El disco, ampliamente anclado en los sonidos propios de la americana, con sabor a carretera interminable rodeada de nada, a dobro y a lo sureño, lleva en preparación desde hace prácticamente una década.

El primer disco en solitario de Myles Kennedy no es, por definición, un disco para puristas o fans de las bandas en las que el talentoso vocalista ha militado hasta ahora. Tras casi una década en preparación, “Year of the Tiger” es un trabajo que dista mucho de Alter Bridge o de Slash. Del mismo modo que su compañero Mark Tremonti ha hecho de su carrera en solitario una continuación o evolución estilística respecto a su faceta como guitarrista de Alter Bridge, Myles no podría haber distanciado más. “Year of the Tiger” es un disco que no llega en el año del tigre según el zodíaco chino, pero que hace referencia a 1974, el año en que Kennedy perdió a su padre debido a una enfermedad, cuando el músico contaba con tan solo cuatro años de edad.

El disco, ampliamente anclado en los sonidos propios de la americana, con sabor a carretera interminable rodeada de nada, a dobro y a lo sureño, lleva en preparación desde hace prácticamente una década. Así pues, fue en 2009 cuando Kennedy mencionó por primera vez que andaba trabajando en un disco en solitario. Desde entonces, mantuvo que no sería un disco ‘agresivo’ o ‘heavy’ y ha cumplido su palabra, sin duda. “Year of the Tiger” es un disco propio de un cantautor, pero de un cantautor con una voz agraciada con una profundidad escalofriante y una capacidad para transmitir sentimientos que brilla más en este ámbito que en medio del ataque metalero que conforma la música de su banda principal.

Compuesto por doce canciones, el disco es adictivo una vez uno se acostumbra al nuevo registro. Vocalmente, su entrega es similar y su registro muy parecido al que usa en Alter Bridge, pese a que las canciones requieren algo más de soul. Lo distorsionado es anecdótico (como el gran solo de “Devil on the Wall”) y las atmósferas son enriquecedoras, capaces de generar texturas, estados de ánimo e imágenes mentales de todo tipo. Las melodías te transportan, como sucede en la gran “Ghost of Shangri La”, y la falta de rocosidad de una banda de rock al uso hace que los momentos más ácidos brillen con especial intensidad.

En el disco hay espacio para himnos e introspección a partes iguales. “Mother” nos muestra a un Kennedy vocalmente más estridente que contrasta, por ejemplo, con el recogimiento de “Love Can Only Heal”, un tema absolutamente sobrecogedor que te da ganas de dar un abrazo al tipo. Un disco con mucha inspiración situada en el sonido de la música americana de los años 50, del country, del blues y que muestra a uno de los grandes vocalistas de nuestra generación bajo una luz totalmente distinta a la habitual, lo cual enriquece su legado musical y aumenta nuestra percepción musical de él.

Grupo:Myles Kennedy

Discográfica:Napalm Records

Puntuación:8

Canciones:

  1. Year of the Tiger
  2. The Great Beyond
  3. Blind Faith
  4. Devil on the Wall
  5. Ghost of Shangri La
  6. Turning Stones
  7. Haunted by Design
  8. Mother
  9. Nothing But a Name
  10. Love Can Only Heal
  11. Songbird
  12. One Fine Day

Votación de los lectores:5