Catorce y Elephant Riders revalorizan el formato trío en el Goetia Session de Málaga

Dos grandes bandas, con dos grandes discos de estreno para presentar y a un precio popular, es una suculenta oferta que no se puede rechazar. Por ese motivo apoyamos este tipo de propuestas, porque no son pocas las veces en las que en los escenarios pequeños se pueden vivir grandes momentos.

Post rock por un lado, y stoner rock por el otro. Siempre que se hable con manga ancha, hay que añadir. Ambas bandas noveles compartían escenario en la Sala Velvet Club en la primera edición del Goetia Session en Málaga. La organización creada por las webzine Goetiamedia y Rock On, han encontrado una magnífica fórmula en la que gana el público – porque la elección de bandas de calidad siempre es más que acertada – y también los grupos, ya que gozan de la oportunidad de ofrecer conciertos en buenas salas, y con más público de lo habitual. Y por supuesto echan más leña al fuego a la escena andaluza que, sinceramente, cuesta levantar y mantener. Siempre cuesta, y mucho.

En esta ocasión, los elegidos eran CATORCE, que grandes halagos se están llevando con su debut “Atlas”, y ELEPHANT RIDERS, amén con su estreno “Supernova”. Dos estilos muy distantes entre sí, pero que se disfrutan de igual forma en directo bajo un mismo techo.

Los primeros en saltar a escena en calidad de invitados terrenales, fueron el trío gaditano, y esos juegos de contrastes entre golpes de distorsión y un fluir de notas atmosféricas, hizo acto de presencia a las primeras de cambio. No tardaron en hipnotizar al público y hacerlo partícipe de sus hirientes letras con “Los días grises” o una aclamada “En la noche”. Resulta difícil de encasillar sónicamente a esta banda, de ahí que el abanico de público que se sienta atraído por esos ritmos agónicos y esa lírica corta-venas, sea bastante amplío. Pero el trasfondo hipnótico de temas como “Iconoclasta” o esos punteados punzantes de “El tiempo del fuego”, golpean duro en cada uno de los asistentes.

Tocaron casi por completo su debut “Atlas”, siendo la única concesión ajena a este disco de estreno “La revolución de las pequeñas cosas” de su EP “Frónesis”, que para sorpresa del mismo grupo, el público bien que la conocían. CATORCE fueron (y son) pura magia, tanto en estudio, como lo que transmitieron esa noche en directo. Todo ese interés que han levantado en el panorama por su sonido, lo reflejan en vivo a la máxima potencia, y el público malagueño se empapó de cada una de las canciones que interpretaron con un nivel de exquisitez único.

Mientras azafatos y azafatas de Jagermeister alegraban al personal, y llenaban los gaznates con chupitos a su libre albedrío, todo se preparaba para la puesta a punto de la actuación de ELEPHANT RIDERS. Jugaban en casa, y eso se notaba, porque nada más comenzar una parte del público se adueñaron de las primeras filas y no tardaron en convertir la sala en una olla a presión. Y es que la música del trío malagueño es idónea para dejarse el pellejo, el cuello y todas las extremidades posibles. De principio a fin.

Con tan solo un par de canciones, ya intuíamos que el concierto iba a ser memorable. Muy pocos podrán olvidarse de la entrega de la banda con “Dressed In Black”, “Unbreakable” o “Vultures”, que ya cogen tintes de himnos (presentes y futuros), como la propia “Supernova”. Es loable que tiren de su producción, antes de recurrir a versiones, así que no tuvieron remilgos en descargar con todo su orgullo casi su disco debut al completo, y revalorizar cada temazo del mismo, dotándolos de una potencia especial para la ocasión. Tuvieron la fortuna de que un gran sonido les acompañó, y no dudaron en confesar que fue el mejor concierto que habían ofrecido hasta la fecha. Razón no les falta, porque muy pocos pueden decir que no se contagiaron de la energía del grupo y del momento, que sirvieron para redondear este gran evento.

Dos grandes bandas, con dos grandes discos de estreno para presentar y a un precio popular, es una suculenta oferta que no se puede rechazar. Por ese motivo apoyamos este tipo de propuestas, porque no son pocas las veces en las que en los escenarios pequeños se pueden vivir grandes momentos. Tanto CATORCE, como ELEPHANT RIDERS, hicieron grandes amigos aquella noche, y es que la calidad de su música bien lo merece. Con toda seguridad, lo mejor está por venir, pero los pilares de estos dos tríos están perfectamente cimentados. No le perderos la vista en sus próximos pasos, de eso podéis estar seguros.