AC / DC
EN LOS ALBORES DE LA HUMANIDAD…
Muchos años han pasado desde que escuché AC/DC por primera
vez. Recuerdo que tenÃa 7 años y mi padre cargaba con una caja de cervezas poco
antes de salir disparado hacia el Estadio OlÃmpico de Barcelona, donde esa noche
los australianos encabezaban el Monsters Of Rock junto a METALLICA. Era el 24
de septiembre de 1991 y yo no sabÃa de quien diablos hablaba mi padre. Lo único
que conocia por entonces era Gary Moore, y era lo único que habÃa conocido desde
los 3 años.
El año siguiente, por insistencia, acabé cediendo y aceptando
una cópia del "Highway To Hell" en vinilo, 690 pesetas, comprado en
el Pryca. Y nunca 690 pesetas han sido mas útiles.
Cuando llegué a casa y escuché escéptico "Beating Around
The Bush" o "Shot Down In Flames" no sabÃa que era aquello, pero
sabÃa que me gustaba.
Fue apenas unos meses después cuando salió "Live",
el doble en directo de 1992. Un momento absolutamente ideal para descubrir a
AC/DC. Anuncios por la tele a todas horas, la versión en directo de "Highway
To Hell" sonando en los 40 Principales a todas horas y hasta Antena 3 emitió
un especial con el concierto que la banda celebró en Donington Park el año anterior.
El impacto que tiene en un niño de 8 años ver campanas de
bronce de una tonelada y media, 21 cañones disparando salvas al unÃsono y un
colegial de 36 años (por entonces) arrasando freneticamente el escenario ante
72.500 personas es razon suficiente para que su futuro solo pueda estar en a)ser
una rock n’ roll star o b)ser un simulacro de periodista musical.
Desafortunadamente, escogà la opcion b. Si hubiera escogido
la a) quizá habrÃa teloneado a AC/DC algún dia. Si, claro.
PRECEDENTES
Tras visionar millones de veces su video de "Live At
Dnington", el video "Let There Be Rock" de 1980 y demás, por
fin en 1996 pude ver a AC/DC en directo. La banda acababa de editar uno de sus
mejores discos, "Ballbreaker", e inició una mastodóntica gira por
todo el mundo para presentarlo. El clamor popular hizo que AC/DC casi triplicara
sus conciertos en España, pasando de los dos conciertos iniciales a un total
de 5.
El Palau Sant jordi de Barcelona se llenó hasta la bandera
el 2 de julio de 1996 para presenciar un espectacular concierto de los australianos.
Aun recuerdo el momento en que, durante "Let There Be Rock", Angus
Young apareció en la escalera de acceso a gradas del publico, a apenas 3 metros
de mi. Con 12 años, ver a un coloso como Angus a tan poca distancia era suficiente
para provocar ataques de histeria. Por suerte, me quedé anonadado y segui con
la vista su triunfal paseo por el público hasta que volvió a la escalera en
la que mágicamente habÃa aparecido, y también por arte de magia, desapareció
sin saber a dia de hoy muy bien como.
Posteriormente, en el año 2000 pude volver a verles, en
un show ligeramente mas previsible, el de la gira "Stiff Upper Lip".
El escenario eran los restos de la gira "Ballbreaker" y la banda parecÃa
algo menos motivada que en la anterior ocasión. De todas maneras seguÃan siendo
AC/DC, y el concierto fue poco menos que impresionante.
LONDON CALLING
A principios de octubre saltaba la noticia: AC/DC planeaba
un concierto exclúsivo y aislado en el antiguo Hammersmith Odeon londinense,
ahora rebautizada como Carling Apollo Hammersmith. Era la oportunidad de ver
a AC/DC en un recinto para 4000 personas donde no habÃan tocado desde el 16
de octubre de 1982, en la gira de Cannon & Bell. Solo hacÃa un año de la
edición de "For Those About To Rock" y la banda aun estaba reponiendose
de la muerte de Bon Scott. Era entonces cuando la banda comenzaba a llenar grandes
recintos de 20.000 personas cada noche. Y ahora, sin saber muy bien porqué,
parecen empeñados en hacer marcha atrás y recordar sus buenos tiempos en añejos
recintos de poco mas de 4000 personas.
Los dias anteriores al concierto fueron de absoluta locura.
El lunes 13 se pusieron a la venta 4000 entradas para el
concierto via internet, las cuales se agotaron en menos de 4 minutos. Eso no
impidió a mucha gente volar hasta el corazón de Londres, sin entrada, para intentar
entrar al legendario recinto para presenciar la descarga de alto voltaje que
AC/DC iban a perpetrar.
