Muy arriesgada la apuesta de los suecos. Hoy en día casi nadie se aventura en sacar discos dobles, y quien lo hace, los espacia en el tiempo (ya sean EPs o LPs al completo). Así que para sacar de sopetón veinte canciones, una de dos: o los tienes bien puestos, o es que estás convencido de tus posibilidades y no querías dejar nada fuera. Escuchar un álbum (dos, en este caso) del tirón ya sabemos cómo es hoy en día. Bien es cierto que no es que haya temas eternos, pero  tomarse hora y veinte para un grupo de este estilo lo hacen sus seguidores más fieles. Si al menos hubiera una diferencia entre la propuesta de uno y de otro…

Porque al final de la escucha concienzuda, la sensación que se le queda a uno es de que SOILWORK ha sacado un gran disco, pero una de dos: podría haber sido un discazo (cogiendo lo mejor de cada uno, o lo que a uno más le gusta), o dos muy buenos discos; uno ahora, y otro en unos meses. De hecho, Bjorn Speed Strid nos contaba en una entrevista que lo mismo hacían una gira presentando el primer CD, y más adelante otra con el segundo; el sentido real de esas palabras vendría con lanzamientos separados. Pero que mis palabras no lleven a engaño, porque, sinceramente, no me extraña que no hayan querido dejar nada fuera de los veinte temas compuestos (a saber si tenían más). Una pequeña intro en la propia ‘Spectrum of Eternity’ nos sumerge en un tema loco y veloz, con un Bjorn sobresaliente en todos los registros. La velocidad manda en buena parte de ‘Tongue’ (brutal aquí el contraste con los estribillos), una demencial ‘Let the First Wave Rise’, mientras que en otras son las melodías de guitarras las que se llevan el protagonismo, caso de ‘This Momentary Bliss’ y ‘Realm of the Wasted’. Incluso de una manera mucho más accesible como en ‘The Windswept Mercy’ y ‘Whispers and Lights’, encargadas de cerrar el primer disco. Completan una pesada ‘Memories Confined’, ‘Vesta’ (algo más experimental), y la desgarradora ‘The Living Infinite I’, con las voces más agresivas de Speed.

En el segundo CD, ‘The Living Infinite II’ (situada en su ecuador) repite exactamente la misma estructura que la primera parte, incluso con el solo de guitarra en el mismo momento; supongo que todo de manera premeditada. Por lo demás, esta vez sí tenemos intro como tal, ‘Entering Aeons’, además de un interludio (‘Loyal Shadown’), y más de lo mismo. Lo único, menos velocidad, tan sólo explícitamente en ‘Long Live the Misanthrope’ y alguna parte de ‘Leech’. Entre lo demás, temas más densos y complicados de digerir. Llegar hasta ‘Owls Predict, Oracles Stand Guard’ se convierte en un camino tortuoso por momentos, y no ayuda el estilo de esa última. Destacar de nuevo la accesibilidad de un tema más atmosférico, ‘Antidotes in Passing’.

Siempre estuvieron a la sombra de los grandes del género, caso de IN FLAMES, CHILDRE OF BODOM o DARK TRANQUILLITY. Pero hoy por hoy, han demostrado que al menos en estudio, son los que gozan de mejor salud. Bravo por ellos.

 

Varo ( varo@themetalcircus.com )

Grupo:Soilwork

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:8.5

Canciones:

  1. Spectrum of Eternity
  2. Memories Confined
  3. This Momentary Bliss
  4. Tongue
  5. The Living Infinite I
  6. Let the First Wave Rise
  7. Vesta
  8. Realm of the Wasted
  9. The Windswept Mercy
  10. Whispers and Lights
  11. Entering Aeons
  12. Long Live the Misanthrope
  13. Drowning With Silence
  14. Antidotes in Passing
  15. Leech
  16. The Living Infinite II
  17. Loyal Shadow
  18. Rise Above the Sentiment
  19. Parasite Blues
  20. Owls Predict, Oracles Stand Guard

Año:2013