Kataklysm lleva años regalándonos con puntualidad rigorosa álbumes cuya calidad les ha catapultado a la cima del melodic death metal en el continente americano. Con su nuevo 'Meditations', los canadienses se juegan revalidar este título; y, aún con sus matices, el disco cumple con melodías memorables y riffs extremos.

Kataklysm es un grupo canadiense formado a inicios de los 90. Aunque al principio de su historia eran conocidos por sus ritmos extremos, atroces y caóticos, con la reestructuración de miembros previa a ‘Victims of this Fallen World’ (1998) que puso a Maurizio Iacono (voz) al frente de la banda, Kataklysm viró hacia un death más melódico.

Esto les llevó a recibir algunas críticas con títulos como ‘Heaven’s Venom’ (2010), pero ni los críticos más duros se atrevieron a hacer bajar a los del otro lado del Atlántico de su pedestal. Desde su formación, Kataklysm se erigió como un referente del melodeath americano: ¿Su nuevo álbum revalida el título? Descúbrelo en esta crítica de Kataklysm – Meditations.

En ‘Meditations’ (Kataklysm) la melodía es la clave

‘Meditations’, que sale a la venta el 1 de Junio de la mano de Nuclear Blast, se sigue apreciando este amor por la melodía que les ha llevado a ganar varios prestigiosos premios de la música canadiense. Con canciones de corta duración cargadas de energía (“Achilles’ Heel”, el último tema, es el más largo alcanzando apenas los 5 minutos), los de Canadá se permiten poner toda la carne en el asador desde el primer compás.

El tema con el que se abre el disco, “Guillotine”, ya cuenta en el estribillo con una interesantísima mezcla de progresiones en la guitarra (en manos de Jean-François Dagenais), que combinan bien con la brutalidad de los growls de Iacono.

Esta tónica se continúa apreciando en “Outsider”, otro tema muy sólido y agradecido de escuchar que, personalmente, me ha recordado mucho a algunos clásicos de Ex Deo tras escucharles no hace mucho en Salamandra, no es de extrañar, pues Ex Deo es un proyecto personal de Iacono y, al fin y al cabo, Dano Apekian es el único músico que no toca en ambos grupos.

‘Meditations’ ha sido mezclado y masterizado, respectivamente, por el tándem Jay Ruston-Paul Logus, nombres clave tras la sonoridad de trabajos como el ‘For all kings’ de Anthrax, el ‘Hail the Apocalypse’ de Avatar y el ‘I am the Fire’ de Gus G. Su maestría permite que el oyente capte las melodías de forma perfectamente limpia, mientras se mantiene la agresividad y vigorosidad del “hyperblast norteño” (una forma de tocar la de batería muy identificada con Kataklysm).

Es el caso de “The last breath I’ll take is yours”, un canto arrollador polirítmico que también se beneficia de la capacidad de Iacono para expresar sus letras con mucha claridad a pesar de su estilo de canto. El vocalista con raíces italianas se descubre en este álbum mucho más grave y preciso, ofreciendo la que, quizá, sea su mejor interpretación hasta la fecha.

“Narcissist”, por su parte, es un tema donde la batería de Olivier Beaudoin cobra especial protagonismo, convirtiéndolo en un himno al headbanging en poco más de 2 minutos y medio. Corto pero intenso, no se necesita más. En este sentido, Kataklysm sabe editar bien sus obras para que ofrezcan la máxima intensidad en el menor tiempo posible.

Toda la intensidad del hyperblast norteño

El treceavo disco de la banda llega a su ecuador con “Born to kill and destined to die”, una arenga a la revolución y al cambio, que se manifiesta compleja y completa a pesar de su intensidad. Esta intensidad marca de Kataklysm se desata aún más en el siguiente tema, “In limbic resonance”. El “hyperblast” toma el mando del frenético tema y transporta las notas de las cuerdas.

El resto de la segunda mitad del trabajo se desenvuelve en una atmósfera entre cinematográfica (con “Bend the arc, cut the cord”, o con “And then I saw blood”, que tiene un rollo a lo Amon Amarth) y con groove (“What doesn’t break doesn’t heal”, donde Stéphane Barbe se permite lucirse al bajo).

El disco se cierra con el temazo que es ‘Achilles’ heel’, que destaca como la estrella incuestionable del álbum gracias a su expresividad emotiva y la prodigiosa técnica con la que se ejecuta. Un broche de oro para un disco bueno, que denota que la banda no tiene ya que probar nada a nadie, sólidamente compuesto y muy digno de colocarse cerca de las primeras posiciones en el ranking de trabajos de los canadienses.

Les revalidamos, venga, pero con matices.

Con ‘Meditations‘, Kataklysm no ceden su merecidamente ganado lugar en el género. Sin embargo, también es cierto que el disco está lejos de lo mejor de los canadienses. Esto se debe, principalmente, a la pequeña percepción de inconsistencia entre tema y tema. Es difícil verlos todos como un verdadero conjunto, pero a la vez también es verdad que es difícil escoger el motivo del álbum, y discernir qué temas merecerían quedarse y cuáles tendrían más sentido en otro contexto.

Además, exceptuando algunos temas concretos como “Achilles’ Heel”, hay el peligro que, con los años, ‘Meditations’ se descubra como poco memorable. Sólo el tiempo dirá. Por el momento, con sus riffs pesados, sus melodías agradables y la excelentísima interpretación de Iacono, se trata, definitivamente, de un fantástico trabajo para ser disfrutado en directo.

Grupo:Kataklysm

Discográfica:Nuclear Blast Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Guillotine
  2. Outsider
  3. The last breath I'll take is yours
  4. Narcissist
  5. Born to kill and destined to die
  6. In limbic resonance
  7. And then I saw blood
  8. What doesn't break doesn't heal
  9. Bend the arc, cut the cord
  10. Achilles' heel

Año:2018-06-01

Votación de los lectores:5