Aterricé en Sevilla y cogí un AVE a Córdoba un 1 de Julio de 2016. De hecho, empecé casi perdiendo mi vuelo a Sevilla, lo que me habría obligado a perderme una de esas situaciones únicas y absurdas en las que a veces te ves inmerso cuando eres un periodista dedicado a cubrir este género.

Por suerte, llegué al destino y pude experimentar de primera mano lo que significa salir directo al calor cordobés de julio. Así, del tirón, sin traje especial con refrigeración incorporada ni nada. Llegué al hotel y los chavales de Sabaton andaban por la recepción, probablemente odiando los 45ºC que marcaba el termómetro y que amenazaban con derretir todo lo nórdico que había en ellos. 

El caso es que me habían invitado a participar en la rueda de prensa de presentación del Festival de la Guitarra de Córdoba con la presencia de Scorpions, quienes iban a protagonizar al día siguiente uno de los conciertos principales del ciclo en la plaza de toros de la ciudad andaluza. Un maridaje, el de Scorpions y el sur, que siempre funciona y que terminó colmando la plaza con casi nueve mil personas.

Tras la rueda de prensa en el Gran Teatro de Córdoba, la banda, los promotores de la gira y otras personas implicadas en la misma terminamos cenando en unas conocidas bodegas cordobesas con Rudolf Schenker, guitarrista de la formación alemana, y Klaus Meine, vocalista. Una cena deliciosa (que la banda aún recuerda a día de hoy, como nos quedó claro en una reciente entrevista) que se alargó varias horas entre botellas de vino, flamenquines, salmorejo y otras delicias de la tierra.

La sorpresa vino cuando, al acabar la cena, fuimos conducidos a través de varios pasillos de las bodegas -pasando por en medio de los invitados de una boda, quienes se quedaron flipando- a una sala privada donde pudimos ver un espectáculo de flamenco absolutamente sobrecogedor de la mano de un bailaor y tres bailarinas que, bajo la mirada atenta de las estrellas del rock y en el silencio más sepulcral, desarrollaron un repertorio de baile y zapateao que terminó impresionando gratamente a Schenker y Meine. Les sorprendió tanto que, al acabar, se pusieron a hablar con los artistas que les acababan de deleitar y cerraron un pacto para ir al concierto de la plaza de toros del día siguiente.

Parecía que saldría, parecía que no. Durante el día se escucharon varios rumores, pero al final fue el batería de Scorpions, Mikkey Dee, quien se encerró en un camerino de la plaza de toros a media tarde con el bailaor y las bailarinas. En cuestión de una hora habían trazado una estrategia: el solo de batería de Mikkey Dee en el que su batería levita en el aire también incluye un fragmento tribal. En ese dicho pasaje, el cual Mikkey alargaría convenientemente, aparecerían por un lado del escenario las tres bailarinas y por el otro el bailaor, cuyo zapateao sería microfoneado para que toda la plaza pudiese gozar de su talento. Dicho y hecho.

Cuando llegó el espectacular solo de batería del ex-miembro de Motörhead, ante la sorpresa de miles de personas bajo una asfixiante noche cordobesa, los artistas flamencos flanquearon la batería y se pusieron a lo suyo. Arte, puro arte, en el que el heavy metal y el flamenco se dieron la mano por unos breves instantes. Al final del baile, las tres bailaoras cogieron unas baquetas y se dedicaron a golpear los platos de la batería de Dee rítmicamente mientras el proseguía su solo. 

Al finalizar el concierto, Scorpions me habían solicitado una foto de fin de show para el recuerdo. Tal como finalizaron las últimas notas de “Rock You Like A Hurricane”, el tour manager me invitó a subir a la tarima elevadísima de la batería para poder hacer la foto. Primero salieron los miembros de Scorpions, quienes saludaron al público y se dieron la vuelta para posar con el respetable detrás de ellos.

Acto seguido, hicieron salir de nuevo a los artistas flamencos para que saludasen a los asistentes. En medio de aplausos y de palmas, a Klaus Meine casi le da por arrancarse por bulerías en un instante. Un momento simpático que pude capturar y que denota el grado de diversión con el que viven Scorpions sus años maduros. Cuando ya lo has hecho todo, ya has tocado en todas partes y ya has estado en lo más alto, solo te queda pasártelo bien.

Scorpions (Foto: Sergi Ramos)

Fecha / Lugar: 02/07/2019 (Plaza de Toros, Córdoba)

Sergi Ramos