En los últimos años, como si súbitamente alguien hubiera encontrado un versículo bíblico que rezara –nunca mejor dicho – “devuelve al presente aquello que era denostado en el pasado”, toda una serie de bandas de rock han recogido la antorcha que les ha devolver a la Gran Olimpiada del Negocio, o en otras palabras, a formar parte del circuito de giras y discos. Intrínsecamente, además, esta unida la edición de recopilatorios y grandes éxitos grabados en directo que recuerdan una mejor época que, en el 80% casos, no se revive pese a que se intenta recrear.

Un ejemplo claro –e inminente- es el de WHITESNAKE. No he tenido el placer de ver todavía en directo a David Coverdale con su nueva banda de mercenarios realquilados –todos ellos de matrícula de honor, eso sí- pero algo me dice que, a juzgar por las grabaciones que han caído en mis manos desde la reunión de la serpiente blanca, la experiencia va a ser agridulce. Por un lado, tenemos a una banda a la cual la gente amaba en un tiempo anterior de nuevo en primer plano, tocando ante audiencias mas o menos destacables y dando color a las ventas de su fondo de catalogo. Pero por el otro, no puedo concebir el hecho de que, si en 1990 David Coverdale a duras penas podía sacar adelante un show ¿cómo lo va a sacar adelante ahora que tiene catorce años más? Terrorífico. Por no hablar de los estiramientos de piel, claro.

Otras bandas, optan por versiones ligera –o altamente- alteradas de la creación original. Es el caso de los enmascarados KISS. Tras una reunión que para algunos ya duraba demasiados años (algo comprensible dado el pésimo estado escénico de Peter Criss y Ace Frehley), la banda ha optado por mantener el maquillaje pero cambiar a sus portadores, siendo Eric Singer y Tommy Thayer los nuevos miembros de la banda. Curiosamente, ambos habían probado la experiencia por separado, cuando los problemas entre el binomio Criss/Frehley y los todopoderosos Gene Simmons y Paul Stanley comenzaron a demostrar que las grietas de la superficie nunca habían llegado a repararse. En el 2001, Singer adoptó la personalidad felina para la gira australiana y japonesa de la banda, ya que las demandas económicas de Criss eran demasiado altas para los siempre ahorrativos Simmons y Stanley. Thayer, antiguo guitarra de la banda Angelina BLACK N’ BLUE y asistente de KISS durante los últimos nueve años, adoptó la personalidad del ‘Spaceman’ Ace Frehley en algunas apariciones televisivas y en la grabación del infamemente retocado directo “Kiss Symphony”. Posteriormente, se embarcó en una gira americana en la que KISS compartía cartel con AEROSMITH, recibiendo la ira de algunos fans desde internet por “profanar la identidad de Ace Frehley”.

El punto principal a discutir es ¿merece la pena mantener la carrera de una banda cuando aquellos que le dieron forma no son capaces de mantener el nivel o pese a que la banda no mantenga íntegros sus miembros originales debe mantenerse activa si el planteamiento es el mismo? Para algunos será doloroso ver a W.A.S.P. sin Chris Holmes, pero siempre ha estado claro que quien llevaba las riendas de la banda era Blackie Lawless. Para algunos será repulsivo ver a sus queridos KISS con dos impostores maquillados de Ace y Peter, pero en los años 80 la banda siguió adelante sin esos dos miembros porque los problemas con las drogas les alejaban de una estancia agradable y productiva en la banda.

En última instancia, el dinero es quien tiene la razón. Si los fans responden positivamente a las re-encarnaciones incompletas o no demasiado pulidas de antiguas bandas, el dinero entra en grandes cantidades y eso es una bonita forma de demostrar aprobación por el nuevo planteamiento. Y como muy bien dicen los americanos cuando tiran de su repertorio de frases hechas, permítanme la traducción literal, “si no se ha roto, no lo arregles”.

La nostalgia, está empíricamente demostrado, mueve montañas. De dólares. La gira de WHITESNAKE a lo largo y ancho de Estados Unidos el pasado año junto a SCORPIONS y DOKKEN motivó un caché de 225.000 dólares por actuación. La reunión de EUROPE se dice que está costando a los promotores alrededor de 120.000 Euros por actuación, mientras que el caché que exigen VAN HALEN en tiempos actuales, recién reunidos con Sammy Hagar, asciende a entre 750.000 y 1.000.000 de dólares. Y sin ir más lejos, la gira de KISS por Estados Unidos en 1996 fue la más provechosa del año económicamente hablando.

Que nadie se extrañe si METALLICA decide sacar al bueno de Cliff Burton de su tumba para una gira de reunión. Y que tampoco se extrañe nadie si Sharon Osbourne revive a Randy Rhoads y lo reúne con Ozzy para acabar de exprimir la gallina de los huevos de oro. Y no se porqué esto último me parece ciertamente posible. Y sino, al tiempo.