Graham Bonnet hace lo que puede en Barcelona

Graham Bonnet es una pieza casual en la historia de Rainbow. Apenas duró un par de telediarios en la banda, pese a firmar con su voz dos grandes hits como "Since You've Been Gone" y "All Night Long". Un vocalista de tintes blueseros que acabó yéndose por el camino del rock duro y el heavy metal deliberado en Rainbow y Michael Schenker Group pero que nunca terminó de cuadrar en un sitio ni en otro.

Graham Bonnet es una pieza casual en la historia de Rainbow. Apenas duró un par de telediarios en la banda, pese a firmar con su voz dos grandes hits como «Since You’ve Been Gone» y «All Night Long». Un vocalista de tintes blueseros que acabó yéndose por el camino del rock duro y el heavy metal deliberado en Rainbow y Michael Schenker Group pero que nunca terminó de cuadrar en un sitio ni en otro. Posiblemente, de no ser por lo sucedido entre 1979 y 1981 hoy ni siquiera estaríamos hablando de Bonnet en esta web. La cuestión es que a falta de Blackmores buenos son Bonnets, y aunque lo visto ayer en Barcelona tuvo un poco de esperpento, al menos tenemos a alguien defendiendo los viejos temas del arco iris.

Bonnet es un señor de 67 años, eso es lo primero que tenemos en cuenta en este caso. No esperamos que actúe como hace treinta años, ni como hace veinte. Su voz ha aguantado el paso del tiempo con cierta estabilidad pero el problema reside en que Bonnet nunca supo el significado de la dinámica cantando. Grita y berrea demasiado, lo cual hace incómodo escucharle, especialmente cuando afina con cierta dificultad en algún momento. No obstante, el repertorio manda y Bonnet lo ejecuta con más o menos fidelidad. Lo que más pesa, obviamente, es Rainbow. Empezó el show con «All Night Long» y le costó unas estrofas encontrar el punto adecuado. Para el estribillo ya estaba donde tocaba, arropado por una banda solvente pero repleta de desconocidos. Destacaba el baterista y la bajista, uno por la energía, la otra por sus maneras escénicas. Los coros pre-grabados quedaban fuera de lugar cuando ésta simplemente miraba al techo y fingía cantarlos con una sonrisa en el micro, convenciendo a aproximadamente nadie. Si usas cosas grabadas, admítelo y no finjas.

«Love’s no Friend» fue el segundo tema de la noche, demostrando que Rainbow iba a ser el hilo conductor. «Makin’ Love» siguió la senda, que se rompió con «Night Games» de Alcatrazz, una bonita sorpresa que nos ofreció a un Bonnet ya dueño del escenario aunque la voz seguía sin acompañarle demasiado. «Witchwood» también sonó muy bien, pero al final lo que todo el mundo esperaba era lo mismo. Un ligero bis con «Since You’ve Been Gone» y «Lost in Hollywood» que terminó de coronar una noche que pasará sin pena ni gloria a los anales de la historia. Como recuerdo, como reflejo de una época pasada, estuvo bien. El tipo hizo lo que pudo. Pero no fue, para nada, una gran noche. Y por favor, que alguien le de un expectorante. Llevamos 40 años esperando que saque esa cosa de su garganta.