Avantasia: la entrevista definitiva (I)

Todo esto comienza al día siguiente de la entrevista. “Heey, soy Tobi!” dice una amigable voz al otro lado del teléfono. Es jueves y son las diez de la mañana. “Ya, sé que eres Tobi” responde un periodista saliendo de la ducha a una hora a la que no esperaba una llamada de Tobias Sammet, el líder y creador de Avantasia.

– Tobias: “Ah, genial” dice sin terminar de saber qué sucede.

– Sergi: “¿Quieres que te haga otra entrevista?”

Tobias se queda pensativo tres segundos sin saber qué responder.

– Tobias: “Oh mierda, eres Sergi, no?”.

Resulta que el pobre hombrecillo se había disculpado con un periodista australiano y había ido a buscar un café a la cocina. Al volver, había cogido el teléfono equivocado y rellamado al último número de la lista de llamadas recientes.

– “Si quieres te hago las mismas preguntas pero me tienes que dar respuestas diferentes” le dice el periodista entre risas.

– “Dios, voy a tomarme el café, me hace falta” ríe Tobias al otro lado.

La entrevista real había sucedido el día anterior, la última de la tarde para el afamado vocalista alemán. Conociéndole de muchos años atrás (recuerdo estar en una sesión de escucha con él y Sascha Paeth en los Peppermint Studios de Hannover cuando se gestaba “The Scarecrow” a finales de 2007) le pedí al responsable de Nuclear Blast en Alemania que me asignase la última entrevista de la tarde. “Con lo que suele hablar Tobias, así sabré que no tiene ninguna entrevista más después de la mía y se puede explayar” le dije. Trucos de vieja. El caso es que, con todo el retraso acumulado de las entrevistas previas, Tobias termina llamándome media hora después de lo acordado. “Ah, no te preocupes, me pedí la última entrevista para que no tuviésemos que preocuparnos por el tiempo” le indico.

“Le prometí a mi esposa que a las 18:00h acabaría de hacer entrevistas y me va a matar”. Son las 18:00h. Esta complicada la cosa. Al final nos alargamos casi una hora. Mi maléfico plan ha surtido efecto.

Lo primero que hace Sammet es una observación. “Te escucho muy bien. Al menos esta vez no estás en un bar o en la calle, como la última vez que hablamos”. Le recuerdo mi tendencia a hacer entrevistas incluso conduciendo una moto a 120km/h a través los auriculares y le digo que su observación no me coge por sorpresa.

Tobias Sammet es un buen tipo y su carrera ha sido una que hemos podido seguir de cerca. Le hemos visto salir alcoholizado al escenario del Rock Machina del año 2000 (se pasó lustros pidiendo disculpas por esa actuación) y le hemos visto tocar ante 10 000 personas en el Leyendas del Rock o 20 000 en el Rock Fest Barcelona con un elenco impagable de artistas. Lo más importante: es una de las pocas “estrellas” del heavy metal contemporáneo que nunca ha actuado como tal. Probablemente porque aún no termina de creerse el éxito que ha conseguido tanto con Edguy como, en mayor medida, con Avantasia. En España, concretamente, más de 6 000 personas vieron su última gira por salas cuando en Marzo de 2016 el “Ghostlights Tour” pasó por Barcelona e hizo una parada de dos noches en Madrid. Pocos grupos de la actualidad tienen ese poder convocatoria con una propuesta tan vetusta en origen como puede ser una ópera rock. O peor, una opera metal.

“No puedo funcionar como un robot y estar siempre satisfaciendo las expectativas de la gente”

Evitando el incendio

Tobias ha cumplido hace poco 41 años, pero probablemente nadie le echaría más de 25 debido a sus facciones. Lleva toda su vida en el difícil negocio de la música y es una de las pocas (muy pocas) historias de tesón y éxito del heavy metal en los últimos veinte años.

¿Qué ha cambiado en el tiempo que ha pasado desde que se editó “Ghostlights” en 2016?

“Lo que ha cambiado es que trabajo de manera más lenta” indica el vocalista después de pensar un poco. “No se si tiene algo que ver con la edad. Cuando volví de la gira de ‘Ghostlights’ me di cuenta de que estaba un poco…no te diré cansado. Estaba alucinado de que todo el mundo sabía que es lo que iba a hacer excepto yo. Todo el mundo tenía expectativas conmigo: que si en tres meses vamos a hacer esto, que si vamos a cerrar shows aquí, que si vamos a ir de gira allí, que si haremos estos festivales con Avantasia y estos con Edguy… en cierto punto dije ‘esperad un momento’. Miré atrás y vi que había grabado 17 discos y había hecho 10 giras mundiales en los últimos veinte años. Pensé que quizá era mi propia culpa por haber trabajado demasiado rápido en el pasado. No puedo funcionar como un robot y estar siempre satisfaciendo las expectativas de la gente”.

