Sere comedido. Cualquiera que leyera la anterior crónica de WARCRY que hice hace poco más de un año y medio estará llevándose las manos a la cabeza y diciendo “pero como demonios envían a este hombre a ver a WARCRY”. Simple: soy masoquista. Solo que, en ésta ocasión, motivos varios –entre ellos creer que el concierto empezaba más tarde- me impidieron llegar a tiempo de ver los seis primeros temas de la banda, por tanto lo menos inteligente sería hacer una crónica “estilo Ramos” dándomelas de listo. Mis disculpas a quien pueda afectar mi tardía llegada al concierto, ya sea el chico de seguridad de Razzmatazz que me tuvo que dejar entrar el foso de fotógrafos fuera de tiempo o al señor Victor García por aguantar mis flashes cuando ya todos los fotógrafos habían acabado su trabajo o al fan de WARCRY sito en Tordecillas el cual me enviará un mail asesino cuestionando mi profesionalidad po haber llegado tarde al concierto de La Banda Que Más Ama En El Mundo.

Admiro a WARCRY. Son el ejemplo de banda currante de las que hay pocas en éste pais. Editan numerosos discos en periodos relativamente cortos  y no aminoran la marcha de su actividad en directo ni que los atropelle un trolebús. Por ello, tienen merecido que seiscientas personas los adulen siempre que vienen a tocar a Barcelona. Mis opiniones acerca del porqué de esa adulación ya son sabidas por todos (sino, id a la sección de conciertos y echad un ojo a la anterior crónica) y no me reiteraré sobre ellas pues sería absurdo. Dejémoslo en que cada cosa tiene una edad y es evidente que Victor Garcia y Alberto Ardines no son tontos y saben que el público que mas dinero se deja en Heavy Metal es el público adolescente, especialmente aquellos que están en una etapa de identificación total con la lírica heavy-metalesca y la imagen respectiva, por tanto, es logico que sus letras ensalzen esos conceptos por un lado, además de tratar otros temas más cotidianos en otras canciones pero igualmente útiles en su vertiente mas galvanizadora del ego adolescente.

En ésta ocasión, los omnipresentes HAPAX fueron los teloneros y aunque no pudiera ver su concierto, también admiro su constancia en una escena que no es nada fácil para las bandas que están intentando despuntar. Desde que tocaran en la primera edición del METAL CIRCUS FEST, hace ahora casi dos años quedó claro que son una banda que lo da todo sobre el escenario y que están decididos a ir a por todas. Tocar delante de 600 fans hambrientos de Heavy Metal debió ser un gran paso.

Alrededor de las 21:30, WARCRY subieron al escenario de Razzmatazz 2 para presentar ante el público congregado su tercer disco, “Alea Jacta Est”. Se advierte una cierta madurez creciente en el seno de la banda, tanto en lo musical como en lo letrístico, y es que probablemente hasta ellos miran ahora su primer disco con una sonrisa guasona en la cara. Supieron dar en el clavo y provocar una división entre los fans de AVALANCH que nunca acabé de entender demasiado bién. Aún a dia de hoy es posible escuchar entre el público algún “Rionda, chupate esa!” que imagino que responde más bien al impulso del momento que a un analisis detenido de la música con ojo crítico. Como esos “tio, eres el puto amo!” que algun chaval que lee demasiadas cartas de la Heavy Rock gritó a mi espalda entre dos canciones refiriéndose al guitarrista de la banda, Fernando Mon.

“Alejandro”, “Luz del Norte”, “Despertar”, “Pueblo Maldito”, “Aire” y el principio de “Un Mar de Estrellas” fue aquello que no pude ver del concierto. Llegué justo en medio de un mareante solo de guitarra de Pablo García que estaba emocionando visiblemente a las primeras filas. “Iberia” “Dispuesto a Combatir” y el heavy “Hijo de la Ira” acompañaron al público hasta la mitad del concierto, donde un solo de batería muy prescindible de Alberto Ardines tuvo lugar. Fue posible constatar que Victor Garcia no ha ganado demasiado en movilidad sobre el escenario, acabando de asentar sus ya clásicos movimientos de melena apoyandose sobre sus rodillas mientras Pablo García ejecuta solos con una precisión propia de Petrucci en algunos momentos, salvando las distancias, claro.

El concierto siguió adelante con “Espiritu de Amor”, “Tu Mismo”, “Trono de Metal” –muy vitoreada-, la emocionante “Señor” y “Capitan Lawrence” que cerró provisionalmente el concierto, con más solos de Fernando Món y del teclista Manuel Ramil. Ramil interpretó parte de la melodía de “Fear Of The Dark” consiguiendo uno de los momentos más magicos de la noche, decidiendo el público espontáneamente corear la letra del tema al unísono.

Los bises los compusieron “Guardian de Troya”, “”Cada Vez” y como era previsible, el tema más inconfundible de la banda: “Hoy Gano Yo”. Fue curioso comprobar como el público sabia todas y cada una de las palabras de cada tema, coreando los estribillos a un volumen que ni el própio grupo debía comprender.

A nivel escénico, WARCRY se encontraron bastante más comodos en ésta segunda visita a Razzmatazz 2. El escenario más amplio que el de Mephisto, donde pude presenciar su concierto en una ocasión anterior, les permitió colocar sendos telones con la portada de su nuevo disco a cada lado de la batería de Alberto Ardines además de un par de llamaradas “de mentira” de aquellas que se provocan con un dispositivo que expulsa aire para hacer subir una tela o algo similar provocando un efecto parecido al de una llamarada real.

El sonido del que disfrutaron fue algo mejor que el de la vez anterior en que pude verlos, pero está claro que sonorizar seis instrumentos en una sala de conciertos en que la acústica puede variar mucho según la cantidad de público asistente tiene sus contras, y uno de ellos es el apelotonamiento sónico que se pudo apreciar en algunos momentos. No tardarán en volver, pero mientras, sirva esta humilde crónica de testimonio de lo sucedido en su última aparición en suelo barcelonés.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Razzmatazz 2
Barcelona
Promotor: Rock N' Rock
Publico: 600 personas

Día:16/10/2004

Puntuación:8