CHRISTMAS METAL FESTIVAL
Aprovechando nuestro periplo berlinés, nos lanzamos a la aventura de colarnos en algún festival del país. Como muchos bien sabrán, en Alemania, a diferencia de España, se prodigan los festivales de metal sea la época que sea. Allí la fórmula de festival mediano para unas 2000 personas se encuentra muy extendida, la cultura de organizarlos viene de años atrás y el apoyo y colaboración entre promotores es habitual, por lo cual los hay a decenas, sobretodo en periodo estival. Vaya, todo diametralmente opuesto a lo que nos encontramos en la península.
Lichtenfels es una población que se encuentra a unos cuantos kilómetros al este de Frankfurt y donde también se celebra el festival Ragnarök. La sala se adivina ideal para este tipo de eventos, con capacidad para unas 5000 personas y con dos alas, una donde se montaron todos los puestecitos de merchandising y otra donde tendrían lugar los conciertos y que también contaba con unas gradas laterales ideales para los momentos de apalanque, pero muy poco indicadas para ver y disfrutar de los shows, ya que como suele suceder en estos casos, estar por encima de la PA se traduce en una colchoneta de bajos ininteligibles y molestos.
El festival se encontraba dividido en dos días, siendo el primero de ellos más orientado hacia los sonidos clásicos y el segundo hacia el metal extremo. Pese a que partimos el viernes al mediodía de Berlín con la intención de llegar a ver los últimos grupos del viernes (LORDI, HAMMERFALL…) a la hora de la verdad resultó tarea imposible. Llegamos a las tantas, por lo cual apenas tuvimos tiempo de recaer en el hotel, buscarnos la vida para cenar y poco más.
Allá vamos pues, con el sábado. Entramos y nos encontramos tocando a DEBAUCHERY. Como nota curiosa, ¡a la organización se le había olvidado incluirlos en el running order! No aparecían por ninguna parte y ni tan siquiera nos acordábamos ya de su logo en el cartel. Este detalle hizo que toda la parrilla de horarios de desestructurara por completo desde el principio del día prácticamente. Pudimos disfrutar de varias canciones de death»n»roll sangre y tetas, bailarinas en top less incluidas, de la mano de esta banda que ya lleva unos cuantos discos (siete, que se dice pronto) gestándose una pequeña legión de fans, sobretodo por centroeuropa, donde tienen más demanda. Gustaron y animaron el cotarro.
SOLSTAFIR, por el contrario, lo volvieron a adormecer. Y no porque su música carezca de interés, sino porque su propuesta intimista se adivinó poco ideal para sacar las legañas a aquellos que andaban con la resaca del día anterior. Por otro lado, eran el grupo más tranquilo de un día cargadito de black y death metal sin miramientos mayoritariamente. Había tenido la ocasión de verlos como teloneros de SWALLOW THE SUN hace un par de años y la verdad es que el grupo gana bastante en una sala pequeña. Empero, muy a pesar de lo poco ideal del contexto, los exóticos islandeses supieron sacar adelante un concierto marca de la casa a base de multitud de atmósferas y composiciones cambiantes y hasta cierto punto dementes. Le dieron mucha cancha a "Svartir Sandar", su última obra de estudio, y cosecharon tímidos aplausos.
El tema de los alemanes MAERZFELD es un poco de juzgado de guardia. El asunto no es que suenen igual que RAMMSTEIN, no, de hecho rondan por ahí algunos grupillos que no les van a la zaga. El problema radica cuando todos y cada uno de los gimmicks escénicos, vestuario y detalles están directamente fusilados de las huestes de Till Lindemann. El cantante de la banda se parece al cantante de RAMMSTEIN, tiene la misma cara, utiliza el mismo peinado, lleva una camiseta de tirantes en plan sucia como ha llevado Till en algunas épocas, se golpea uno de los muslos de forma compulsiva, se mueve y hace los mismos gestos y canta exactamente igual, utilizando esa forma tan antinatural que tiene el citado frontman de pronunciar la erre. Y por supuesto, hay pirotecnia y escenografía de directo. Los cortes que suenan podrían pertenecer perfectamente a la discografía de los berlineses, especialmente de la época del "Sensucht". Tienen un sonido musculoso y un directo consistente e impactante. Si no fueran un plagio en toda regla y aportaran algún elemento diferenciador, uno sólo, aún podríamos ser buenos y hacer la vista gorda… Por supuesto, lo hicieron bastante bien y gustaron.
Con PRIMORDIAL empezaron los platos fuertes y con ellos una afluencia de público ya decente. No en vano, eran las 14:30 de la tarde y todo lo que sea plantarse antes de esa hora ante un escenario lleva asociado consigo la palabra "esfuerzo", palabra que suele casar más bien poco con la de "juerga". Poco puedo contar ya de la banda, en los últimos 2 años los debo haber visto como 6 ó 7 veces y todas ellas han sido experiencias similares y singulares si las comparamos con lo que son capaces de transmitirnos las demás bandas. Ni melodías recurrentes, ni agresividad estándar ni, en definitiva, canciones al uso encontramos en su manera de transmitirnos ese sentimiento céltico construido en base a la reiteración musical, el riffeo denso y la amargura. Nemtheanga estuvo una vez más pletórico en su interpretación, retorciéndose, narrando, gesticulando, pidiendo clemencia en unas ocasiones y revelándose con autoridad en otras, imbuyendo arraigos culturales a través de gemas como "As Rome Burns" o la genial "The Coffin Ships", teniendo ahora la posibilidad de mostrarnos nuevas piezas como "No Grave Deep Enough", perteneciente a su nueva obra de estudio que tanto se ha hecho esperar.