“No puedo hacer las cosas de manera predecible” prosigue. “La predecibilidad es la enemiga del arte. No quiero hacer las cosas porque aparezcan en una agenda o en un calendario. No quiero ser rutinario. Me hice músico para no tener una rutina. Claro que cuando sales de gira tienes un rutina, tocas a una determinada hora y sabes a qué ciudad vas al día siguiente, pero me refiero a que no puedes agendar toda tu vida entera. Es un pensamiento que no me cabe en la cabeza”.

Sammet se dedicó, en ese punto, a construir su propio estudio de grabación y, mientras tanto, parar la maquinaria de Edguy y Avantasia una temporada.

“Ni me molesté en negociar un contrato nuevo. Le dije a un abogado que lo negociase por mí”

“En ese momento no tenía un contrato discográfico siquiera y ni me molesté en ponerme a negociar uno nuevo para mí” revela. “Le dije a un abogado que lo negociase por mí. Quería centrarme en trabajar en mi música y en trabajar en lo que me gusta. No quería estar persiguiendo una fecha de cierre para tener el disco finalizado. Mi vida en la música, hasta ahora, se ha basado en planear los próximos dos o tres años. Siempre he hecho la música que he querido pero siempre he estado supeditado a fechas. Mi creatividad ha estado supeditada a las expectativas de la gente. Si no quería quemarme tenía que desconectar y pasar de todo una temporada”.

Avantasia (Foto: Sergi Ramos)

Un descanso relativo

Aun así, Sammet no ha estado totalmente quieto en este tiempo. El 25 aniversario de Edguy implicó la edición del recopilatorio “Monuments”, en el que la banda incluye cinco nuevas canciones grabadas para la ocasión, además de un amplio listado de favoritas de los fans y hits de los veinticinco años de trayectoria de la banda nacida en Fulda, Alemania. Un combo de doble CD y DVD que requirió la atención de Sammet durante el proceso. Una edición de aniversario del primer disco de Edguy, “Kingdom of Madness” también vio la luz en 2018. Y en medio, una gira de cuatro festivales europeos y catorce conciertos para celebrar los 25 años de Edguy.

“No es que me fuese de la superficie de la tierra” bromea sobre su supuesto descanso o ralentización parcial. “Al menos he tenido tiempo de componer material, embellecerlo, reconsiderarlo, cambiarlo, añadirle cosas… Tuve tiempo para cada pequeño detalle. Por una vez”.

“Cada vez que he dicho que Avantasia se acababa, lo decía en serio”

No es la primera vez que el vocalista duda sobre el futuro de Avantasia. En 2011 decidió darle carpetazo al proyecto y matarlo mentalmente, justificándose en que todo lo que tenía que decir con él ya estaba dicho. En 2013, tras algunas históricas actuaciones en multitud de festivales europeos presentando “The Mystery of Time”, anunció un show como cabeza de cartel en Wacken 2014. Allí, en rueda de prensa, dijo que ese era el último de show de Avantasia “si no para siempre, al menos durante unos años”.

Avantasia (Foto: Sergi Ramos)

“Cada vez que he dicho que Avantasia se acababa, lo decía en serio” asegura. “Creo que, en retrospectiva, cuando dije en 2010 que esto se acababa, no tendría que haber dicho nada. Creo que en eso momento lo necesitaba, necesitaba alejarme de Avantasia. Decir que Avantasia iba a seguir me habría supuesto una presión. Decir que la banda se acababa me ayudó a hacer limpieza en mi cabeza y poder tomar decisiones con más facilidad”.

¿Se hizo muy grande lo que se supone que era un proyecto paralelo?

“No es que se hiciese muy grande sino que era difícil lidiar con el hecho de que todo parecía estar escrito en las estrellas” reflexiona. “Si hubiese dicho ‘oh, me encanta Avantasia y quiero seguir adelante con ello’ la gente habría comenzado a presionar para que hiciese un nuevo disco”.

Tobias Sammet asegura que, por el momento, puede confirmar que habrá un nuevo trabajo de estudio en el futuro. “Hemos compuesto e incluso grabado algunas canciones” revela. “No sé si llevará dos o tres años más editarlas, quizá cuatro. Quizá cinco. No aseguro nada. No quiero volver a hacer planes para los próximos veinte años. He de aprender a decirle a la gente las cosas como son. Siempre he dicho que no tengo presión pero sí, tengo presión. Vivo sujeto a una agenda y no quiero eso nunca más” se queja.

La fragilidad de Avantasia

¿Ha sido la propia fragilidad implícita de Avantasia uno de los motivos que los ha hecho crecer especialmente en los últimos años? La sensación de que podría ser la última vez siempre funciona. Ahí están las giras de despedida de Kiss, Ozzy Osbourne o Aerosmith rindiendo dividendos.

