MICHAEL MONROE
Cuando nos dijeron que los Hanoi Rocks se separaban definitivamente muchos creímos que era una pérdida dolorosa e irreparable, y más teniendo en cuenta que su último disco de estudio era, de largo, el mejor de su segunda etapa. Pero estaba claro que Monroe y McCoy no se soportaban ni en pintura. Cómo olvidar cuando ambos empezaban a hablar al mismo tiempo para acaparar protagonismo. Era una situación surrealista e infantil. Pero cuando enterrábamos a los Hanoi, Monroe decidió resurgir a lo grande, con una superbanda de cine. Conte y Yaffa abandonaron los New York Dolls y con ello las muñecas de Nueva York han perdido casi toda su magia y gracia. La presencia de todo un Ginger (de Wildhearts) componiendo junto a Monroe ha sido el colofón al grupo.
Antes de la descarga del finlandés pudimos presenciar una de las sorpresas de la escena rockera: los canadienses White Cowbell Oklahoma. Enorme banda de rock sureño con unas pintas de rednecks absolutamente auténticas. Contaban con tres guitarristas y un personaje para todo que arremetía una y otra vez con el cencerro blanco. El combo posee mucho feeling y dota a sus composiciones de algunos efectos shock rock muy logrados. Hubo primero juegos con fuego y el pie de micro y una escena impagable en la que su “hombre para todo blandió una motosierra a la vez que dos de sus compañeros mantenían en alto una barra de hierro con dos rollos de papel de cocina tamaño extragrande. Mientras batería, bajo y guitarra aguantaban el tempo el chico destrozó el papel y lo hizo volar por toda la sala. Efecto fácil y sencillo, pero muy resultón y chocante. Cabe destacar la gran acogida que consiguieron y que incluso nos hizo cantar a pleno pulmón su himno “Put the South in Your Mouth”. Si alguien tenía dudas en lo ofrecido en disco os puedo asegurar que su directo es impagable.
Los secuaces de Monroe se hicieron de rogar pero saltaron con muchísimas ganas. Muchos serían los que criticarían el escaso material de Hanoi Rocks, pero vaya, cuando sonaron los históricos temas de Demolition 23 la sala se venía a bajo. Curiosamente había bastante más público que en la anterior venida de los Hanoi Rocks. “Trick of the Wirst” demostró el enorme mérito de su disco Sensory Overdrive. Vimos a un Monroe más sobrio y concentrado, que sigue siendo un ciclón sobre escena y que acapara todas las miradas. Sin lugar a dudas es uno de los frontmans definitivos de la historia del rock and roll. Continua mostrando una flexibilidad espectacular y sus juegos con el cable de micro son marca de la casa.
Continuaron con “Got Blood?”, “Modern Day Miracle”, pero la primera bomba en caer fue el “Motorvatin” de los Hanoi Rocks. Grandioso el grupo haciendo coros, pero mejor fue cuando la empalmaron con la maravillosa e hímnica “Hammersmith Palais”. Dimos la bienvenida a un nuevo clásico como es “78” y vibramos con otra de los 23: “Nothins Alright”. El grupo tenía al público en el bolsillo, así que tras “Not Fakiun It” atacaron con una de las sorpresas de la noche: “Superpowered Superfly”. Grandioso tema. La verdad es que toda la banda funciona como un reloj y el ritmo entre temas era constante, sin pausa. Michael nos saludó con su macarrónico catalán y nos golpeó con “Bombs Away”. Hubo un par de covers de los The Damned (todo un homenaje) para luego atacar con lo más conocido y esperado. Por un lado “Back to Mistery City” y por otro “Malibu Beach Nightmare”. La sala seguía entregada ante el peso de los clásicos.
Antes de atacar los bises nos brindaron la histórica “Dead, Jail or Rock and Roll” con coreo masivo y un Monroe entregado de forma total. Tras unos instantes de pausa el grupo volvía a pisar el escenario. Ese momento fue aprovechado para que Monroe presentara al grupo. Sami y Ginger se llevaron las grandes ovaciones de la noche, Monroe aparte, claro está. “I Wanna Be Loved” fue ese himno punkarra devastador que sonó salido de madre pero incendiario, como tiene que ser. Thunders debe disfrutar desde el cielo si les ve cada noche tocarlo… “Life Gets You Dirty” sería el único tema que tomarían del homónimo disco, pero la verdad es que no desentonó , muy a pesar de que muchos hubiesen preferido un “Taxi Driver” o un “Tragedy”. Finalmente Monroe pasaría a las baquetas y Ginger a las voces para terminar con un “Blitzkrieg Bop” ramoniano que sirvió como fin de fiesta.
Grandísima noche de rock and roll-punk. Monroe sigue ocupando su trono de frontman total y excesivo y sus escuderos son a cada cual mejor. Uno de los shows del año, aunque pasó volando y nos quedamos con ganas de mucho más. Posiblemente Michael ha perdido algo de potencia vocal, pero sigue manteniendo todo ese punto de imprevisibilidad y locura que tan grande le ha hecho. Sigue agarrándose al saxo y a la harmónica como el primer día y nos volvió a demostrar que es historia viva del rock and roll. Esperemos volverle a tener aquí dentro de nada.
Texto: Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos
Promotor:Silvertrack
Asistentes:500
Día:19/05/2011
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:WHITE COWBELL OKLAHOMA
Puntuación:9
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