Tan difícil es que VADER puedan sorprendernos a estas alturas como que puedan decepcionarnos. Su propuesta, férrea y clara, depende de que gocen de un buen sonido para que puedan calar hondo e incitarnos sin remedio al desmelene. En este caso, estaba claro que íbamos a presenciar una gran descarga, ya que raro es el concierto que no es debidamente sonorizado en Alemania. Trallazos de la talla de "Return to the Morbid Reich", "Sothis" o "Devilizer" dieron buena cuenta de cómo puede ametrallar una batería y de cuántas greñas pueden moverse al unísono. A pesar de que el frontman Peter da la sensación de que cada año está más pequeño y redondo, su característica voz sigue siendo seña de identidad inequívoca de quién se encuentra sobre las tablas. Las nuevas y recientes incorporaciones al bajo y batería parecen no haber hecho mella en la banda, si bien es verdad que James Stewart no acaba de clavar los cambios de ritmo en algunos momentos puntuales, posiblemente por falta de amoldamiento a las canciones y, esperemos, cuestión de tiempo. En cualquier caso, no es algo en lo que te percates si no estás especialmente atento. Eso sí, velocidad no le falta. A destacar ese gran himno en el que se ha convertido "Helleluyah! (God Is Dead)" en directo, en gran parte debido a que es uno de los pocos temas que permiten al público participar vociferando de forma clara el estribillo en directo. Terminaron con "Raining Blood", cover de SLAYER que vienen haciendo desde hace la tira de años… Quizá vaya siendo hora de cambiar de versión. Gran show, sin duda!
Antes de que salieran a escena GORGOROTH, si algo me quedó claro es que sus teóricos fans andan más perdidos que un pulpo en un garaje. Y si no que se lo digan al tipo que estaba en primera fila chillando como un loco el nombre de Gaahl repetidamente, que como ustedes sabrán, abandonó el barco hace ya un tiempo. Vaya la verdad por delante, no me entusiasman estos noruegos. Es más, pienso que posiblemente sean la banda más sobrevalorada de la escena, a años luz de otros contemporáneos suyos de la segunda oleada de black metal capitaneada por agrupaciones como EMPEROR, MAYHEM o IMMORTAL. A pesar de ello, también sería injusto negar el valor de obras como "Pentagram" o "Antichrist" de las que por cierto pasan bastante a la hora de elaborar el playlist. No ocurre lo mismo con "Under the Sign of Hell", a la que tienen bastante estima banda y fans y cuya mayoría de temas serían interpretados esta noche. El sonido no fue malo, pero sí algo monótono y carente de fuerza. El vocalista Hat no lo hace del todo mal, cumple el papel tanto a la hora de poner posturitas como con su voz rota y chillona, si bien está claro que adolece del carisma de Gaahl, sin el cual GORGOROTH han perdido ese toque de demencia. A destacar la inclusión de temas como "Revelation of Doom", "Profetens Apenbaring" o el medley que se marcaron entre "Incipit Satan" y "Destroyer". Cumplieron.
Con el público más entregado se encontrarían UNLEASHED, una banda que por otra parte siempre ha tenido un directo verdaderamente aplastante. Con un sonido grueso, podrido y nítido a favor, se dieron todas las variables para que aquello se prestara a ser un conciertazo. Y lo fue. Nada de experimentos, death metal del de Estocolmo directo a la yugular con cortes como "Blood of Lies" y "This Is Our World Now", los dos del "Midvinterblot", álbum que sería el que tendría más representación esa noche. Pese a que no tengo nada que objetar de un show y un set list que disfrutamos de lo lindo, he de decir que sería todo un puntazo que se marcaran una gira o algunos conciertos interpretando íntegramente el grandioso "Where No Life Dwells", del mismo modo que hicieron ENTOMBED con sus dos primeros discos durante el pasado verano. Jonnhy Hedlund sigue poseyendo una garganta gutural pero inteligible, nada de cerdadas ni de brutal death, mientras que la base rítmica se erige cortante y mordaz. Si no nos dejamos el cuello en este concierto, no nos lo dejamos en ninguno. Terminar el show con esa gema inmortal con la que hasta el más recatado se ha desnucado alguna que otra vez, "Before the Creation of Time", sólo podía ser una garantía de éxito. Arrasaron.