Llegué al recinto por la mañana para la rueda de prensa
que AC/DC realizaban a las 13:30. Me comentan desde Sony España que tendré que
entrar por la entrada de artistas ya que la entrada principal está bloqueada
por cientos de fans acérrimos, cubiertos de parches de todas las epocas de la
banda y esperando con nerviosismo la llegada de la hora D, cuando la banda saldrÃa
al escenario a volar las cabezas de 4000 de sus mas acérrimos fans británicos.
Tras la rueda de prensa, que podréis leer en breve, me dirigÃ
de nuevo al centro de Londres para cargar baterÃas y prepararme para uno de
los conciertos del año.
THERE’S GONNA BE SOME ROCKIN’
Eran las 18:30 cuando llegué a la parada de metro de Hammersmith,
según me habÃan comentado, un barrio que no era precisamente el mejor de Londres.
Sea como fuere, las hordas de rockeros era lo único que se veÃa por allÃ, y
las camisetas de AC/DC estaban por todos sitios. Algunas mostraban la campana,
otras los cañones, otras Angus con unos gallumbos de la bandera británica…todas
ellas, con el mundialmente reconocido logotipo de AC/DC bien presente. Y lo
mejor de todo es que no habÃa solo británicos. Gente venida desde todas partes
de Europa habÃa acudido a presenciar un hecho histórico en los anales del rock
n’ roll. Como unos cincuentones pueden convertir un viejo anfiteatro en el epicentro
del rock en cuestión de dos horas.
Al recoger las acreditaciones, entré al hall del recinto,
donde una masa enorme de gente tomaba cerveza por doquier invadiendo cualquier
espacio posible. Los camareros de barra lucÃan camisetas de AC/DC especiales
para la ocasión y la seguridad estaba especialmente presente en todos los rincones
del recinto. Al recoger tu entrada, te colocaban una pulsera conmemorativa de
color negro que servÃa para acceder al recinto y a la sala propiamente dicha
para presenciar el concierto.
Al entrar, HUNDRED REASONS estaban finalizando su actuación.
Una banda que bien poco tenÃa que ver con AC/DC a parte del hecho de utilizar
guitarras. Fue especialmente memorable el momento en que su cantante instó al
publico a hacer palmas y nadie las hizo. Y es que ya lo decÃa Don Dokken tras
haber corrido peor suerte en 1988: telonear a AC/DC es MUY duro. Los fans solo
están ahà para ver a los australianos y ni que vengan de teloneros LED ZEPPELIN
con John Bonham resurrecto les importa.
Y llegó la hora, y como siempre los problemas. La zona donde
debÃan estar los fotografos no era la zona en la que yo estaba, con el consiguiente
volteo a todo el recinto hasta localizar a alguien de la compañÃa que me coló
hacia adentro (thanks Pete). Allà estabamos todos nerviosos como niños pequeños
y con el peso de tener que perdernos los dos primeros temas del concierto.
El clamor fue unanime cuando AC/DC aparecieron sobre el
escenario. 4000 ingleses gritaron como 400.000 personas ante la tormenta de
riffs legendarios que se avecinaba. Junto a los otros fotógrafos pude escuchar
pero no ver "Hell Ain’t a Bad Place to Be" y "Back In Black".
Ni que decir tiene que el rugido que se escuchó con los primeros acordes del
tema fue casi superior en decibelios al propio sistema de sonido de la banda.
Acaba el tema y mientras los fotógrafos del primer turno
salen corriendo del foso, los del segundo turno entramos al mismo. Y es sencillamente
impresionante tener a AC/DC a unos centÃmetros de ti descargando con toda su
sapiencia los temas mas influyentes y reconocidos de la historia del rock, después
de los de los STONES.
"Stiff Upper Lip" es la siguiente en sonar y la
banda suena compacta y como si llevaran un año girando. "Dirty Deeds Done
Dirt Cheap" sonó absolutamente electrizante y Angus cantó su clásico verso
del tema en el micrófono de Brian Johnson tras el solo. Nada ha cambiado. Bueno,
Angus tiene menos pelo y está algo mas quieto. Phil Rudd no pierde ni un toque
de baterÃa mientras fuma como un carretero. Cliff Williams está muy canoso.
Malcolm Young tiene escritos en la cara el numero de años que ha estado en la
carretera. Y Brian Johnson no llega a los tonos de la epoca "Back in Black".
Pero es el mismo circo de siempre. El eterno colegial que tiene ataques de histeria
mientras toca, el cantante que podrÃa estar conduciendo camiones y la base rÃtmica
que podrÃa trabajar en cualquier empresa constructora de mala muerte. Y esos
son AC/DC. Y lo bueno es que nunca cambiarán.
