Honesto como pocos, José Andrea ha pasado casi dos décadas siendo el vocalista de los amados y odiados MAGO DE OZ. Responsables de meter el heavy metal en la cabeza a toda una generación de chavales/as de éste país, la banda ha ido sembrando el camino a su declive con una existencia demasiado inflada y grandilocuente que no podía sostenerse mucho tiempo más. Los discos conceptuales, las giras majestuosas y la fama a niveles gigantescos terminaron por quemarles y ahora se avecina una temporada de cambios y ajustes que ha comenzado con la salida de Jose de la banda. El futuro de MAGO DE OZ no se conoce por el momento, pero el de José Andrea pasa por la reciente edición de su disco “Uróboros”, en el que explora el lado más bluesero y rockero de su voz, dejando de lado tanto el folk como el metal. Nos reunimos con él en el centro comercial Diagonal Mar de Barcelona minutos antes de una firma de discos y un concierto-showcase para sus fans.

¿Desde cuando llevas preparando este disco, “Uróboros”? Era algo que llevaba tiempo en ciernes y que se ha acelerado al salir de MAGO DE OZ? Recuerdo que en tu comunicado anunciando la salida ya hacías mención a “Uróboros”.

“El disco no estaba en marcha, pero la idea si. Cuando se publicó el comunicado yo llevaba ya un año y medio viendo que no estaba a gusto en MAGO DE OZ. Me sentía como si estuviera en una empresa y no me veía haciendo eso. Era un poco funcionario. Yo era socio de la banda, pero no estaba a gusto emocionalmente, la verdad. No veía el momento adecuado para dejarlo hasta que a principios de invierno de 2011 les dije que no podía más, que lo dejaba. Era como ir a fichar a una oficina y eso es lo peor que le puede pasar a un artista”.

“Cuando lo dije, es cierto que hubo un poco de mal rollo y no se lo tomaron bien. Pero luego, la realidad es que somos gente madura, tenemos los pies en el suelo y vimos que era lo mejor para ambas partes. Los fans iban a notar, como ya notaban, que sobre el escenario no había buena vibración, tanto en disco como en directo. Lo mejor para ambas partes era separar los caminos. Decidí entonces montar ‘Uróboros’ con temas que tenía incluso de hace 25 años. Temas que no quise aportar a MAGO DE OZ porque sabía cual iba a ser el resultado, que sería el ‘tirititi’ (en referencia al estilo folk-festivo de MAGO DE OZ). Yo quería darles otro tipo de enfoque”.

Un enfoque muy parpeliano, muy RAINBOW…

“Lo que yo mamé desde los 15 años hasta los 22. Esa onda en la que mi voz está cómoda y a gusto. En MAGO DE OZ, si, cantaba, pero estaba muy encorsetado en un determinado estilo. Quería hacer lo que yo sentía. Gracias a mis compañeros hemos tenido un resultado fantástico”.

Te veo muy concentrado en el rango medio de tu voz con “Uróboros”, mientras que en MAGO siempre se te exigían más tonalidades altas.

“Si, podría pegar un grito pero ¿para qué? No lo piden las canciones. A veces pueden pedir una nota más o menos aguda pero poco más. No era cuestión de gritar por gritar. ¿A cuento de qué? Quería expresar feeling y cantar, no hacer circo. Ya llevo dieciséis años haciendo circo y dando chillidos. Ahora quiero realizarme como cantante y como artista”.

Cantas en un plan muy Graham Bonnet – Joe Lynn Turner, realmente.

“Mis influencias. Yo crecí con Gillan, con Coverdale, con Paul Rodgers…es la música en la que me encuentro más a gusto, la de mis orígenes. De hecho, ‘uróboros’ quiere decir precisamente eso: volver a los orígenes, el ciclo que siempre se vuelve a renovar”.

¿Qué temas tenías guardados hace 25 años de los que aparecen en el disco?

“Son ‘El Tren’, ‘Flores En tu Colchón’, ‘Lo más Preciado del Mundo’, ‘A Cubazos”…son temas que, si oyes las grabaciones originales, alucinas. Estaban hechas en un garaje y no tienen nada que ver con lo que suena ahora en el disco. La banda las ha actualizado, les ha dado su propio estilo y cuando oí el resultado final dije ‘chapeau, con vosotros a muerte’”.