Y ya con el subidón death metal por bandera y con los niveles de alcohol en sangre en plena efervescencia, qué mejor que enfrentarnos a nuestro primer concierto de SIX FEET UNDER. Diantres, qué difícil está ver a esta peña por Europa. Ya no digamos por España, donde siempre que han habido fechas confirmadas han terminado por cancelarse (en la más pura tradición DEICIDE) porque según Chris Barnes en España sólo hay monos, tal y como dijo en unas declaraciones hace unos añitos. ¡Qué salao! Pero bien, si dejamos de lado el hecho de que el ínclito Chris se tiene bastante subido lo de estrellita del rock (por todos los asiduos a la escena death metal es bien sabido) lo cierto es que posee una garganta fermentada y prodigiosa. Gozaron de uno de los mejores sonidos de la noche y de un ambiente de fiesta que alcanzaba su punto álgido, con borrachos cayéndose por los suelos mientras iban diciéndoles a las hembras del lugar que necesitaban sexo (literal) y bailoteos deathers por doquier. Los discos de la banda no son ninguna maravilla, pero tampoco son basura. Es más, siempre me ha llamado la atención esa dicotomía en torno a todo lo que envuelve a la banda: sus discos son considerados poco menos que ponzoña en ciertos canales del mundillo, no poseen ningún álbum que pueda ser considerado clásico en su haber y son criticados por doquier. Entrad en alguna web como Metal Archives y echadle un vistazo a la valoración que le dan a sus álbumes. Sabréis de qué hablo. En cambio, son una banda con cierto caché y cotización dentro de la escena. Todo viene a redundar en una relación de amor-odio en la cual el papel de Chris Barnes como ex-cantante de CANNIBAL CORPSE tiene bastante que ver sin ninguna duda. Sea como fuere, no se puede objetar nada en contra de la banda en directo, posiblemente el terreno en el que más brillan, tal y como quedó demostrado esa noche, logrando que todos acabáramos cabeceando con los temas con más groove. Por un momento pensé que incluso se marcarían una versión de AC/DC de su "Graveyard Classics 2" (disco infumable, por otro lado). Terminarían con una cover, eso sí, que les es más lícita: el célebre "Hammer Smashed Face" al que en su día Chris Barnes pusiera la voz original. Sorprendieron a un público que quizá no se esperaba gran cosa.
Ver a IMMORTAL en el 2012 ya no despierta la excitación contenida que suponía verlos recién reunidos en el 2006, cierto es. No en vano, una vez se ponen manos a la obra, acaban poseyendo locamente las cervicales de todo aquél que haya flipado alguna vez con las composiciones de la banda. Pese a que han rebajado su caché, siguen llevando todo un arsenal de pirotecnia en directo que estalla en los puntos álgidos del show. ¿Lo único malo? De nuevo, un set list que flaquea en algunos momentos al contener demasiados temas de un último álbum que desde mi punto de vista desmerece un poco a todas sus obras pretéritas. No se me malinterprete, "All Shall Fall" es un buen disco. El problema es que no le llega ni a la suela de los zapatos al "Pure Holocaust" o al "Sons of Northern Darkness", por poner dos ejemplos lo suficientemente distantes entre sí. Así pues, gozamos como enanos de la magia de cortes tales como "Battles In The North", "One By One" o la tremendísima "Withstand the Fall of Time", mientras que al mismo tiempo echamos de menos algunos otros como "Unsilent Storms In The North Abyss" o "Blashyrkh (Mighty Ravendark)". Eso sí, lo que sonó, sonó de fábula. Y es que el amigo Abbath ya tiene los huevos pelaos de dar conciertos y espectáculo. Que tres tíos en escena líen la que lían y nos hagan volver a estremecernos con esas imperecederas composiciones vale de por sí sólo el precio de la entrada a festival. Les queda cuerda para rato, y que dure!
Vaya la verdad por delante, nunca me han fascinado VENOM más allá de su disco "Black Metal" y poco más. De hecho, los vi de refilón en el Hellfest Open Air y su propuesta sencilla, vetusta y algo malsonante me invitó a pirarme con la música a otra parte. Sin embargo, esta vez, ya sea por la ingente cantidad de alcohol que llevaba ya en sangre o vaya usted a saber por qué, me lo pasé teta. Apenas recuerdo nada del concierto, eso sí. Pero me lo tragué enterito y me moví como un poseso. Lo que sí tengo claro es que lograron el sonido que VENOM han de tener. Grueso, potente y thrashero. Siguen comenzando su show con "Black Metal", lo cual no deja de llamar la atención dado que la mayoría de bandas dejan su hit para el final. Quizá sea la forma de captar la atención de todos los despistados, quién sabe. El caso es que hay que reconocer que se les ve más rodados que hace un par de años. Ahora sí, hacen suyo el escenario y logran arengar al respetable. Sonaron temas como "Hammerhead", "Warhead" o "Witching Hour", haciendo medleys con tantos otros. La verdad, al menos para un servidor, resultó un final de fiesta mucho más interesante y loco de lo que me esperaba.
Texto y fotos: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com)
Promotor:Bk Konzert Productionen
Asistentes:1800
Día:26/11/2011
Sala:Lichtenfels
Ciudad:Lichtenfels
Puntuación:8
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