El carismático Till Lindemann, líder de la banda alemana Rammstein y Peter Tägtgren, rostro de bandas como Hypocrisy o Pain, unen fuerzas de nuevo para presentar su segundo álbum como Lindemann. Un lanzamiento tan esperado como cuestionado.

Si hablamos de dúos musicales icónicos es prácticamente imposible pasar por alto el asombro que causó la presentación de Lindemann como proyecto musical a mediados de 2015. Singles del ‘Skills In Pills’ como el polémico “Praise Abort” o “Golden Shower” causaron estupor entre aquellos que estaban pendientes de los movimientos del vocalista alemán y del polifacético Peter Tägtgren. A pesar de la división de opiniones al respecto, en términos generales se esperaba la anunciación de la continuidad de la banda o, al menos, de alguna actuación en directo. A cuentagotas, Till Lindemann y Peter Tägtgren fueron desvelando algunos de los temas que conforman este nuevo álbum, siempre acompañados de elaborados, impactantes y, muchas veces, humorísticos videoclips con la colaboración del actor Peter Stormare, que encaja a la perfección con la locura de los dos artistas. Ahora, años después, Lindemann vuelven a lo grande con un nuevo álbum con potencial para seguir creando controversia y con una gira que hará arder los estadios europeos este invierno.

Sin sorpresas pero sin decepcionar

‘F&M’, a diferencia de su disco predecesor, está íntegramente cantado en alemán, lo cual abre de nuevo el debate sobre qué es Lindemann. A pesar de la gran aportación en la composición que proporciona Tägtgren y que le da a las canciones un toque a lo Pain, el parecido con Rammstein es innegable.

Sea como sea y sin importar como sean juzgados, la navidad se ha adelantado con el regalo de este trabajo musical.

Se nos indujo a la paranoia de “Steh Auf” hace un par de meses con la publicación de un videoclip que pasea al espectador por variadas y surrealistas escenas que parecen ser delirios de Tägtgren, a la batería. Lindemann estrenan su disco con este mismo corte que a día de hoy no supone ninguna sorpresa para el oyente pero lo carga de energía, preparándolo para lo que va a continuación.

El track “Ich Weiß Es Nicht” fue publicado también con antelación y resultó ser del agrado del público en general. Este tiene riffs machacones y, de no ser por el toque particular de teclado, sonido que identificamos ya como propio de la banda, podría formar parte del álbum sin bautizar que Rammstein dio a luz este mismo año. “Allesfresser” asalta como novedad entre matices electrónicos y una letra que, de ser traducida, la corona con ese toque desagradable y morboso que a menudo distingue las creaciones de ambos artistas.

Sin prisas, “Blut” entra en acción y se diferencia de las canciones anteriores en lo que a su ritmo se refiere. Esta, más serena, se va tejiendo entre arpegios de guitarras escasamente pasadas por distorsión, coros femeninos y la voz de Lindemann, que suena limpia y armoniosa.

El último avance de lo que iba a ser el ‘F&M’ fue “Knebel”, otro tema pausado y que, además, buena parte de este se basa en un dúo guitarra-voz que entran en perfecta sintonía. Parece, pues, que la banda se quita la susodicha mordaza a partir de la segunda mitad del tema cuando este, literalmente, explota.

Bendita locura

“¡Ay, ay, ay!” dice Lindemann en “Frau & Mann” y es que ¡Menudo tema! Ya desde el primer rasgueo de guitarra, simple pero efectivo, se convierte en un tema pegadizo y que seguro que terminará por ser de los más aclamados de la banda. A continuación bailamos “Ach So Gern”, un tango que no podría desentonar más entre el repertorio que ofrece el álbum pero que, sin embargo, sí tiene cabida dentro del sin sentido que representa Lindemann. La banda sigue desatando su faceta más delicada en “Schlaf Ein”, una pieza a piano reforzada con efectos sonoros para enfatizar los toques de ternura que pretenden transmitir.

Y, como si nada hubiese pasado, “Gummi” arranca de nuevo a toda potencia en lo que es una alegoría al fetichismo, concretamente al látex. “Platz Eins” va anunciando que la fiesta está por terminar, aunque no antes sin desmelenarse con este corte. La pesadez de sus ritmos y la gran presencia de sintetizadores lo dotan de un sonido ostentoso que se debate entre lo retro y el metal más moderno. Sin duda alguna, un tema que merece ser tratado como otro de los más notorios de su corta pero fértil carrera.

Lindemann cierran el disco con “Wer Weiß Das Schon”, una pieza más bien orquestal que no repara en incluir una lenta pero contundente batería y la voz de Till, que no siempre se expresa con ternura.

La espera entre los dos únicos álbumes de la banda queda olvidada después de escuchar el ‘F&M’, a grandes rasgos un disco completo, bien ejecutado, de sonido contundente y melodías variadas. Aunque las comparaciones son odiosas, es difícil no caer en ellas con bandas como Lindemann que, además de ser un proyecto secundario de miembros de bandas que han creado sus propias marcas, solo tienen el ‘Skills In Pills’ o el single ‘Mathematik’ como antecedente. ¿Es ‘F&M’ mejor que ‘Skills In Pills’? Cuestión de gustos y, aunque con este el factor sorpresa se ha visto mermado, estamos expectantes por ver qué clase de espectáculos ofrecerán en su inminente gira.

Marina Salcedo

Grupo:Lindemann

Discográfica:Vertigo Berlin

Puntuación:8

Canciones:

  1. Steh Auf
  2. Ich Weiß Es Nicht
  3. Allesfresser
  4. Blut
  5. Knebel
  6. Frau & Mann
  7. Ach So Gern
  8. Schlaf Ein
  9. Gummi
  10. Platz Eins
  11. Wer Weiß Das Schon

Año:2019-11-22

Votación de los lectores:5