Curiosa combinación. Hacía ya casi dos años de la última visita de Rata Blanca
a Barcelona y, aunque debido a su calidad en directo y el nombre que ya tienen
forjado es difícil encontrar a alguien que no los haya visto, nunca está de
más una nueva visita de los argentinos, lástima que sea en estas fechas tan
comprometidas.

En esta ocasión Rata Blanca venía presentando su nuevo LP titulado “La llave
de la puerta secreta” que ha recibido buenas críticas y aceptación tanto en
su país, donde estuvieron en puestos importantes en las listas de ventas, como
en España. Y es que la intención del concierto era buena pero la organización
no, desde el más ínfimo detalle hasta los grandes elementos falló: para empezar,
el concierto se celebraba un Jueves, un día antes de la visita a Barcelona
de Medina Azahara y un día antes del Atarfe Vega Rock en Granada.

Suponiendo que la fecha elegida es inamovible no hubiese estado de más presentar
un poco más de publicidad de manera que la gente al menos tuviese clara la
posibilidad de ver a la banda. Pocos carteles empapelando zonas de mucho tránsito
heavy, pocos o ningún flyer a las entradas de los conciertos…

Me encaminé al recinto sobre la hora, el reloj marcaba las 7:10, la entrada
hablaba de una apertura de puertas preparada para las 7: 00, pero cuando pisé la
entrada de Razzmatazz 2, no había nadie excepto un trío de personas sentadas
en la puerta sin mucho ánimo de entrar. Poco a poco fue llegando gente pero
las puertas no se abrieron hasta las ocho y diez y la cola de personas a penas
registraba las 200 personas.

Un problema con la hoja de las acreditaciones hizo que los que íbamos a hacer
fotos subiésemos unos veinte minutos más tarde, cuando 91 Suite empezaban su
segundo tema. Los murcianos venían presentando su segundo compacto “Times They
Change” y empezaron con el mismo inicio que presenta el disco “Seal it with
a kiss”. El nuevo cantante, que lleva apenas diez días en la banda, sonó realmente
genial y quien dudaba de su calidad o de la ejecución de los temas por su parte
se dio por satisfecho con la nueva incorporación. Y es que, aunque tuviese
que echar ojo a la carpeta con las letras de las canciones muy frecuentemente,
sonó realmente bien. Ningún reproche al chico que sin duda ha sido un gran
hallazgo.

“Give me the night” de su primer álbum fue el siguiente tema en sonar y “I
wanna be in love” fue, definitivamente, uno de los grandes de la noche y es
que 91 Suite estuvieron pletóricos y mantuvieron la línea todo el show. A continuación
sonaron temas del nuevo disco tales como “Times they Change” o “Hopes and Dreams”.

“Every day goes by” de su primer disco hizo de preludio del que fue el mejor
tema de su actuación: “Wings of Fire” sonó genial y fue uno de los temas más
coreados. Luego le llegó el turno a “Tell me why” y el show se cerró con “Hard
Rain” que sirvió como conclusión fenomenal para el show.

Hacía tiempo que queríamos ver a 91 Suite, una banda que se perfila como una
de las constantes en el Hard Rock estatal y sobre todo a partir de su último
compacto con el que se han conseguido hacer un nombre que pese a no ser conocido
por todo el mundo corre ágilmente de boca en boca.

Pero aún faltaban los grandes por tocar y la espera se hizo eterna. Fue curioso
ver como uno podía circular desde la primera fila hasta el stand del merchandising
o el bar a buscar una cerveza y luego volver a la primera fila como si nada.
Se agradecía el ambiente libre de presiones sobre todo en los momentos de espera.

Tras media hora de espera, subieron al estrado los argentinos. El show se
abrió con la “intro” de su nuevo compacto y “La Llave de la Puerta Secreta” seguida
por “Sólo para amarte” y “Volviendo a Casa”.  Coreadas por todos los fans.
Fue una introducción realmente buena y supuso el primer gran momento de contacto
entre músicos y fans de la noche. Dos de los temas más conocidos de la banda
así como una de las grandes bazas del último compacto supusieron una combinación
realmente explosiva que nos dejó a todos con ganas de más temas clásicos y,
aunque tuviésemos que espera mucho rato para volver a recordar viejos tiempos
de la Rata en el show no faltaron ganas ni devoción sincera por parte de la
gente.

Y es que más que un concierto estuvimos en una fiesta. Una fiesta marcada
por los chistes de Barilari así como por su buen humor. El cantante gustó y
se llevó al público a la palma de la mano a base de sonrisas, ánimos, actitud
y ganas a la hora de darlo todo por una interpretación, que, aunque a bajo
volumen, fue realmente buena. Los solos abrumadores de Walter Giardino arrancaron
chispas de los ojos de la gente y su actitud desafiante y su mirada ruda gustaron
tanto como la sonrisa permanente de Barilari. Y es que el resto de miembros
del grupo se vieron realmente eclipsados por los dos frotmans que a veces parecían
estar a punto de chocar. Barilari cedió su puesto a Giardino siempre que se
vieron juntos y el Guitarrista pasó a ocupar la zona central del escenario
durante sus solos demostrando quien es dirige a la Rata.

