SOILWORK

Triste entrada la que se registraba en una lluviosa y fría noche de noviembre en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona.  Los suecos SOILWORK volvían a la ciudad condal tan solo un año después de su última visita junto a DARK TRANQUILLITY. No obstante, en ésta ocasión las condiciones serían muy distintas. Apenas de 150 personas poblaban la sala para ver a los escandinavos, una cifra muy inferior a lo deseado y que no refleja en absoluto el tirón que tienen hoy en dia SOILWORK entre el público que gusta del metal más novedoso.

Los motivos no están muy claros. En la otra punta de la ciudad, MONSTER MAGNET tocaban en una sala con las entradas prácticamente agotadas, lo que probablemente influyó de una manera u otra en el resultado final. No obstante, el público de MONSTER MAGNET no es exactamente el público de SOILWORK, así que en algún lugar, de algún modo, algo falló.

Cuando Bjorn Strid y sus compañeros de banda salieron a escena, no había un rugido especialmente espectacular entre el público. La banda, no obstante, no se dejó impresionar por esa falta de calidez por parte de Barcelona –más sorprendente aún cuando el año pasado mil personas veían el show totalmente entregadas- sino que se puso las pilas y rindió a un nivel que rayó en lo notable.

Salieron a escena con “Sworn To a Great Divide” y “As We Speak”, con Bjorn muy entregado, constantemente subiéndose a la pequeña mini-tarima que tenía en el frontal del escenario. No obstante, la iluminación era terrible. No se si no traían a su técnico propio pero estaba clarísimo que allí alguien no sabia muy bien de que iba el tema. Como único fotógrafo existente en el foso – lo que da una idea de que algo no funcionaba esa noche- me las vi y me las desee para poder hacer algo decente con aquella iluminación.  Pero, realmente, ese era el menor de los problemas.

El set fue realmente apabullante, con “Needlefast”, “Exile”, “Bastard Chain”, “the Bringer”, “One With The Flies”, “20 More Miles”, “Overload”, “As The Sleeper Awakes”, “Black Star Deceiver”, “The Chainheart MAchine” y “Stabbing The Drama” completando la porción principal del concierto, y luego un “Follow The Hollow” y “Nerve” para cerrar el show en los bises.

La entrada de Peter Wichers es la principal diferencia entre este concierto y el de hace un año. Wichers es una pieza del puzzle que no se puede ignorar así como así, pues forma parte de las bases del sonido clásico de SOILWORK. Su reentrada en la banda fue una sorpresa, pero era lo mejor que le podía pasar a la formación de la banda en éste punto. Se nota que hay una química especial entre el sonido de su guitarra y la voz melódica-pero-bruta de Bjorn. Bienvenido de nuevo a casa, pues.

En líneas generales fue un buen show, aunque algo deslucido por la asistencia y, también, por un sonido algo menos agradable de lo debido. El vacio en la sala implica que el rebote es mayor y las bondades acústicas de Razz 2 –que no son muchas- desaparecen. Otra vez será.