“Habría tenido sentido lo que dices si yo hubiese dicho eso antes de la gira, pero generalmente dije estas cosas durante la última canción del último bis del último concierto de la gira” aclara. “Nunca lo dije antes de una gira indicando que era nuestra despedida y qué mejor que todo el mundo corra a comprar tickets. Recuerdo que subí al escenario en Wacken y lo dije ahí, tanto en 2008 como en 2011. Dije ‘esto es todo, no habrá más’. Tras el último show nadie podía comprar tickets así que no se me puede acusar de usarlo a mi favor.

Quiero pensar que la banda se ha hecho grande por la calidad de la música y porque la naturaleza de la misma es frágil. Es una banda frágil. Incluso cuando hagamos esta gira en abril y mayo. Nadie sabe, ni nosotros mismos, si podremos volver a hacer una gira con la misma constelación de artistas que ésta vez. La última vez hubo Michael Kiske. Esta vez no hay Michael Kiske. Lo que quiero decir, en esencia, es que Avantasia es algo único porque nunca sabes quién estará disponible para esta gira o para la próxima. Todo lo que ves es único y puede que no suceda más” reflexiona.

La gira de “Moonglow” arrancará en Marzo y tendrá a la banda ocupada durante tres meses. El disco se editará poco antes, el 1 de febrero de 2019, a través de Nuclear Blast. El elenco de artistas invitados para el tour será, como siempre, una colección de algunos de los mejores vocalistas del rock y el heavy metal de los últimos cuarenta años.

“En esta gira tendremos a Geoff Tate, a Eric Martin, a Bob Catley, a Ronnie Atkins, a Jorn Lande…habrá un gran show con temas viejos y nuevos” explica Sammet. “Todo estará ahí. Quizá volvemos a hacerlo dentro de cinco años pero ¿quién estará disponible entonces? No lo sabemos. No sabemos si podremos volver a tener la misma combinación de vocalistas”.

“Lo que hace de Avantasia algo único es su fragilidad, en un sentido maravilloso” explica el vocalista volviendo sobre su reflexión anterior. “Es improbable que puedas volver a ver el mismo espectáculo otra vez. Si hablas de los Avantasia de 2010 sabrás que esa fue la gira en que Michael Kiske y Kai Hansen compartieron escenario. Eso solo fue en aquella gira, no ha vuelto a pasar. Bueno, sí, ahora giran juntos en Helloween pero ya me entiendes. Fue algo único y cada show y gira de Avantasia es algo único”.

El ¿culpable? de la reunión de Helloween

La reunión de Helloween ha finalizado recientemente tras 14 meses en la carretera llenando grandes recintos por todo el mundo. Una reunión que se ha fraguado a lo largo de décadas (Michael Kiske, colaborador habitual de Avantasia abandonó Helloween en 1994 y había renegado de volver al grupo desde entonces) y sobre la que Sammet ha tenido mucho que ver aunque se quite importancia en el proceso. “Iba a pasar en un momento u otro” dice al respecto. “Tener a Michael Kiske y Kai Hansen en Avantasia ayudó. Es posible” explica.

El vocalista recuerda cómo, en el año 2010 se sentó a hablar con Kiske y le dijo que acabaría en Helloween nuevamente, antes o después y este le respondió que “nunca, nunca jamás. Eso me lo dijo cuando acababa de firmar el contrato de su nuevo management, que era el management también de Helloween” se ríe a carcajadas. “¿No podía sumar uno más uno? Iba a acabar en Helloween sí o sí” dice sin parar de reír.

“Michael Kiske habría vuelto a Helloween conmigo o sin mí. ¡No soy culpable de nada!”

“En 2010, cuando estábamos de gira con Avantasia por Sudamérica recuerdo tener a Kiske a mi derecha y a Hansen a mi izquierda sobre el escenario” afirma. “Era el tío más feliz del mundo. Era demasiado bueno para ser verdad. Les tenía a los dos, sobre el escenario, juntos de nuevo en Sudamérica por primera vez. Sabía que era cuestión de tiempo. Tras aquella gira, Kiske entró a formar parte de Unisonic junto a Kai Hansen. Pensé ‘este es el siguiente paso para volver a Helloween’. El batería de Unisonic es Kosta Zafiriou, que trabaja dentro del management de Helloween así que era obvio que era el siguiente paso”.

El paso definitivo llegaría en conexión con el concierto de Avantasia en el Hellfest de 2013, un episodio al que el propio Michael Kiske ha hecho referencia en varias entrevistas. “Michi estaba sentado en una esquina del camerino diciendo todavía ‘nunca va a suceder’” ríe Sammet. “En ese momento Markus Grosskopf y Michael Weikath entran en nuestro camerino y se encuentran de frente por primera vez en veinticinco años o no sé cuanto tiempo. Michi seguía diciendo ‘esto no va a pasar jamás’ y yo le decía ‘Michi, estás en medio del proceso’” sigue riéndose Tobias. “Yo sabía que habría pasado antes o después. Y habría vuelto a la banda conmigo o sin mí. No soy culpable de nada”.