Las 10 mejores canciones de Queensrÿche
También conocidos como la “Thinking Man’s Band”, Queensrÿche aparecieron en un momento complicado para el progresivo, en el que las bandas que iniciaran el movimiento en los ’70 se estaban desintegrando o bien se estaban pasando a un pop rock que abandonaba el virtuosismo y la experimentación.
En los muchos años que componen su larga carrera, los americanos prácticamente han monopolizado el mercado de álbumes temáticos excelentes, siendo capaces ya no solo de hacer grandes canciones, sino de hilvanarlas bajo un argumento coherente. Pese a que su carrera es extensa y llena de trabajos notables, esta lista al final ha sido monopolizada por sus primeras entregas, que en su momento fueron rompedoras y en las que el incomparable Geoff Tate todavía estaba al frente de la agrupación.
En esta lista uno puede encontrar de todo: desde sus primeras pinceladas aún muy ceñidas al metal más clásico de la NWOBHM hasta las magnus opus que consolidaran su madurez, tanto musical como temáticamente, separándolas de unos contemporáneos que, aun teniendo un éxito similar, nunca pudieron ejecutar conceptos tan complejos con tanta solvencia.
Por supuesto, toda opinión es siempre subjetiva, pero más allá de las valoraciones subjetivas, si uno analiza al detalle la trayectoria dela banda es fácil establecer un mapa de temas que, paso a paso, les condujeron desde el underground del USPM hasta el trono del heavy metal progresivo. Estas son las 10 mejores canciones de Queensrÿche en orden cronológico.
«Queen Of The Reich (‘Queensrÿche’, 1983)
Esta lista no podría empezar con otro tema, y es que, si bien el EP debut de los norteamericanos aún presentaba un sonido por definir y no muy en la línea de lo que la banda terminaría siendo, lo que es innegable es que pilló a todo el mundo por sorpresa. De entre sus cuatro temas, “Queen of the Reich” destaca ya no solo por su gancho y energía, sino por contener las dos palabras que aunadas componen el impronunciable nombre de la banda. Desde los exquisitos solos duales de Wilton y DeGarmo hasta la impecable voz de Geoff Tate, “Queen of the Reich” aúna todo lo que haría grande a la banda en el futuro, culminando en un tema que, si bien no es el más representativo de su sonido, si que es imprescindible a la hora de comprender su relevancia.
«Take Hold Of The Flame» (‘The Warning’, 1984)
‘The Warning’ es un disco con el que la banda tiene una relación complicada. No es ningún secreto que no apreciaron en absoluto la producción que se aplicó a unos temas que debían sonar más grandilocuentes que pesados, lo que condenó a temas tan excelentes como “Take Hold of the Flame” a sumirse en olvido, o bien a no recibir el mismo reconocimiento que otros cortes de menor calidad. Sea como fuere, “Take Hold of the Flame” es un tema tan épico como resultón en directo, aunando a la perfección los momentos de tranquila precisión de sus influencias más progresivas con un estribillo compuesto para corearse en grandes recintos.
«Roads To Madness» (‘The Warning’, 1984)
Finalmente, y sin abandonar el injustamente olvidado ‘The Warning’, no podía concluirse un top sobre una banda de progresivo sin incluir al menos un tema largo y ambicioso. Si bien Queensrÿche siempre han preferido optar por álbumes conceptuales con muchos temas breves, cuándo se han decidido por hacer algo épico, lo han hecho por todo lo alto, como es de ver en un “Roads to Madness” que supone un inmenso hito compositivo para una banda que acababa de lanzar su primer álbum.
La canción en si tiene un regusto a las baladas progresivas de los Judas Priest de los ’70, aunque con una grandilocuencia que tiene más de Genesis que de Iron Maiden. Por mucho tiempo supuso la cúspide del talento de una banda muy joven, y aunque no se puede afirmar con certeza, no me cabe ninguna duda de que los proveyó con la confianza suficiente como para encarar las aventuras progresivas que aún estaban por venir.
«Walk In The Shadows» (‘Rage For Order’, 1986)
El pistoletazo de salida de ‘Rage For Order’ es algo más que un excelente tema por derecho propio. Supone, entre otras muchas cosas, la culminación estilística de un grupo que se embriagaría del virtuosismo y la experimentación que los pusieran en el mapa, aún arriesgándose a alejarse de movimientos musicales coetáneos, como lo fueron el Thrash y el Glam.
Para muchos supone el estandarte del inicio de la era dorada de la banda, que a lo largo del propio ‘Rage For Order’ terminaría por culminar la imagen que hoy en día vive en el imaginario colectivo de todos, mezclando lo mejor del rock progresivo con la energía de un heavy metal que en los ’80 a todo el mundo se le antojaba imparable.
