En un estilo tan sembrado de tópicos como es el folk metal (y por folk metal ya sabéis que me refiero al de tintes vikingos, el claramente mayoritario que ha acabado acaparando la etiqueta), es de agradecer que haya bandas como Equilibrium que, si bien tampoco inventan la rueda, siempre consiguen encontrar recursos interesantes con los que dar una pincelada distinta a la fórmula a la que estamos acostumbrados. Los germanos, padres de uno de los álbumes pilar del género como es su aclamado «Sagas» de 2008, tienen cierta picardía a la hora de diseñar sus nuevas composiciones, haciendo que siempre haya un factor de inesperabilidad y sorpresa dentro de los cánones habituales de este estilo.

Metiendo en su batidora compositiva ideas de procedencias señaladamente distantes, es imposible no sonreír con aprobación cuando uno se encuentra esos enormes sintetizadores ochenteros dando un toque retro a los versos de «Erwachen» que colide de una forma tan frontal como fresca con la esencia norteña del tema, siendo el nexo entre ambas una palpable epicidad que no hace distinciones entre colinas nevadas o escenarios de neón. De la misma década procede el enorme interludio 8-bit en «Helden» que no se queda ahí como anécdota, sino que se une al arranque de la distorsión y la batería en uno de los pasajes más bombeantes del disco, directo a acabar en ese estribillo increíblemente pegadizo que se encuentra a la par del de «Katharsis», de corte más tradicional pero tremendamente adictiva.

«Zum Horizont» es uno de los mejores ejemplos de la sorprendentemente eficaz y bien medida locura compositiva de la banda, encadenando en una misma canción blastbeats, pasajes de influencia klezmer y reggae y grandilocuentes estribillos. Con gran influencia del post-rock más vivaz y brillante se presenta «Koyaaniskatsi», tema instrumental (salvo por unos cuidados spoken words) que cuenta con una gran melodía principal que perfectamente podría aparecer como acompañamiento a cualquier anuncio vitalista de esos que abundan en nuestra parrilla televisiva. Mucho más oscura y apocalíptica (haciendo aquí honor al título del álbum) se presenta una «Eternal Destination» que nos ofrece un cierre fantásticamente dramático y sentido a un álbum al que, desde luego, no le falta humor ni diversión.

Especialmente divertida es «Born to Be Epic», que pese a su ridículo título cuenta con uno de los movimientos más sorprendentes de todo el álbum: llegado el estribillo, la banda decide pegar un salto a los derroteros más mainstream en un tremendo guantazo a mano cruzada al oyente, dejándonos con un ritmo dubstep coronado por una de esas melodías absurdas que se han convertido en uno de los recursos más utilizados en los hits pop de los últimos años (siento no poder explicarlo mejor, pero os aseguro que entenderéis a lo que me refiero cuando lo oigáis). En definitiva, «Armageddon» es un gran disco por parte de una banda que ya demostró con el anterior «Erdentempel» que su creatividad y frescura no tiene pronóstico de minar pronto. Mientras sigan manteniendo esta excelente combinación de extremos con tanta tradición como sorpresa y tanta epicidad dramática como pura diversión, tengo muy claro que van a ser siendo una de las mejores bandas del género.

Grupo:Equilibrium

Discográfica:Nuclear Blast

Puntuación:7

Canciones:

  1. Sehnsucht
  2. Erwachen
  3. Katharsis
  4. Heimat
  5. Born To Be Epic
  6. Zum Horizont
  7. Rise Again
  8. Prey
  9. Helden
  10. Koyaaniskatsi
  11. Eternal Destination

Año:2016-08-12

Votación de los lectores:5