Rhett Forrester, el cantante con mayor actitud y determinante de la era Riot, murió asesinado de un disparo al corazón mientras intentaba defenderse víctima de un atraco a su coche parado en un semáforo en una intersección en Atlanta.

Forrester tenía una imponente presencia, de naturaleza arrogante, rubio, alto y una voz única, con un amplio registro muy dinámico, y carismática personalidad que hizo que Riot alcanzase el estatus de casi superestrella a comienzos de los ’80. Rhett además era hijo de un instructor de baile de salón, y llevó los pasos de baile y tenis al escenario del heavy metal, junto a esos mechones de cabello dorado perfectos para el estrellato del rock de esa época.

In the Lap Of The Gods

Siendo Rhett Forrester el vocalista y líder de la formación durante el período de 1982-1984 (tras suplir la marcha del vocalista Guy Speranza), fue ese en el que Riot tocó en grandes estadios junto a grupos mastodónticos de la talla de Kiss, Scorpions, Rainbow o Aerosmith. Forrester fue el más famoso y el cantante con la mayor presencia de la banda. Llevó su estilo de ejecución a las grandes arenas del rock (en una época donde los actos en vivo eran muy solicitados) elevando a Riot a la cima del metal estadounidense de los ’80.

Fue también la primera vez que Riot tuvo una rotación constante sonando en las emisoras de rock de la ciudad de Nueva York. Rhett Forrester grabó tres álbumes exitosos con Riot: ‘Restless Breed’, ‘Riot Live’ y ‘Born In America’. A partir de ahí el principal ciclo de Riot se disolvería, rodeados de problemas administrativos y de compañías discográficas.

Rhett se tomó un año libre y se mudó a París para grabar su primer álbum en solitario, ‘Gone With The Wind’. Con su carrera en solitario en pleno apogeo, Forrester regresó a Estados Unidos para grabar «Even The Score», un clásico de culto que le convirtió en uno de los principales vocalistas de rock.

“Fue una locura estar con él. Parecía que las mujeres y los problemas le seguían donde fuera » (Jack Starr sobre Rhett Forrester)

El metal de los ochenta estaba lleno de líderes para todos los gustos, pero pocos hicieron del heavy metal un estilo de vida con esa determinación y estilo como Rhett Forrester, que cada vez que grababa lo hacía de una sola toma, botella de Jack Daniels en mano. Por otro lado, sus compañeros a veces estaban anonadados por el flujo interminable de mujeres y alcohol que desfilaban en torno a él, aunque a diferencia de muchos otros del sector siempre cumplía en el terreno musical.

Rhett Forrester Riot 1984

Rhett Forrester (Foto: Joseph Carlucci)

Una vida bien vivida produce una dulce muerte

El final de Rhett Forrester llegó madrugada del 22 de enero de 1994 en lo que se pensó que fue un acto de violencia aleatoria. Rhett fue víctima del un intento de robo de su coche. Forrester, con su arrogante corpulencia y nada comedido, rehusó y puso resistencia al asalto y reicbió un único disparo de bala en su corazón. Sin embargo, herido, logró conducir unos cuantos metros hasta ver un coche de policía, parándose delante de ellos y aún con fuerzas para decirles que había sido disparado, colapsando y muriendo en el acto. Tenía 37 años. El homicida nunca fue detenido.

La Sra. La Fortune Forrester, la madre de Rhett, ha continuado luchando en nombre de su hijo. La cobertura de los medios locales incluyó entrevistas en vivo y una gran cantidad y despliegue. Se estableció un fondo de recompensa recaudado por amigos y familiares para el «arresto y condena» del asesino de Rhett Forrester, conocido por la policía de Atlanta, pero a día de hoy siguen siendo necesarias más pruebas para poder dictar una condena.

Adney Sid