La hermandad en el metal todo lo puede
Corría el año 2014. Estaba inmerso en mi formación como fotógrafo y se me ofrecía la oportunidad de cubrir el que, hasta la fecha, me ha demostrado con creces ser el mejor festival de España.
Seis ediciones me separan de ese primer Resurrection Fest. Seis ediciones que han pasado con mi cámara y en las que he inmortalizado, con mayor o menor éxito momentos históricos. Guardo en mi recuerdo momentos como el último concierto de Lemmy Kilmister en España o las primeras visitas de bandas como Kiss o Scorpions al festival.
Tras mi reciente paternidad hay una cosa que es impredecible: no sé cuando llegará el momento en el que tenga que dejar de asistir a mi festival. Esta situación me hace saber que tengo que vivir cada edición que me quede como si fuera la última, y eso hice este año. He hecho las cosas de otra forma. Sin dejar de captar la imagen de las bandas, he procurado centrar el tiro más en la experiencia del Resurrection Fest desde su principal activo: su público. Gente de todo tipo y condición que acude en masa durante cuatro días a Viveiro para disfrutar de la música que le apasiona en un entorno incomparable.
Gracias a este cambio de actitud en mi forma de ver el evento y siempre siguiendo los consejos de fotógrafos más experimentados que yo, ya no solo en este festival, sino en la industria, decidí tomar parte del tiempo que estábamos en el foso de cada banda para inmortalizar a las primeras filas de su público. Los fans más acérrimos y entregados al directo que en algunos casos se pasan horas a pleno sol para poder gozar de sus ídolos sin que nada más que las vallas y el personal de seguridad del recinto se interpongan.
Así fue como me planteé el concierto de Arch Enemy del viernes 5 de julio. Tenía tres temas para fotografiar al grupo y sacar alguna instantánea curiosa del público de la primera fila, algún “crowdsurfer” quizás o cualquier cosa curiosa que nos sirviera (me sirviera) para poder ilustrar lo que es el Resurrection Fest para mí… En la vida habría imaginado lo que iba a pasar por mi cámara.
Entramos al foso y la banda saltó al escenario con “The World Is Yours” y me puse a hacer lo propio junto con mis compañeros, durante los últimos acordes del tema, antes de que empezara “War Eternal” ya me giré al público. Este tema es muy cañero y le va genial a Alissa, esto hace que la gente se vuelva loca y las primeras filas den mucho juego en cámara.
Empezaban a llegar los primeros “crowdsurfers”, los seguidores de las primeras filas me estaba dando unas fotos alucinantes, todo el mundo se lo estaba pasando genial con el concierto y yo estaba pasándomelo genial haciéndoles fotos y, de repente… ¿Eso es una silla de ruedas? Me encaramé a la valla y disparé mi cámara, segundos después, varios compañeros se unirían a mi en la misión de capturar la mejor imagen de Álex, el que hasta la fecha era un fan anónimo más de las bandas que acuden al Resu. Entre ellos, el hoy célebre Daniel Cruz que consiguió captar la imagen que se convertiría en la fotografía icónica de esta edición del festival (y probablemente de la trayectoria del mismo) haciendo historia. Todos esos aficionados unidos por hacer feliz a otro en esas circunstancias demuestran que el mejor festival del España también está compuesto por el mejor público, y esta foto lo demuestra con una clara expresión de solidaridad en medio de un concierto de metal.
Fecha/Lugar: Resurrection Fest 2019 (concierto de Arch Enemy)
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