WACKEN 2003 VIAJE Wacken es Wacken. Así es, y aún siendo poco
amigo de los símiles balonpédicos, debo reconocer
que esta es la frase que mejor puede definir
a un festival que cada vez tiene más espíritu
e historia. Pese a que esta decimocuarta edición
no será recordada por el mejor cartel de su
historia bien tenía suficientes ingredientes
interesantes para alquilar una furgoneta y
marcarse más de 1800 Km de infierno de asfalto.
Nuestra expedición llegó con tiempo suficiente
para visitar las siempre agradables ciudades
norteñas. Nuestra sorpresa es mayúscula al
ver alucinados que, pese a quedar dos largos
días | |
para que dé comienzo el evento,
las llanuras verdes están llenas hasta la
bandera. Este año la organización ha aumentado
el número de baños y abrevaderos pese a que
en muchos de ellos el agua era amarilla debido
al óxido. El sol y la cerveza son los principales protagonistas
en las primeras jornadas en las que los conciertos
todavía no han dado |
| comienzo. Incluso
la enorme avalancha de gentío cogió desprevenida
a la organización, pues nadie imaginaba un éxito
en asistencia como ese a dos días de dar comienzo.
La fauna llegada de toda Europa, e incluso de
otros continentes, saca las ropas más extravagantes
de sus armarios y bajo el lema: la imaginación
al poder, se montan decenas de actividades paralelas
al festival nacidas del aburrimiento abrumante.
Así pues, en un corto paseo por la zona de acampada
puedes encontrarte francotiradores con pistolas
de agua, ideales para aliviar el calor, una
curiosa petanca con latas de | |
cerveza en la que el objetivo
principal es emborracharse hasta caer, o un
ring improvisado con una competición de sumo
en toda regla. Nuestro reportero Txiqui dejó
el pabellón de Themetalcircus “en todo lo
alto” tras perder vergonzosamente con un enano
barbudo en la primera ronda. Es interesante y recomendable darse a conocer
a los vecinos con los que uno va a compartir
varias jornadas de alcohol y metal. Un buen
jamón y un trago de cerveza de nuestra tierra
es siempre bien recibido por todos los teutones. |
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A NIGHT TO REMEMBER El cartel de este año en la noche del jueves
era realmente insuperable. Ya sólo por ver
los grupos que tocaban esa tarde de jueves
ya valía la pena haberse acercado hasta más
allá de Hamburgo. |
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CIRCLE II CIRCLE –
ELEGANCIA Y TRIBUTO A SAVATAGE
[7’25/10] Sinceramente me considero uno de los que
no terminan de entender el porqué Zack Stevens
abandonó la nave de Savatage para montar una
especie de banda tributo a los de Florida
que incluso disfruta de la ayuda del propio
John Oliva. En fin, Zack es pura elegancia
y con una competente banda vestida con un
look a lo equipo de hockey hielo dio un buen
repaso a su CD debut. Canciones como “Out
Of Reach” o el single “Watching In Silence”
convencieron a una receptiva audiencia. No
fue un conciertazo pero si que quedó claro
que los Circle tienen calidad sobrada. Los
grande momentos llegaron hacia el final con
una genial “Into The Wind” y las versiones
infaltables de Savatage. Esta vez cayeron
“Tauting Cobras” tan inesperada como precipitada
y | |
“Edge Of Thorns”. La sorpresa
la puso el “Welcome Home (Sanitarium) de Metallica.
Curiosa versión que cerró una interesante descarga
de un Zack que nunca debería haber huído de
Savatage. Dudo que con el trabajo que está haciendo
Diamond pueda volver nunca a su banda madre. |
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| ANNIHILATOR – ÉXITO
ASEGURADO [8’75/10] Los candienses son una de esas bandas en
las que un organizador de conciertos las ve
como un éxito seguro. Pueden gustarte o no
sus discos, pero si asistes a uno de sus conciertos
quedas totalmente impresionado y terminas
como fan de Jeff Waters. Son una auténtica
máquina de riffs que te atrapa. Desgraciadamente
la hora no les permitió poder jugar con las
luces y esto restó espectacularidad a un show
que empezó flojeando con un “King Of The Kill”
en el que la nueva voz de Annihilator no convenció
a nadie. Las cosas mejoraron con la fenomenal
“Set The World On Fire” y “W.T.Y.D.”. Jeffse
mueve cual animal enjaulado con la sonrisa
dibujada en sus labios y dando la sensación
de disfrutar en todo momento. “Never Neverland”
y “Eternal Silence” siguieron elevando el
listón |
que llegó hasta lo alto en “Alison
Hell”. Aquí fue cuando realmente vi el porqué
Waters ha fichado a este cantante. Posee una
voz rasgada similar a la de Comeau pero llega
también a los agudos de los buenos tiempos de
Rampage. Con “Phantasmagoria” llegamos al final
de un concierto que aliado con la oscuridad
hubiera sido memorable. |
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SAXON – SORPRESA
AGRIDULCE [7/10] Lo que debía ser una sorpresa monumental
se quedó en una anécdota cuando el sr. Zack
Stevens se fue de la lengua y sin querer se
le escapó que Saxon iban a actuar esa noche.
