FIVE HORSE JOHNSON

Interesante, movida y sudorosa noche de jueves. Volvían los sureños Five Horse Johnson a la Ciudad Condal con ganas de volver a demostrar que son una de las bandas underground de southern rock que más empujan. A favor de ellos cabe decir que fueron capaces de lograr una impresionante entrada, siempre y cuando tengamos en cuenta de que estamos hablando del Rocksonud, una sala pequeña pro acogedora y capaz de haberse hecho un hueco en la escena barcelonesa. Antes de su descarga tocaron Enfermo, banda catalana de stoner y sonoridades psicodélicas del desierto.

Los Enfermo cumplieron su labor de entretener y demostraron que tienen buena madera. Desarrollos densos marcados por una buena batería y comandados por una funcional voz. Los vigorosos y repetitivos riffs llenaron la noche y nos convencieron de que esta banda pinta muy bien, si bien sus desarrollos en loop necesitarían de algunas variaciones más. Terminaron con un crescendo abrumador y muy bien conseguido que arrancó una gran ovación. Definitivamente fueron de menos a más.

Con algo de demora sobre la hora marcada, hacía acto de presencia don Eric Oblander. El chico ha conseguido que la banda de Ohio se haya hecho un importante hueco en su estilo. Mezclan el blues con el stoner, con el hard rock y lo tamizan todo de rock sureño. Un barnizado final que le da una capa de brillo a tanta amalgama sonora. Sonaron muy potentes, con un sonido algo mejor que sus teloneros. Las primeras filas estuvieron muy receptivas y la temperatura de la sala se fue elevando temas tras tema.

“It Aint Easy” o “Cherry Red” sonaron abrasives, muy pesadas y con unas guitarras muy vigorosas. A diferencia de las tradiconales bandas de rock sureño esta gente tira más de cuerpo y músculo que de desarrollos dactilares y técnicos. “Lollypop” y sobretodo “She Dont Know” ayudaron a elevar, otra vez más la temperatura de una sala que empezaba a asemejarse a la de una sauna nórdica. Apoteósica sonó “Soul Digger”, de su ópera prima “The Last Men on Earth”. Pero obviamente sería “Mississipi King” el corte que sería más coreado y aplaudido. Sin duda alguna su gran himno. Se despidieron con “Dead Lenguage”, otra composición de alto octanaje y densidad.

La hora y media de hizo bastante cortita, pero suficiente para demostrar que esta banda va creciendo paso a paso, disco a disco. Eric y los suyos estuvieron paseándose por el bar y haciéndose fotos con todo el mundo. Muy simpáticos y cariñosos con todo aquél que se les acercara. Viendo y sufriendo unos calores excesivos, creo que este grupo cuando vuelva va a tocar en alguna sala mucho mayor. Sería espectacular que hicieran doble cartel con White Cowbell Oklahoma.