HAMLET +DEMIURGO

Hamlet viven un momento dulce y lo están paladeando bien, conscientes de agradar a su público y a ellos mismos. Después de una carrera de ascensión constante y sin altibajos, después de patearse España a base de conciertos y permitirse el lujo de experimentar con su sonido y salir airosos, los madrileños ocupan por derecho propio un sitio del podio metalero estatal. Hoy por hoy son uno de los pocos grupos que pueden reunir a varios cientos de personas cada vez que tocan, y eso ya es señal suficiente tal y como andan las cifras de otros conciertos. Recién publicado su último CD, "Pura Vida", la de Granada fue la segunda cita de esta nueva gira, iniciada en Sevilla.

En esta ocasión la banda telonera fue el grupo local Demiurgo, una formación cada vez más conocida en el underground y practicantes de un metal sobrio, pesado y técnico, muy en la onda de Xkrude, con escasas concesiones a la melodía y estructuras innovadoras. Jugaban en casa y eso se notó en la respuesta del público, que aplaudió con ganas la cañera propuesta del quinteto sobre las tablas. El trío de rastas formado por los dos guitarristas y el bajista se movieron a espasmos, sacudiendo el cuello con cada acorde, y el cantante Sergio no dejó de hacer de cara al público comentarios entre sarcásticos y cachondos. En la media hora larga que duró su actuación cayeron temas de su disco "El primer día del mundo", como "Equilibrio" o "Metamorfosis", así como otros de sus maquetas, como "Resucitando". Es la segunda vez que servidor tuvo la oportunidad de verlos en poco más de un año y la banda suena más compacta, como un único instrumento contundente. Franca mejoría ésta que les permitirá seguir subiendo escalones, si siguen trabajando así.

 Hamlet salieron poco después a escena, tras un cambio de escenario de unos 20 minutos. Se abrió el telón y apareció un fondo con la imagen que en un principio iba a ser la portada de "Pura vida" (y que finalmente se desechó por ser casi idéntica a la de otro grupo), con un esqueleto representado como si fuera una imagen mariana. El pie de micro también estaba trabajado, con varias calaveras con las que Molly no paró de juguetear durante todo el concierto. El set comenzó con "Arruinando nuestra vida", que abre su último CD, a las que siguieron "En mi nombre" (muy celebrada) y "El diablo". Después de ese comienzo con tres canciones del nuevo álbum puede que alguno esperara un tema ás antiguo, pero nada más lejos de la verdad. Hamlet están orgullosos de "Pura vida", y mucho. Y nada mejor para demostrarlo que defenderlo sobre el escenario, enterito, de cabo a rabo. Sí señor, tal y como están haciendo IRON MAIDEN en su presente gira, Hamlet dedican la primera parte del show a tocar íntegro su último trabajo (cambiando el orden de las canciones, eso sí), para después soltarle al respetable una buena retahíla de clásicos. Así, cayeron "Salva mi honor", "Fronteras en tu mente", "Bajo su cuerpo", "Vanidad", "Acaba con el poder" y "Único plan", para cerrar esta primera parte, al igual que en el disco, con la preciosa pseudo balada "Miénteme". Habrá reacciones de todos los tipos ante esta decisión, para unos será un error y para otros un acierto, pero al menos son unos 40 minutos escasos, que se hacen más llevaderos que los casi 80 de Maiden. Y francamente, "Pura vida" es un disco completísimo, sin desperdicio. 

Después de retirarse y volver al escenario, las tornas cambiaron por completo. Ahora llegaba el momento de los fans más leales, aquellos ansiosos por devorar material clásico, de los años en los que Hamlet no eran un grupo demasiado estimado en los círculos clásicos del heavy. "Vivir es una ilusión" puso El Tren a toda máquina, "Odio" fue motivo suficiente para liar un pogo monumental en medio de la pista, y "Hombre del 2000" fue una pequeña e inesperada sorpresa muy bien recibida. Aunque para recibimiento el que tuvieron los temas que nunca se caen del setlist de la banda, como son "Irracional" (con el que la gente se vuelve literalmente irracionalmente loca), "Limítate" y "Antes y después".

Otra de las sorpresas de la noche fue "No soy igual", un corte que perfectamente podría haber entrado en "Syberia". Y sorprendente fue también que apenas cayeran canciones de ese disco, a pesar de tener apenas un año y después del éxito de público y crítica que supuso. Aunque, bien pensado, en su día ya se encargaron de desgranar el disco por toda España hace pocos meses, así que quizá fuera el momento ideal para desempolvar algún clásico que otro. De su penúltimo disco tan sólo sonaron "Aislados" y "Serenarme (en la desolación)", dedicada esta vez al fallecido apenas un par de días antes Alberto Madrid. De hecho los carteles anunciando el concierto de Savia para el día 8 todavía estaban pegados en la puerta de la sala, como si no quisieran enterarse de la tragedia. El público se deshizo en aplausos cuando Molly dedicó el tema, cantado con una especial sensibilidad.

Uno de los puntos álgidos de la noche llegó con el segundo bis, cuando la banda tocó un medley de "J.F." y "Tu medicina". Sobran las palabras, la locura se adueñó de la sala. Al final del concierto hubo quien echó de menos "Denuncio a Dios", "Para toda una vida" o "Dementes cobardes", pero por otra parte está bien que se vayan renovando los repertorios, para no ver el mismo concierto una y otra vez. Personalmente, puesto que estaban tirando de catálogo antiguo, me habría ido más satisfecho con un "Habitación 106", pero ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos.

 En definitiva se puede decir que Hamlet convencieron una vez más. Algunos podrán criticar lo que quieran de la banda, pero no será precisamente su valía en directo. En algunos cortes se notó algún que otro fallo mínimo, pero se trata de detalles que pasaron desapercibidos para la mayoría y que no desmerecen para nada la actuación. Pude ver anteriormente otro concierto de Hamlet en mayo y puedo decir que las canciones que coincidieron en ambos fueron apenas seis o siete, lo cual da muestra de la honestidad de una banda que no se limita a anclarse en el pasado y vivir de las rentas, publicando discos por mero compromiso. Quizá faltara algún tema más que podría haber caído en lugar de tantos de "Pura vida", pero eso ya entra dentro de las preferencias de cada cual. En directo lo dieron todo y es lo que cuenta. Chapeau.