Las 10 mejores canciones de Carcass
Seguro que algunos de los temas seleccionados de Carcass harán supurar los oídos de determinados seguidores y dejar fuera otros provocará su grito más airado. No siempre llueve a gusto de todos.
Hay que rendirse ante la creatividad de Carcass a la hora de concebir canciones que se adhieren a uno sin que haya forma de soltarse. Parafrasear la letra de “Heartwork” es una buena descripción: “no será una lista hermosa, pero posee una belleza estética profunda”… aún cuando (atención, spoiler) no está “Black Star”.
Incluso sus trabajos menos valorados entregan poderosas composiciones. Tal vez se deba a que son una banda a la que se le exija mucho más que a otras y de ahí que buenos discos sean considerados flojos o mediocres cuando bandas de su misma época que siguen en activo matarían por poder seguir componiendo a ese nivel.
Si bien es cierto que la tríada formada por ‘Heartwork’, ‘Swansong’ y ‘Necroticism’ bastaría por sí sola para hacer varias listas, el resto de sus trabajos contienen creaciones que reflejan por qué Carcass es una banda diferente en la historia del metal. También se quedan fuera otros grandes temas, pero está bien dejarlos de lado, porque de este modo, cuando se vuelve a ellos y se encuentra de golpe con el poderoso arte del grupo será cuando se comprenda su magnitud. Aquí las 10 mejores canciones de Carcass que hemos seleccionado:
“Reek Of Putrefaction” (‘Symphonies Of Sickness’, 1989)
La gran semilla. El embrión que contiene todos los elementos genéticos del grupo. Otros temas de ‘Symphonies Of Sickness’ podrán ser “mejores”, pero este es el que, si se hace una escucha atenta, destapa todas las esencias que hoy día sigue teniendo la banda. Tosco, imperfecto, rudo, crudo, caótico, acelerado… hay que desgarrar el imponente muro sónico que lanzan a la cara para adentrarse en su calidad e ir saboreando esas perlas aún por definir, esos detalles pendientes de pulir pero que anuncian grandes canciones.
“Corporal Jigsore Quandary” (‘Necroticism – Descanting the Insalubrious’, 1991)
Seguro que este tema podría estar en un supuesto podio, pegado a “Heartwork” y no desluciría nada. Es absoluto, contundente, excepcional se mire por donde se mire y se compare con lo que se compare. Una de las cimas compositivas del grupo. Tal vez más cerebral que visceral, milimétrica en su concepción de forma que su perfección puede resultar chocante o incluso provocar rechazo. Cómo es posible que ese ritmo sincopado y repetitivo cuaje de forma tan ideal? ¿De qué modo las voces sacuden la música para someterla primero y mejorarla de seguido? El torbellino de las guitarras es tan delicioso que duele cuando termina. La incorporación de Michael Amott se vislumbra como un acierto que dará pronto sus frutos.
“Incarnated Solvent Abuse” (‘Necroticism – Descanting the Insalubrious’, 1991)
Vale, la brevísima introducción no augura lo que se viene encima. Las guitarras anuncian tormenta, la base rítmica no da tregua y luego entra la voz, una vez más se convierte en un instrumento más que modula la garra del tema. Carcass logran en este tema crear dos capas tan distantes que encajan de forma apabullante. Las guitarras vuelan por encima de la voces y la base rítmica, elevándose y cayendo de forma libre hasta chocar contra ellas y reventar en mil pedazos la resistencia a los acertadísimos cambios de ritmo.
“Buried Dreams” (‘Heartwork’, 1993)
La levitación que provoca ‘Heartwork’ se inicia con este tema. A los pocos segundos de comenzar ya se sabe que algo grande va a suceder. La presencia de Amott junto con Steer ya está tan asentada que no hay ni una sola grieta en todo el disco. Este tema es el ejemplo de cómo un grupo sabe que tiene algo excepcional entre sus manos y tiene urgencia por mostrarlo. Pocas veces un disco se abre con un tema como este: rotundo hasta la saciedad, acertado hasta la envidia y delicioso sin hastiar. Puede que su popularidad haga que se vea como demasiado manido, pero cada vez que se escucha deja un nuevo poso de felicidad sonora en el oyente.
