Mayhem lleva a Madrid al infierno

Tras varios intentos de formalizar Gobierno, el 10N se convierte en un día esperanzado para que la pesadilla de incertidumbre e inestabilidad política toque a su fin. Para celebrarlo, entre otras maneras, contamos con las actuaciones de grandes bandas como Gaahls WYRD y Mayhem como plato fuerte, con un diferente entrante de estilo electro punk como invitados, Gost.

El notable descenso de las temperaturas ya invernales aporta el toque perfecto para una noche de metal extremo. Si a eso le sumamos que tras casi seis meses nos convocan de nuevo a elecciones, la cosa se pone más emocionante. No obstante, a pesar del frío tanto en la capital como en sus países de origen no tardaron ni la duración de un solo tema en caldear la sala Mon y nuestras oscuras almas.

Gost, calentamiento para una tarde de frenesí

La apertura de puertas fue bastante puntual, 18:30h aunque el comienzo de conciertos se adelantó unos cinco minutos respecto lo establecido. Comenzó el espectáculo y los primeros en salir a escena rompiendo el hielo fueron el dueto que componen Gost con un set de luces cuadradas colocadas en el suelo junto a la iluminación de un proyector, mientras se alternaban parte instrumental y vocal entre teclados y bajo.

Gost (Foto: Kaisla Virtanen)

A pesar de la escasa iluminación, que no dejaba de transmitir misterio e incluso miedo a tropezarse, pudimos apreciar un maquillaje bastante contrastado de blanco y negro que presentaba ciertas similitudes a las prótesis que utilizan los suecos Ghost. Sonido bastante aceptable a pesar de que al estar en primera fila y foso tendía a saturarse mínimamente. Los asistentes, aunque tenían sed de metal extremo, se resignaron bastante bien a la actuación prestando la suficiente atención, pues también hay que decir que le género que nos proporcionaron Gost fue bastante distante de lo que se esperaba para la tarde noche.

Gost (Foto: Kaisla Virtanen)

Ya cerca de su final, el vocalista bajó un momento del escenario y se dirigió al público subiéndose a la barandilla que lo separa del foso, pero éste no le respondió como a cualquiera nos gustaría… sus esfuerzos no fueron muy reconocidos. Tras treinta minutos de reloj pusieron fin a su agitada actuación. El cambio de set para los siguientes se hizo en un abrir y cerrar de ojos, pues los técnicos fueron bastante ágiles y eficaces y antes de lo previsto ya estaba todo listo para dar comienzo a la siguiente actuación.

Gaahls WYRD: precursores del plato principal

Los siguientes en subir al escenario serían los noruegos Gaahls WYRD, cuyo comienzo tuvo lugar antes de lo previsto. Nada que ver con sus anteriores compañeros: temática totalmente diferente donde ya pudimos recargar nuestras almas gracias a que en el ambiente se podía respirar puro black, lo más esperado por el respetable, quien guardó sus ansias para este momento y los que vendrían después con Mayhem.

Gaahls WYRD (Foto: Kaisla Virtanen)

Comenzaron con “Ghost Invited”, tema de su trabajo lanzado este mismo año, ‘Gastir-Ghost Invited’. Sonido impoluto desde el principio. En la tercera canción, “Aldrande”, Ghaal (ex miembro de Gorgoroth) tomó un trago de agua y escupió antes de dar comienzo. El público comenzó a hacerse notar canción tras canción con gritos, manos con cuernos, llamadas a Gaahl, el cual respondía y agradecía como podía. Durante su actuación, Gaahl no realizó ningún cambio de atuendo, ni siquiera se quitó la cazadora de cuero, a diferencia de sus compañeros que vestían más ligero, y eso que estábamos dentro de la sala.

Gaahls WYRD (Foto: Kaisla Virtanen)

Pusieron fin a su show con “Trough The Past And Past”. Sin darnos cuenta, el concierto había culminado y el público quedó en parte satisfecho y en parte, con ganas de más. Mientras los técnicos realizan los cambios necesarios, quitaron el telón de Ghaals Wyrd y dieron paso de manera agilizada al momento más esperado de la tarde noche.

Mayhem, plato fuerte de la tarde noche

A 15 minutos para comenzar y el público de Madrid comenzó a agitarse sin poder contener sus ansias ni un minuto más. Afortunadamente, llegó la hora. Comenzaron con “Falsified And Hated”, su más reciente trabajo. En el segundo tema, “To Daimonium”, se hizo visible una soga, que utilizó para adornar su desgarrada voz. Poco después nos mostró también una especie de crucifijo invertido hecho de huesos, cosa que utilizó para sostener momentáneamente el micro y jugar a modo de péndulo en numerosas ocasiones. Continuaron con temas como “My Death”, “Malum”  y “Bad Blood”, entre otras.

En cuanto a sonido, cabría señalar que Mayhem tuvo una acústica bastante limpia, salvo una mínima distorsión de graves que dificultaba su escucha a ratos, pero sus fans no le dieron ni la menor importancia, pues nada era excusa para romper el encanto de esta atmósfera. En los primeros ocho temas, momento tras el cual tomarían un pequeño break, Attila portó una máscara o prótesis bastante bizarra que, afortunadamente, se la quitó desde el primer parón, tras “Invoke The Oath”.

Mayhem (Foto: Kaisla Virtanen)

Una vez terminado esto, los noruegos Mayhem volvieron a la carga para interpretar cuatro temas como fueron “Freezing Moon”, “Pagan Fears, “Life Eternal” y “Burried”. Con un juego de luces blancas y algo saturado los graves, el respetable esperaba paciente mientras ahora, los integrantes salieron vestidos con atuendos de capucha y mangas extremadamente anchas, simulando personajes de ficción como magos, brujos, etc. Pudimos contemplar que Attila ya no lleva la máscara.

Mayhem (Foto: Kaisla Virtanen)

Fue entonces cuando sus seguidores ya no pudieron contener su frenesí, a tal punto que los pogos se hicieron dueños de la situación de quienes querían vivir y disfrutar el momento dándolo todo. Fueron momentos en los que estuvimos más atentos de nuestra seguridad física que lo que sucedía en el escenario. Attila apareció esta vez con una calavera como atrezzo, y trataba de encajarla al crucifijo de huesos mientras continuó cantando, sosteniendo en una mano el juego se huesos y en la otra el micrófono y la calavera por encima enganchándola desde la mandíbula.

Mayhem (Foto: Kaisla Virtanen)

Último descanso para resumir los 35 años su carrera en una actuación que no llegó a las dos horas. Sin embargo, para algunos fans lo mejor estaba por venir en esta última parte. Y prueba de ello fue la intro al tema “Deatcrush”. Para estos últimos veinte minutos, salieron sin extravagantes vestimentas. Attila, sin ir más lejos, apareció vestido como persona normal, sin túnicas ni máscaras, luciendo un chaleco en cuya espaldera se podía leer Mayhem, Oslo, 1984, junto otros accesorios de la típica vestimenta del género black metal, con una cruz invertida pintada en la frente. Otro cambio a destacar fue el bajista se cambió de lado y apareció sin camiseta.

Mayhem (Foto: Kaisla Virtanen)

Cerraron con “Carnage”, tema bastante reconocido y sonado por sus fans, quienes no tenían ni la más mínima gana de marcharse, pero también hay que sacar la parte positiva, habían disfrutado como enanos de esta velada gracias a esta sublime concentración de metal en la capital en un día además señalado por las elecciones, donde por unas horas, nos pudimos olvidar de los problemas sociales y políticos del momento.