Sonaron pocos temas  clásicos y muchos más nuevos, faltando joyas como “Guerrero
del Arco iris”, “Abeja Reina” o “Lluvia Púrpura” así como el mítico “Preludio
Obsesivo” de Walter Giardino. A pesar de todo, fue un gran show y es que Rata
Blanca son una banda querida y que se deja querer.

Todos los temas fueron coreados de manera abrumadora, y el repertorio hubiese
sonado genial si no fuese porque la voz de Barilari estaba demasiado baja,
siendo imperceptible por momentos. Aún así el cantante desbordó emotividad
y el público se encargó de complementar esa voz para que la falta de volumen
no fuese tan evidente. El ambiente fue de lo mejor y las risas inundaron la
sala, sin llegar, aún así, a Giardino que, con turbias miradas, le costó esbozar
algunas sonrisas durante la noche y fue difícil, por no decir imposible, apreciar
alguna sensación de complicidad entre los miembros de la banda que, de cara
al público estuvieron genial, pero entre ellos les costaba poner buena cara.

Sonó un repertorio poco variado en el que se incluyeron muchos temas del nuevo
compacto como: “La otra cara de la moneda” o “Aún estás en mis sueños”, temas
que gustaron aunque no recibieron el apoyo total de la gente, quizá debido
al poco tiempo que lleva el compacto en las tiendas. Y es que el último disco
se oía en el ambiente aunque la gente acudió al festín a oír los clásicos.

Aún así no los escucharíamos hasta el final y es que los argentinos parecían
contentos con su nuevo trabajo y quisieron lucirlos con pelos y señales, demostrando
que la Rata sigue viva en todos sus aspectos.

“Bajo el poder del sol” sonó bien y gustó a todo el mundo y ese primer riff,
tan parecido al de “Tras las rejas” de “Saratoga” fue coreado a viva voz promovido
todo por un Barilari muy activo, aún así el concierto pecó de pesado en las
dos interpretaciones más largas de la noche: “Guitarra Española” y “Blues”,
ambos temas del último trabajo fueron, quizá, lo menos llevadero del show provocando
bostezos en más de uno. Los temas, con sus 8 minutos cada uno, sonaron casi
seguidos y, sumándole los solos frenéticos de Giardino acabaron por quedar
algo largos, especialmente el segundo que, a pesar de la entrega que pusieron
los músicos al ejecutarlo no acabó de cuajar en el ambiente fiestero de la
noche.

“Chico callejero” fue uno de los temas más apreciados por el público y supuso
uno de los momentos de vuelta al pasado para muchos que disfrutaron del tema
con mucha emotividad. El concierto fue pura magia y es que los pocos que acudimos
al recinto nos sentimos como en familia, muchos temas importantes se habían
dejado para el final y la gente ya tenía ganas de sentir los grandes clásicos
que la banda suele tocar. El público empezaba a notar el cansancio y los cánticos
se oían cada vez con menos fuerza. Y es entre cada canción se oyeron varias
tonadas al son de ¡Rata, Rata! o ¡Mucha Rata! incluido el clásico canto de ánimo
que ya es un clásico en sus conciertos y que, esta vez, sonó apoyado por todos
los instrumentos, quedando como resultado una versión musicada bastante interesante.

Tras la despedida momentánea la banda volvió a entrar para ofrecernos lo que
sería el punto al final del show. Aparcando “Guerrero del Arco iris” a un lado,
quizá debido a los problemas musculares que sufría el batería en un brazo,
la banda cerró la noche con sus míticas “Mujer Amante” y “La leyenda del Hada
y el Mago” y resultó ser un final apoteósico. Toda la presión que no se había
dado durante el show se sucedió de golpe. La gente sacó fuerzas de donde pudo
para completar esa falta de volumen en la voz de Barilari y los dos temas fueron
coreados por cada uno de los allí presentes. Y es que el final fue lo mejor
del show y con diferencia suponiendo el momento de máxima entrega por parte
de todos para que el resultado fuese una experiencia genial.

Concluyendo, podemos hablar de una gran noche, faltaron muchos temas y algo
de decorado hubiese estado bien. La actuación de los músicos fue ejemplar y
el ambiente una maravilla. Un diez a los argentinos y un 0 a la organización
del evento, pero todo se olvida cuando se trata de Rata Blanca.

Texto y Fotos: Miguel Gaggiotti

Datos:Razzmatazz 2
Barcelona
Público: 450 personas
Promotor: Toni Productions

Día:9/3/2006

Puntuación:8