“No Love Lost” (‘Heartwork’, 1993)
A veces hay canciones que pasan desapercibidas y que de forma injusta no tienen el reconocimiento masivo que merecen. “No Love Lost” es tan perfecta que llega a dar asco. Las guitarras enlazadas en una danza sin fin, la batería marcando un ritmo excepcional y luego está la voz. Lanzada como certeros puñetazos, con un punto de cansancio, casi sin ganas, pero está ahí. Rotunda. Inquebrantable. Escucha tras escucha la canción se vuelve más imponente y las lágrimas ante tanta belleza se agolpan en los ojos cada vez que se termina.
“Heartwork” (‘Heartwork’, 1993)
La velocidad hecha arte, los cortes colapsados de intención, las voces enfurecidas hasta reventar, y de fondo, un ritmo que engancha y no suelta hasta el final. Carcass demuestran en este tema cómo insertar melodías amables en medio de una tormenta sónica y que funcione sin chirriar. Tras este tema, si no hubiesen compuesto nada más, ya serían uno de los mejores grupos de todos los tiempos.
“Tomorrow Belongs To Nobody” (‘Swansong’, 1996)
Después de la salvajada cualitativa de ‘Heartwork’ la banda tenía ante sí un reto demencial: igualar esa entrega. Y ‘Swansong’ es un acierto total. Como ejemplo este tema. Es un combate de pesos pesados en los que los golpes sin ser veloces son duros y certeros. Podría pedirse que fuese más rápida, pero perdería contundencia. Los cambios de ritmo son tan sutiles que parecen melodías. La constancia en el ritmo, los duelos exquisitos entre las guitarras de Bill Steer y Carlo Regadas (coautor de otro acierto como “Blackstar”) hacen de este tema una joya para lucir en cualquier ocasión.
“Childs Play” (‘Swansong’, 1996)
Poco a poco este tema va mostrando todo su músculo. Primero la sutil charla entre bajo y batería, de seguido las guitarras presentan su propuesta y después las voces completan esta compleja receta. No apta para saltar ni para hacer headbanging, pero pensada y entregada para disfrutar de principio a fin de una composición más enrevesada de lo que pueda parecer. Ser capaces de apreciar cómo se va volviendo más compleja y más sutil abrirá las puertas a temas que podrían considerarse menores.
“Cadaver Pouch Conveyor System” (‘Surgical Steel’, 2013)
A ‘Surgical Steel’ le pasa como a las malas hierbas, que nos fijamos en el nombre. Si no se lee Carcass en la carátula del disco, los gestos de aprobación aumentan de forma exponencial. Los rigurosos criterios que se aplican al grupo hacen considerar a este disco una obra inferior y con poco que aportar, pero “Cadaver Pouch Conveyor System”, entre otras, cierra las bocas con su poderoso puñetazo. Aquí no hay tregua, no se hacen prisioneros. Demasiados años sin un disco del grupo pusieron las expectativas por las nubes. No se les perdonó haber envejecido, pero es que no hay remedio, todos lo hacemos, pero no tan bien como Carcass y este tema demostró que siguen estando a un gran nivel. Pero siempre habrá quien cierre los ojos para no ver la realidad.
“Dance Of Ixtab (Psychopomp & Circumstance March No. 1)” (‘Torn Arteries’, 2021)
Ahora sí que muchos seguidores dejarán de leer buscando al menos quince temas que los sustituyan. Pero ¡ay, insensatos! Abrid vuestros oídos, hincad vuestra rodilla derecha y bajad la cabeza para que “Dance Of Ixtab” os convierta en Caballeros de la Orden de Carcass. Si pinchar este tema no os retrotrae a 1996 o incluso a 1993, entonces no sois dignos de llamaros fans del grupo. La madurez hecha canción. Un tema redondo que posee todas los ingredientes del grupo pasados por el tamiz de sus 35 años de experiencia. Toques medidos en fuerza y contundencia que demostrará su punch en los próximos directos del grupo.
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