Anarchy -X/Revolution Calling (‘Operation: Mindcrime’, 1988)
Aunque poner dos temas pueda parecer tramposo, la instrumental “Anarchy-X” sirve como la introducción perfecta para una “Revolution Calling” que refleja a la perfección a una banda sin miedo a afrontar temáticas explícitamente políticas, elevando su contenido lírico a su incuestionable habilidad musical. Aparte, es la apertura de ‘Operation: Mindcrime’, ¿Qué más necesitas?
El tema cumple a la perfección con su cometido de introducirnos en el universo en el que se desarrollará la historia, y a título personal, siempre me ha transmitido las mismas sensaciones que los openings épicos de las series que me gustaban de pequeño, resultándome difícil escuchar este tema sin querer sumirme en el ‘Operation: Mindcrime’ en su integridad.
«I Don’t Believe in Love» (‘Operation: Mindcrime’, 1988)
En flagrante contraste con la dulzura del tema anterior, “I Don’t Believe In Love” se alza como una de las canciones más “anti-amor” que jamás se hayan escrito, tanto por su contenido lírico individual como por su contexto en la historia de ‘Operation: Mindcrime’. Esta aura de corazón roto se ve elevada por la expresiva y teatral voz de un Geoff Tate, que en este disco se culminaría como el alma de la banda, si bien DeGarmo seguía siendo la mente que triaba de los hilos.
Con un estribillo pegadizo, el tema ha vivido para convertirse en uno de los cortes más reconocibles de su magnum opus, y aunque mostraba la tendencia cada vez más comercial que presentaba una banda que se hizo célebre por experimentar, es innegable que es de esas canciones que uno siempre espera escuchar en sus conciertos.
«Eyes Of A Stranger» (‘Operation: Mindcrime’, 1988)
Sin abandonar esta obra maestra que fue ‘Operation: Mindcrime’, “Eyes of a Stranger” se presentó como un tema capaz de ser al mismo tiempo tanto un corte pegadizo y de un inmenso alcance comercial como la culminación perfecta de este inmenso álbum conceptual. No solo fue el primer tema de la banda en entrar en las listas de éxitos, sino que además es la canción que más veces ha sido interpretada en directo, y es que, con el permiso de “Silent Ludicity”, probablemente sea el corte más fácilmente reconocible de la banda. Culminar un álbum de la ambición de ‘Operation: Mindcrime’ nunca es fácil, pero “Eyes of a Stranger” es una de esas joyas en las que la pericia musical se alinea con una ejecución musical precisa y rimbombante.
«Jet City Women» (‘Empire’, 1990)
Esta dulce canción que Geoff Tate escribió para su esposa azafata, conforma el triunvirato de sencillos accesibles que el grupo compuso para ‘Empire’, disco destinado a convertirlos en una de las bandas de metal más relevantes del momento. Aunque su tono y su contenido lírico son incuestionablemente comerciales, su estructura presenta el ADN progresivo que el grupo había estado puliendo durante los últimos años.
Aún en su faceta más popera, el grupo logra sonar más maduro que comercial, y si bien su esencia no cambio dramáticamente, su sonido cada vez más oscuro y sus letras cada vez más humanas y políticas, les acercaban sin saberlo a la ola de grunge que justo iba a salir de la “Jet Ciy”.
«Empire» (‘Empire’, 1990)
Siendo uno de los temas más deliberadamente políticos de Queensrÿche, la canción no estuvo exenta de polémica en su momento, y aunque aún hoy en día sigue levantando ampollas, lo que resulta innegable es que la banda construyó sobre los cimientos de ‘Operation: Mindcrime’ en cuánto al storytelling que eran capaces de condensar en la duración de una sola canción. Si bien la crítica social en ‘Mindcrime’ ya era más que notable, en ‘Empire’ todo se eleva a la enésima potencia, y por supuesto, su canción homónima no podía quedarse atrás.
«Silent Ludicity» (‘Empire’, 1990)
Del underground pasamos a una de las canciones más reconocidas de la banda, y el tema que sin dudo les abrió al gran público. Adoptando el muy popular formato de balada con videoclip apta para la MTV, Queensrÿche se subió al carro al que todas las bandas de metal querían subirse en los ’90. Es innegable que ‘Operation Mindcrime’ los puso en el mapa y los popularizó como la “Thinking Man’s Metal Band” por excelencia, pero “Silent Ludicity” supuso ese single que debía darles el empujón que les faltaba.
Con una estructura definitivamente mucho más tranquila de lo que habían presentado hasta el momento, “Silent Ludicity” se presentó como una balada tierna que abrazaba los aspectos más orquestales y melódicos de bandas como Yes o Genesis, logrando que la banda entrara por todo lo alto en los hogares de millones de personas.
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