Puede que a la mayoría les pareciera un fantástico
regalo un set sorpresivo con “Motorcycle Man”,
“Denim & Leather” y “Princess Of The Night”,
pero para mi fue un error que deja entrever
a Wacken como un escaparate de propaganda
perfecto. Las tres canciones terminaron |
| con una entrevista sobre el escenario
para promocionar el lanzamiento de su próximo
DVD. Y lo que es más peligroso… el año que viene
son cabezas de cartel. En fin, el ser fan de
un grupo no me impide ver la mediatización que
siempre se ha mantenido al margen del espíritu
Wacken. Una agradable sorpresa que puede llegar
a ser un mal precedente para un festival que
alardea de que no lo esponsoriza nadie. Si hasta
la pulsera del metal market anunciaba el día
de salida del disco de Bonfire. | |
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VICTORY – UNA
REUNIÓN HISTÓRICA [9/10] La inmensa oferta de bebida, comida, tiendas,
etc… hizo que me perdiera gran parte de estos
clásicos alemanes reunidos para la ocasión.
Y aunque fuera quizás uno de los grupos menos
conocidos del cartel asombraron a propios
y extraños. Cuajaron una enorme actuación
que hace depositar muchas esperanzas en ellos
pues pronto sacan un nuevo disco de estudio.
Para muchos una de las mejores actuaciones
de este Wacken 2003. Lo poco que vio un servidor
así lo corrobora. |
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RUNNING WILD – ARRASANDO
EN CASA [8/10] Una de las razones por las que me decidí
a por mi quinto Wacken es sin duda la actuación
de los Wild. Nunca había tenido oportunidad
de ver al sr. Kasparek sobre las tablas y
esperaba su concierto como agua de mayo. No
puedo considerar el concierto como una decepción
pues para el fan fue una auténtica maravilla,
por el set-list, por la parafernalia y modelitos
bélicos, por el sonido… Pero en directo es
cuando uno ve que las canciones de Running
Wild son excesivamente parecidas y lo que
es peor: considero escandaloso que Rock’n’Rolf
no cantara ni un solo estribillo. La entrega
del público fue total desde el comienzo y
casi todo el mundo cantaba letra por letra
todos los temas. Son sin duda una institución
en su tierra natal y eso les salvó en cierta
manera. Trallazos | |
| como “Riding The
Storm”, “Brandad & Exiled”, “Welcome Hell”
o “Apocalyptic Horsemen” cosecharon vítores
y aplausos. Tiempo justo para que el batería
se marcara el solo mientras Kasparek cambiaba
de uniforme. Esta vez apareció de pirata para
descargar “Treasure Land” y “Death To The Bone”.
No paró quieto ni un momento y danzó a su peculiar
estilo durante la hora y media que duró su directo.
Atención el final pues fue uno de los grandes
momentos de Wacken muy a pesar de no cantar
ni un solo estribillo. Nada más y nada menos
que “Conquistadores”, “Prisioners Of Our Time”,
“Victory” y “Under Jolly Roger”. El bis final
fue “Chains & Leather”. |
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EL KARAOKE DEL METAL Al igual que en la pasada edición, existía
la posibilidad de que todo borracho mostrara
en público al Anton Maiden que lleva dentro
y se marcara un karaoke de cualquier clásico
imperecedero. Desgraciadamente esta vez el
nivel era muy alto y la gente iba bien preparada
e incluso había coreografías ensayadas con
las guitarras inchables. Faltó ese toque sorpresivo
y espontaneo de la anterior edición, pero
valió la pena. |
El sueño y el cansancio empezaron a recordarme
que a la mañana siguiente la jornada empezaba
temprano. Ya en las tiendas nuestros simpáticos
vecinos alemanes habían invertido la tarde
en emborrachándose mediante una especie de
artilugio consistente en un tubo y un embudo
en el que la cerveza baja directamente por
el esófago a toda presión. Se olvidaron de
asistir a los conciertos, pero poco les importó
ya que en Wacken la música nunca ha sido la
protagonista principal. Aunque parezca raro
así es, pero para entenderlo hay que vivirlo. | |
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