Delyrium: Quaerens Utopiam

En España tenemos un puñado de buenas bandas de metal progresivo, pero nunca ha sido un estilo en el que se hayan prodigado grupos emergentes del panorama. Por eso, cuando aparece una con calidad, además de llamar la atención, tiene un plus de dificultad: llamar la atención cuando normalmente la gente que consume ese género lo hace con formaciones extranjeras. Algo se cuece en Albacete cuando son varias las bandas que nos llegan de allí. Eso, o que después del éxito de quien todos sabemos, hacemos más caso a esa ciudad (y otras tantas).  

La sombra de DREAM THEATER es evidente, pero es que no esconden sus influencias, tal como muestran en sus redes sociales. Hace tiempo que me gustan (sin llegar a entusiasmarme), pero siempre tuve debilidad por su faceta “más metal” en Train of Though, y aquí la podemos apreciar. La intro/tema título, ‘Quaerens Utopiam’, evidencia ese referente en su música y su gusto por lo sinfónico, continuada por ‘Tu Voluntad’, donde ya hace acto de presencia pasado un buen rato Juan Antonio Camacho, su vocalista. A pesar de ser de las más cortas y directas que encontramos en la hora que dura el disco, ya muestran buena parte de su potencial y técnica. En ‘Erase una vez’ dejan de lado la contundencia y buscan mayor riqueza de melodías, bajando el tempo, para alternar ambas facetas en ‘Al final del laberinto’, donde se gustan en los solos alternos de guitarra/teclado, otra seña distintiva que no podía faltar. La pausa total lo pone ‘Nunca Más’, donde dejan de lado sus estructuras complejas, para volver a ellas en la, para mí, composición más destacada, ‘El vuelo del alma’, donde sus arreglos, la atmósfera y la presencia tan destacada de orquestación y teclado, hace que por un momento recordemos a los grandes STRAVAGANZZA.   

Con ‘Sin mirar atrás’ vuelven a templar el álbum, otro medio tiempo, para encarar el triple capítulo final, ‘Forgotten Words’. La primera parte, ‘At the boundaries of oblivion’, de más de diez minutos, es casi en su totalidad instrumental, pasando por distintas fases y mostrándose como la más completa, para dejar paso al progresivo algo más denso en la segunda y al lado más metálico en la tercea y última. La duda es, ¿por qué en inglés? Choca que después  de siete temas en castellano, opten por esta opción para el final. Por cierto, que la grabación de este disco ha sido gracias a un concurso organizado por la concejalía de juventud en su ciudad, abierto para todo tipo de grupos y estilos. Si ganaron, es que algo tendrían. ¿Está cambiando la mentalidad habitual de la sociedad en cuanto a gustos sonoros?