¿Nunca las presentaste en ninguna sesión de composición de MAGO DE OZ? ¿Sabía la banda que tenías esos temas en tu archivo personal?

“Estuve a punto de hacerlo en los primeros discos en los que participé con MAGO. Pero me di cuenta de que no era lo que quería para esas canciones, no quería flautita, acordeón y violines. No quería darles ningún rollo folkie y lo que hace MAGO es rollo folkie. Yo quería hacer rocanrol. Y es lo que me ha dado esta banda. Cuando me preguntan por la etiqueta que le pondría a mi música siempre digo que la que pondría sería la de “rock sincero”. Lo único que queremos es ir a tocar. Esta gira de promoción la estamos haciendo, literalmente, con un jamón en la furgoneta. ¿Qué la compañía nos paga la comida? Genial. ¿Qué no? Pues no pasa nada. Carretera y manta. Me pasa justo lo contrario de lo que nos pasaba antes, cuando quería que la actuación acabara cuanto antes. Ahora no: ahora lo que quiero es que me echen a pedradas del escenario, porque estoy disfrutando de nuevo con la música”.

Yo vi el concierto de MAGO DE OZ en la sala Mephisto de 1999, donde había tantas entradas vendidas para aquel recinto que era casi inmoral. Y, entre otras muchas ocasiones, también os vi en la época de “La Ciudad de los Árboles”, en 2008 y la diferencia era extrema. La banda no tenía conexión, parecía un simple circo, no transmitíais apenas nada… Realmente las cosas no estaban bien hace bastante tiempo.

“Si… es que se nota. El comentario que había habitualmente era ‘es que comemos de esto’. Vale, si, y comemos muy bien. Pero prefiero ser feliz a tener un status económico muy bueno. No era feliz, quería ser feliz. Era eso: de 8 a 12 actuación. Era como ser oficinista, era un rollo muy empresa, no era rocanrol. Quería volver al rocanrol”.

En la última época podríamos decir que hemos vivido el declive de MAGO DE OZ en comparación con lo que teníais hace diez años. Bajar siempre hace daño.

“Es una ley de vida, es algo natural. Estábamos preparados para ello. Yo que ahora he dejado MAGO y estoy con lo de Uróboros, no me importa ir a tocar a un club de cuatro personas. Si vienen cuatro vienen cuatro. Si vienen veinte, vienen veinte. Sabemos lo que hay. Sabemos que tenemos que volver, de nuevo, a picar piedra. El aliciente es la ilusión, que es lo que yo necesitaba. Obviamente hay un bagaje detrás y no es como si comenzara de cero siendo un desconocido, puedo aprovechar el nombre. Pero estamos perfectamente preparados para todo. En la firma de discos de Zaragoza hubo muy poca gente y no pasó nada. Hicimos un concierto como si fuera aquello el estado de River Plate. Estamos preparados para eso. Es la decisión que hemos tomado y hay que apechugar”.

Bueno, anoche JUDAS PRIEST tenían apenas 3000 personas en su concierto de Barcelona. Las cosas están jodidas para todo el mundo.

“La cosa está muy jodida. Y ya no es el mercado discográfico. Hablamos de eso en una canción del disco: yo no se qué coño ha pasado, qué complot habrán hecho, pero lo que está pasando parece un complot de multinacionales y banqueros que nos está llevando a todos a trabajar en semiesclavitud. Nos quitan la sanidad, luego la educación…acabaremos por pagar por trabajar y por cualquier cosa”.

Había una letra que decía algo así como “si la bolsa se hunde, qué más da”.

“Exacto, es ‘No cuentes con ellos’. Ellos no van a pagar las cosas, serán nuestros hijos los que tendrán que apechugar. Eso es lo que dice la canción. El futuro que vamos a dejar va a ser terrible. Yo, virgencita, que me quede como estoy, pero soy partidario de echarlo todo abajo y volver a empezar. ¿Qué eso es anarquía? Pues que lo sea. No voy a seguir engordando a según gente a mi costa”.

