Rob Zombie: Zombie Live

Me gustaría poder afirmar algún día con conocimiento de causa absoluto que ver a Robert Bartleh Cummings sobre un escenario es mucho mejor que disfrutar de alguno de sus discos, tanto con White Zombie como con ROB ZOMBIE. Al menos es lo que parece por todos los videos en directo que he podido ver de él. Anunciado en principio este álbum como un disco y DVD, aún no hay rastro de este último formato, que daría una idea mejor de cómo se las gasta Rob y su banda en concierto. Buen sonido, buena producción… aunque en estos tiempos no se sabe en uno de estos discos hasta que punto el sonido es real o no.

 Alrededor de veinte años han pasado desde que Rob se embarcara con su primera banda. White Zombie, nombre tomado de una película de terror de serie B de los años treinta, dio sus primeros pasos a mediados de los ochenta, pero no sería hasta la siguiente década que consiguieran algo de éxito, con ‘La Sexorcisto’ y Astro Creep: 2000’, sobre todo a los éxitos de ‘Thunderkiss ‘65’ y ‘More Human Than Human’, ambas incluidas en esta actuación. Junto a ellas, las representaciones más antiguas de White Zombie en este directo son ‘Black Sunshine’, ‘Creature of the Wheel’ y ‘Super-Charger Heaven’, olvidando una de sus piezas clave, ‘Electric Head’, en sus dos partes. 

Tras la separación de estos llegaría seguramente su etapa más conocida. Con ‘Hellbilly Deluxe’ cosechó grandes crítica, mejores posiciones, y su imagen se tornó más oscura, mucho más fiel a ese tipo de películas que idolatraba y de la que poco después se convertiría en director. ‘Dragula’, con la que cierran el show, ‘Living Dead Girl’, la potente ‘Superbeast’o ‘Demonoid Phenomenon’ resultan inevitables, quedando fuera de ese poker ‘Spookshow Baby’, pero comprimir en algo más de una hora toda su carrera se antojaba complicado. Aún así, lo consigue, dando, sorprendentemente, mucho protagonismo a sus dos últimas obras, ‘The Sinister Urge’ y ‘Educated Horses’, destacando ‘American Witch’ y  (curioso no incluir el single ‘Foxy, Foxy’), recuperando parte del sonido más rockero del pasado, como demuestra ‘Dead Girl Superstar’, quizá influido por la incorporación a la banda de John 5. Y es que, si hay algo que ha caracterizado al bueno de Rob ha sido los constantes cambios en su formación, pero siempre sabiendo acompañarse de músicos de nivel.  

Lo que ha ido quedando claro con el paso de los años es que su faceta musical ha ido siendo aparcada; valgan como prueba tan solo tres discos de estudio en los últimos nueve años. Muchas de sus canciones iban siendo incluidas en distintas bandas sonoras, hasta que hiciera su debut detrás de las cámaras con ‘La Casa de los mil cadáveres’, siendo continuada por otras, y por la inminente ‘Halloween’. Una pena que le haya quitado tanto tiempo para la música, y sobre todo para girar a este lado del charco, ya que Europa hace años y años que no ve a Rob Zombie.