En cuanto al escenario, era sobrio pero en la clásica tradición
de las ultimas giras de AC/DC. Cinco estructuras de focos se elevan verticalmente
en la parte trasera, las cuales iluminaran cegadoramente el escenario durante
dos horas. Por encima de los amplificadores y por detras de la baterÃa, una
pequeña pasarela está habilitada para que Angus se explaye a gusto en momentos
concretos. A ambos lados de esa pasarela, hay dos cañones tapados por mantos
negros que harán su aparición estelar en el último tema. Y en la parte de delantera
superior del escenario, una gigantesca campana cuelga majestuosamente del techo.
AC/DC no han escatimado medios en hacer de su concierto londinense algo espectacular.
Mientras volteo el recinto para volver a acceder al mismo
tras hacer las fotos, suena un atronador "Thunderstruck" seguido de,
atención, "Rock n’ Roll Damnation"! Hay que especificar la reacción
de la audiencia que llenaba hasta la bandera el recinto? Imagino que no.
La banda fue desgranando sin prisa pero sin demasiada pausa
todos sus clásicos, siguiendo con "Hard As a Rock" y una extensa versión
de 10 minutos de "The Jack", en la cual Angus hizo su célebre strip-tease,
enseñando sus gallumbos para seguir la tradición. No se si por la edad -imagino
que si- pero ya hace unos añitos que dejó a un lado lo de hacer calvos al público
a la vieja usanza.
Inmediatamente después, la campana descendió lentamente
del techo y sonaron los tañidos iniciales de "Hell’s Bells". En esta
ocasión Brian no se colgó boca abajo de la cuerda que cae de la campana, por
suerte para el techo del recinto. Eso si, el tema sonó a las mil maravillas.
Angus le robó la gorra a Brian al final del tema, como es habitual y con esto
dieron paso a uno de los momentos mas álgidos de la noche: la interpretación
de "If You Want Blood", uno de los temas mas injustamente infravalorados
de la historia de la banda. En ese momento, el caos se adueñó de la zona de
público y todo el mundo se unió en un solo grito y en un mismo salto recordando
el disco póstumo de Bon Scott, aquel "Highway To Hell" de 1979. Brian
interpretó el tema genialmente, pero evitó el alarido posterior al solo ya que
maltrecha voz no creo que se lo pudiera permitir.
Y por si el público aun no estaba lo suficientemente revolucionado,
"You Shook Me All Night Long" fue la siguiente en sonar, seguida de
un explosivo "TNT", con su histriónico final, y Angus dejandose la
espalda en su caida fingida al suelo para revolcarse.
"Whole Lotta Rosie" fue otro de los grandes momentos,
con el publico coreando ’Ang-gus’, ’Ang-gus’ continuamente y un Angus Young
en estado de gracia que hizo una de las versiones mas poderosas del tema de
todas cuantas he visto. Este hombre te pega su fuerza con solo verlo. Solo verle
sobre el escenario es suficiente para que te entren ganas de salir corriendo
hacia cualquier parte por aquello de soltar adrenalina. El és la piedra angular
de los guitarristas de rock con sentimiento. Vive cada nota, cada riff y cada
uno de los apabullantes finales de canción. Y la demostración perfecta es "Let
there be Rock". Evidentemente, esperaba que Angus apareciera en alguna
parte del anfiteatro para darse su habitual paseo por la audiencia a hombros
de algun seguridad pero no cayó esa breva. Angus se limitó a hacer un solo frenético
desde el escenario y luego desaparecio por detras del mismo, para subir a una
tarima detrás de la baterÃa de Phil Rudd, donde ejecutó el solo que toca en
el directo "If you Want Blood", por aquello de recordar los viejos
tiempos en locales cerrados.
Con esto acabaron el concierto habitual y reaparecieron
unos minutos después para interpretar "Highway To Hell", con todo
el recinto bañado en una infernal luz naranja y finalmente, aparecieron los
cañones y sonó "For Those About To Rock" con los disparos de rigor
que ensordecieron a todo el recinto. AC/DC se despidieron del público y absolutamente
extasiados nos dirigimos todos a la salida del recinto, con la impresión de
haber vivido algo que pocas veces se volverá a repetir.
Al salir me encontré ni mas ni menos que a Brian May de
QUEEN, el cual estaba invitado al concierto y habia estado presenciandolo desde
un lado del escenario me imagino. May se fugó rapidamente en un coche antes
de que los fans le asaltaran.
Y asà acabó la noche, habiendo visto a AC/DC en un recinto
mÃtico, para un numero de público reducido, y con una energÃa sin igual. Se
notaba que cuando Brian Johnson decÃa "es bueno volver a casa", lo
decia de verdad. Y el publico londinense también lo sabia.
Texto y Fotos: Sergi Ramos
Datos: Carling Apollo Hammersmith
Londres
Promotor: Carling/Clear Channel
Publico: Lleno (4000 personas)
Día:21/10/2003
Puntuación:10
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