Tras tantos años con la mandolina está claro que debe echar de menos los grandes escenarios pues será cabeza de cartel absoluto y es un dinero extra para su jubilación dorada. Recordemos que el divo tiene 70 primaveras.

Actualmente los grandes cabezas de cartel de los festivales veraniegos están algo más que agotados y la única opción que queda es dedicarse a contar con ellos cada dos-tres años. Toca exprimirse el cerebelo y buscar algo nuevo y sonado. Siempre había creído que una reunión de Pantera con Zakk Wylde sería tremenda (seguimos esperando) y Wacken se sumó el tanto espectacular de la reunión de Savatage… Se espera que caigan las de Helloween, Angra, Guns’N’Roses y Sepultura ¿pero… Blackmore de vuelta al rock? Parecía inconcebible. Y más cuando llega tarde, pues Dio ya no está entre nosotros. Dijo al periódico francés “Le Parisienne” que lo está pensando, pero si nos habla de que serán unas fechas en junio y en un festival francés… blanco y en botella. Debe estar todo casi cerrado. Tras tantos años con la mandolina está claro que debe echar de menos los grandes escenarios pues será cabeza de cartel absoluto y es un dinero extra para su jubilación dorada. Recordemos que el divo tiene 70 primaveras.

El bueno de Joe Lynn Turner es el que más ganas tenía de reunirse, pero parece que de poco le va a servir. Blackmore no cuenta con él. Una lástima ya que como cantante parecía el más lógico de todos. Dudo que se llegue a interesar por Graham Bonett o por Doogie White, pero si él les dice “Ven”, está claro que lo “dejan todo”. El anuncio de combinar estrellas consagradas con jóvenes talentos puede indicarnos que el cantante sería un “nuevo” y el resto de músicos ex de Rainbow. Evidentemente que su mujer Candice Night estará en coros y en voces protagonistas, de eso no tengamos ni la menor duda. Que quede claro, eso sí, que será un breve paréntesis pues Blackmore’s Night tiene disco para sacar en septiembre. Así que los que esperan gira y obra rockera creo que pueden seguir esperando sentados.

Genio y figura es Ritchie Blackmore y lo será hasta la sepultura. Alguien capaz de llevar al hard rock a primera línea con Deep Purple, de escribir páginas doradas dentro de la historia del heavy metal con Rainbow y de ser capaz de triunfar dentro del folk renacentista está claro que puede hacer lo que le dé la gana. La veneración de sus fans es absoluta y quienes le hemos visto en directo sabemos que es un auténtico espectáculo que merece la pena rememorar. Imborrable quedará ese show en 1997 en la sala Bikini, llena hasta reventar. Blackmore se agobió un poco pues la gente no paraba de pedirle que sacara la Stratocaster. Para alguien que se ha dedicado a tocar en castillos medievales y cuidando detallitos medievales chic supongo que la actitud que gastamos ese día fue suficiente para que borrara España para siempre. No ha vuelto y dudo que se lo plantee, pero ese día quedó demostrado que sus fans quieren ver a su ídolo como lo que va a ser recordado: uno de los guitarristas definitivos de la historia del Rock.

Ya que se nos es permitido soñar hagámoslo con eso de que en junio hay el Azkena, pero sería una sorpresa sonada coincidiendo con el Hellfest y sabiendo que los franceses irán a por la exclusividad. Por otro lado si tuviera que elegir un cantante “poco conocido” y joven creo que el inglés Nathan James (Trans-Siberian Orchestra, Uli Jon Roth) sería perfecto. ¡Hagan sus apuestas! Pero no nos preocupemos por el cantante, pues si en algo ha elegido siempre bien Blackmore, es a los vocalistas.