Leverage: Blind Fire

Interesante “nueva” banda finesa de la discográfica Frontiers. Parece que el sello italiano amplia sus miras como ya lo hiciera antaño Nuclear Blast, sin duda la mejor y más acertada forma de crecer. Tampoco es que estos Leverage disten mucho de los típicos productos melódicos que suele brindarnos esta casa, pero hay influencias dispares que no lo hacen el disco típico de la escudería. No estamos hablando de unos principiantes precisamente pues llevan ya algún que otro trabajo que apenas había trascendido.

Sinfonismo a teclado, metal centroeuropeo, toques progresivos, elegancia compositiva, gancho en los estribillos y un cantante más que competente. La primera banda que te va a venir a la cabeza será Masterplan, con el teclado de Marko Niskala en un plano secundario en lo instrumental pero total protagonista en su sonido a modo de colchón en las composiciones. “Shadow of the Rain” es un gran cruce entre hard rock de la vieja escuela con el rollo más moderno de los ya mencionados Masterplan. Melodía irlandesa en “King of the Night” para pasar a un buen medio tiempo con toques algo happies y algún pasaje instrumental realzado por el omnipresente teclado. La producción, pese a estar bien, les ha dejado algo mermados de fuerza y la presencia del teclado ayuda a suavizar mucho el resultado final. Quizá si no abusaran tanto de las teclas podrían conseguir esa garra necesaria. Si hay que destacar algo es precisamente la balada que cierra el disco y la que más se aleja de su sonido tipo. “Learn to Live” empieza en acústica adornada por melodías de teclado que pasan al típico crescendo con instrumentos eléctricos y unos buenos coros. Os puede recordar a las típicas baladas con que acostumbran a cerrar los discos de Hammerfall.

En una onda similar está “Don't Touch the Sun”, otro crescendo que pasa a medio tiempo que viene acompañado por el que es quizá el mejor estribillo del disco juntamente con “Sentenced”, muy a lo Rainbow clásico con toque modernillo. Sacan a pasear su lado más progresivo en “Hellhorn” con notables resultados y con bonitos detalles de Heikkinen y Spoof adornando los riffs de guitarra, cobijados por el envolvente teclado y una bonita línea vocal. Derroche guitarrero y de teclados en la más power metalera “Run Down the Hill” aderezada con más destellos progresivos y demostrando que a mayores velocidades estos fineses se manejan sin fisura alguna.

El grave problema de estos chicos es sonar a una buena combinación de varias bandas actuales pero poco más. Es una primera piedra con Frontiers y un buen inicio, pero para dar un salto mayor se necesitan mejores argumentos. Quizá teloneando a alguna banda consagrada por el Viejo Continente o currarse una buena tanda de festivales les ayude a ganarse su espacio, pero la verdad es que aún siendo un buen disco, tras varias escuchas uno se queda más con la sensación de que ni aporta gran cosa ni hará sombra a rivales de similares sonoridades.