tres temas del mismo.
“Kings and Queens”, de los más coreados y celebrados de la noche, “Search and Destroy” y la cañera “This is War”, que quedó algo deslucida por las ausencias sobre el escenario y la falta de garra actual que luce el grupo, formaron un combo del que salieron como claros vencedores. No era para menos. Y los enormes globos que aguardaban su momento de protagonismo en las gradas saltaron a la pista. “Dangerous Night” fue la primera presentación seria de su trabajo más reciente, y “Do or Die” despertó los “woah woah” y cánticos de un público que abarrotaba la sala.
“Pyres of Varanasi”, con ese regusto tan cinematográfico que posee, algo que no es de extrañar viniendo de una estrella del cine, dio paso para uno de los escasos, por no decir único, guiño que regalaron a sus fieles más clásicos. “The Kill (Bury Me)” tuvo una acogida brillante, dejando patente que gran parte del público está ansioso por escuchar en directo esos temas con los que han vivido su adolescencia, pero es cierto que quizás encajen peor en los repertorios actuales de Jared y Shannon.
Sonó francamente bien “Stay”, cover que realizan de Rihanna, dejando claro que Jared rinde mucho más a nivel vocal con los tonos más melódicos y movimientos más estáticos, aunque esto sacrifica su interacción con el público y su faceta de showman, que tanto le gusta tanto a él como a sus fans, y que le convierte en el artista que es. Y en eso que llegó “Hurricane” y subieron los decibelios. Los móviles se alzaron al unísono, los brazos se extendían hacia el cielo y las voces del público se convirtieron en una ¡Qué gran canción!
Y después del Huracán
La emotiva calma seguía reinando en el recinto cuando sonaron los primeros compases de “City of Angels”, en la que, esta vez sí, la pantalla que se encontraba en lo alto del escenario dio algo más de sí, ya que prácticamente paso desapercibida la mayor parte del concierto. En “Rescue Me”, una de las sorpresas de la noche ante su ausencia en la capital, algunos seguidores tuvieron su momento de gloria al compartir escenario con Jared y Shannon, algo constante durante todo el show, y es que como decía antes, aquí tu no eres solo testigo del concierto, sino que eres parte de él. Y Jared Leto sabe muy bien como manejarlo. Al Rey lo que es del Rey.
“Night of the Hunter” le dio el protagonismo merecido al trabajo de batería de Shannon, con sus habituales poses, movimientos exagerados y actitud de rock star, pero hoy, más que nunca, tenían motivos de sobra para mostrar y hacer gala de toda su presencia escénica. Y no defraudaron. Eso sí, personalmente, tuve la sensación que he comentado hace unas líneas sobre “This is War”, y es que la pérdida de electricidad y fuerza es evidente en este tipo de composiciones en el formato en vivo actual, y la voz de Jared también sufrió algunos altibajos y un exceso de backing vocals en algunos momentos. “Rider” dejaría algo más tibio a la audiencia, y es que, salvo alguna excepción, aun se nota la falta de feeling por parte de los suyos con las canciones más nuevas.
Esa afirmación la rompería “Walk on Water”, que, esta vez sí, fue coreada y cantada por toda la sala, que no paró de bailar durante toda la canción y cantar su estribillo como si de un verso bíblico se tratara y Jared Leto fuera su Mesías. Algo que para más de uno probablemente sea así. Y para cerrar la actuación, “Closer to the Edge” traería a una multitud de fans a ocupar el escenario para acabar la fiesta como se merece. ¡Por todo lo alto! Solo faltaba el confeti y el humo como broche final a prácticamente dos horas de música, al que le eché de menos alguna canción más (especialmente de sus dos primeros –maravillosos- discos), algo menos de discurso, y un toque más eléctrico, incluso acústico, como nos tenían acostumbrados en sus anteriores visitas.
No pudo ser, pero dudo que nada de esto impidiera que la gente disfrutara de lo lindo, a juzgar por sus comentarios, gestos y sonrisas, al despedirnos del show del dúo Leto. Amigos y amigas, esto es Thirty Seconds to Mars.
Promotor:Live Nation
Día:2018-04-13
Hora:21:30
Sala:Sant Jordi Club
Ciudad:Barcelona
Puntuación:7
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