¿Ese José responsable se daba un poco de hostias con el concepto festivo-jolgorioso de MAGO DE OZ? ¿Ha tenido algo que ver?

“Es una de las razones. Yo argumentaba que estamos en una situación en la que podemos hacer ‘algo’. Quieras que no, tenemos una masa social que nos sigue y sigue nuestro mensaje. Ya basta de ‘se bueno y se feliz’, tenemos que aprovechar nuestra fama para intentar cambiar la injusticia que se ve por todas partes. Me decían ‘no, no, política no, ahí no entremos’. Pues eso me mosqueaba. Si no querían comprometerse con nada y seguir llenando el monedero, pues hala…” (Risas).

Sin ánimo de hacer sangre, cuando se anunció tu salida del grupo dio la casualidad que pocos días antes tuvo que cancelarse el concierto de MAGO DE OZ en Barcelona en octubre de 2011, porque según recabé, apenas se habían vendido 400 entradas anticipadas. Entonces se emitió el comunicado de tu marcha y con esa excusa, las salas terminaron por llenarse en las fechas reubicadas. Y te juro que pensé que todo fue intencionado. Creo que es lógico…

“La verdad es que salió así. Anuncié mi salida e hicimos sold out en toda América. Fue una gira muy emotiva, con mucha gente diciendo que no me fuera. No ganamos un puto duro porque el caché ya estaba firmado. Los que se hicieron de oro fueron los promotores. Había entradas incluso a 175 dólares, una verdadera barbaridad. Salió así, mira, pero yo me quedo con el cariño de los fans que recibí”.

“El penúltimo concierto fue aquí, en Barcelona, en Razzmatazz, y fue muy emotivo. Nunca se me habría pasado por la cabeza salir de la banda con un fin comercial. La verdad es que pensándolo bien había sido cojonudo si lo hubiéramos pensado y hecho antes, pero no se nos pasó por la cabeza. Había que ser sincero con los fans. Yo le dije a los chicos en noviembre: “yo después de la gira americana, lo dejo”. Se habló todo bien y quedamos bien.”

Txus dijo todo eso de que tu no estabas ya a la altura vocalmente. ¿Qué opinas?

“Son calentones que le entraría a la banda en alguna declaración. Lo que debo decir es que yo no estaba a la altura moral o psíquica para seguir ahí. No estaba motivado. Una banda tan grande como ha sido (y como es) MAGO merece un cantante que se implique al 100%. A mi no me quedaba energía para estar al 100% con MAGO. Estaba al 40% y mucho era. No quería seguir ahí”.

El caso más cercano en nuestro país es el de BARON ROJO, en cuanto a bandas que rompen con sus miembros clásicos y luego no terminan de levantar cabeza ni alcanzan los mismos niveles de gloria. BARON ROJO han estado puteándose en clubs de mala muerte durante muchos años hasta que han vuelto a tocar ante ciertas multitudes con el tema de la reunión de hace tres años. ¿Tu crees que a MAGO DE OZ le hacía falta una temporada de humildad como la que posiblemente se acerca para poder volver a ser grandes nuevo?

“Yo creo que lo que a MAGO DE OZ le habría hecho falta es no haber funcionado tanto como empresa, pero desde hace tres o cuatro años. Tendríamos que haber tenido un espíritu más fresco, pero es imposible tenerlo cuando te quemas año tras año con giras, giras y giras. Sobre si ahora entra Leo o no entra Leo…Leo es mi amigo y me encantaría que entrara en MAGO, pero no le veo haciendo mi papel en la banda. Creo que tendrían que buscar a alguien fresco y con ganas de comerse el mundo. Leo ya tiene su propia carrera. No tiene porque imitarme ni hacer lo que yo hacía. El tiene que hacer su carrera. Tendrían que ir a buscar a alguien con ganas de comerse el mundo y con el que quieran que la gente me olvide definitivamente. Pero ellos verán lo que hacen”.

¿Cierras la puerta a hacer algo con ellos dentro de diez años, por decir algo?

“Para mi MAGO DE OZ es un capítulo que está cerrado. Tengo 40 años…”.

No te ves con 50 años cantando “Fiesta Pagana” imagino.

“Sería patético”.

