BUCKCHERRY

El retorno de Buckcherry con el disco “15” fue todo un punto de inflexión. Con su confirmación en cuanto a ventas y su recuperación de estatus perdido la banda recuperaba gran parte del terreno perdido con la escasa repercusión de su segunda obra. De la noche a la mañana la que había sido la banda llamada a ser los nuevos Aerosmith volvía a estar en boca de todo el mundo. Los de Josh Todd han ido manteniendo el tipo y su nuevo disco va para clásico. Son posiblemente la última gran banda de rock and roll. Personalmente dudaba mucho de la tirada de estos americanos en estas tierras pues todavía son muchos los que desconocen a esta gran banda.

La sala Bikini estaba hasta los topes. Impresionante. La lástima fue que los horarios fueran tan tempranos, así que nada vimos de los prometedores teloneros Cancer. Y a las 21:05 aparecían en escena Buckcherry, todo un torbellino de sudor y garra. Gozando de un sonido perfecto, Bikini siempre suena a gloria, atacaron “Dead”, uno de los muchos temazos que componen su última gran obra. El grupo es una auténtica gozada. Saben cómo hacer las cosas sobre escena y Todd es un maesrto de ceremonias perfecto. Su look es matador y sus movimientos algo amanerados beben directamente de los mejores frontmans de la escena como David Lee Roth o Steven Tyler.

Tras “Rescue Me” visitaron la espectacular “Everything”. Espectacular la fase aérea de Xavier Muriel en la batería y los coros de Stevie D. Canta de maravilla. El trabajo en la guitarra solista de Keith Nelson fue sencillamente sublime. La verdad es que la banda funciona como un reloj y su directo es absolutamente matador. Empalmaron luego “Oh My Lord” y la festiva e hímnica “Its a Party”. La respuesta del público fue entusiasta demostrando que la gente se ha escuchado su última obra, y que esta posee una gran aceptación. Maravillosa fue la interpretación de “Next 2 You”, otro de sus temas emblemáticos. Nada les podemos achacar en cuanto a ejecución y sentido del directo.

El gran momento de la noche fue la espectacular “Lawless and Lulu”, uno de sus himnos de su ópera prima. Eléctrica, afilada y con un Todd en estado de gracia. A medida que iba avanzando el concierto Todd se iba desprendiendo de capas de ropa hasta dejar al fresco sus muchos tatuajes. El tipo lleva tatuada una carta, una sota, que le cubre su delgado y fibrado cuerpo. Seguirían con “Slamin”, única referencia al “Time Bomb”. Otro de los grandes clímax llegaría con “Lit Up”, el tema que les encumbró a lo más alto y uno de los clásicos del rock and roll por antonomasia. Espectacular el ver a toda la sala cantando el estribillo de “I Love the Cocaine”.

Tras “Recovery” cayó el baladón “Sorry”, otro momentazo. Mucho sentimiento y dando un respiro al personal. Con “Crazy Bitch”, otra del “15”, llegaron al final de la primera parte. Los bises fueron únicamente dos escasas concesiones: “Out of Line“ y “Crushed”. Gran final eléctrico y otra gran dosis de entrega y sudor. Hora y diez minutos es poco para un grupo del nivel de Buckcherry, pero al igual que Cinderella, es una hora y diez de entrega y sentando cátedra. Es una lástima pues se quedaron grandes temas en el tintero. De todas maneras su directo como cabezas de cartel supera de largo su trabajo en festivales veraniegos. Es una lástima que no regalaran tres o cuatro temas pues rozaban la matrícula de honor.