Bueno, ahí está Paul Stanley haciendo morritos con 61 años…

“Querría que no acabara la cosa así, la verdad (risas)”.

Txus siempre ha tenido un papel más controlador en MAGO DE OZ, era su banda lógicamente. ¿Ha contribuido eso a que no tuvieras autonomía suficiente en la banda y te molestaras?

“No, no ha habido ningún problema durante mucho tiempo. El tema al final es de convivencia, de muchos años aguantándonos. Que pones una servilleta en la mesa y generas una discusión en base a cosas que venían de más atrás. No era un tema de ego. Cada uno tenía muy claro su papel. Uno se dedicaba a marketing, otro a comercial, otro a administración…¿pero esto que es? ¿Un grupo de rock o qué es? Confundir empresa con grupo fue lo que me quemó. Al final hubo un enfrentamiento porque yo intentaba cambiar el rumbo y ellos querían seguir por el mismo. Al fina quedó claro que el que sobraba era yo, así que me fui”.

Varios miembros fueron cayendo a lo largo de los años por distintos problemas de salud, adicciones a sustancias, etc. Hubo salidas temporales de la banda, momentos jodidos a nivel personal…¿lo de los 40 ha jugado un papel importante en el asunto también? Ya sabes, querer volverte responsable y respetable de golpe y esas cosas…

“No…porque nosotros, si que tuvimos nuestra época loca, pero antes de salir “Gaia II” entendimos que ese camino no era el idóneo. Algunos íbamos a tener hijos, etc, y veíamos que ese camino no era adecuado. Fernando, por ejemplo, se fue porque quería pasar más tiempo con su familia. Salva…Salva fue por otra historia. Peri se ha ido porque esta harto de tanta gira larga. Ya no me hace falta tanto hotel de cinco estrellas. Quiero disfrutar de lo que me gusta hacer, hacerlo agusto, y sin llevar tropecientas personas alrededor. Hay que tomarse la vida con más calma ahora”.

Tu te vas a Sudamérica y claro, allí las cosas se viven de otra manera. Los fans son muy apasionados y puede haber algún peligro, luego, es lógico que haga falta cierta seguridad y demás. De todos modos, yo recuerdo muy claramente una entrevista que os hice cuando salió “Gaia II”, en el hotel NH Calderón de Las Ramblas, donde en la habitación de hotel estaba un segurata, el encargado de la compañía discográfica supervisando la entrevista y vosotros (Txus y tú) disfrazados de piratas. Cuando vi aquello pensé “se les ha ido de las manos”.

“Tu lo has dicho, disfrazados. Es lo que te digo, llegó un momento en el que dijimos ‘esto que es’. América era una cosa, España no es lo mismo… hay un tema en éste disco que se llama “Vanidad” y habla justo de lo que me comentas. Yo recuerdo estar en los hoteles de Quito, de Santiago de Chile, de Bogotá, en la planta 17, en una suite, con la ciudad a mis pies…te creías…y te dabas la vuelta y tenías la ropa sucia que debías lavarte en la bañera. Y pensaba “menos mal que tengo algo que me devuelve a la realidad”. No se te tiene que ir la cabeza. Pero hubo momentos en los que se nos fue. Creo que John Lennon dijo aquello de que los BEATLES eran más famosos que Dios y en ciertos momentos te sientes así. Seamos realistas: cuando llegas a un aeropuerto y hay mil personas esperándote y cuando vas a una firma de discos y estás ocho horas firmando…pues es muy fácil que se te vaya la cabeza. Pero al final te pasa como a todo el mundo: mucho jajaja, mucho jejeje, pero al final el banco te dice ‘debe usted un mes de la hipoteca’ y dices ‘coño, pues no soy Keith Richards’. Todo nos ha valido un poco de aprendizaje. Quiero las cosas con mucha más calma ahora. Se lo que he vivido, se lo que he disfrutado, pero también se lo que tengo y se que he corrido el riesgo de perderlo con esta vorágine. Eso es la familia y la gente con la que me rodeo. Gracias a esto he recuperado a amigos que perdí, como Flores, que trabaja ahora con nosotros. Estoy muy contento con el paso que he dado”.

 

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)